El desafío, actualizar la industria eléctrica e implementar energía renovable

El desafío, actualizar la industria eléctrica e implementar energía renovable

Cada vez es mayor la cantidad de consumidores que apuntan a ganar rentabilidad reduciendo costos en energía eléctrica.

La energía solar es un recurso inagotable y es, sin dudas, una de las energías renovables más utilizadas en el mundo. Su impacto ambiental es bajo ya que no requiere materias primas fósiles para desencadenar procesos de combustión y reduce la dependencia de la energía eléctrica. 

Si bien se trata de inversiones importantes, la colocación de paneles solares puede reducir notablemente el coste de la factura de la electricidad con equipos que tienen una vida útil de 30 años y, por ende, le permite a las empresas solventarlo. “Hoy podemos tener iluminadas grandes superficies con un gasto de energía reducido, nuestra idea es tratar de concientizar a todos los usuarios del uso racional de la energía eléctrica y tratar de incentivar a las empresas a que puedan hacer inversiones para generar conciencia a nivel general”, explica Jorge Sanvitale, director de MEHCCO S.A.

DATO: Con la energía solar, además de cuidar el medio ambiente, la rentabilidad de las empresas se ve favorecida. El usuario (vivienda, comercio, fábrica, edificio público, etc.) que inyecte energía a la red se denomina “prosumidor” y la energía generada se denomina “distribuida” ya que se genera en el lugar de consumo.

Con la implementación de un sistema de generación solar se puede aportar un interesante porcentaje de la energía anual consumida en las grandes superficies.

Otra de las virtudes de esta alternativa es que mediante módulos fotovoltaicos, los paneles solares generan energía que puede ser utilizada para suministrar instalaciones o para incorporarla a la red eléctrica y obtener un descuento por hacerlo. En relación a esta fortaleza, comenta que “si se genera energía y no se utiliza, se puede devolver a la red y la empresa generadora realiza una bonificación por inyectarla en su sistema”.

La energía distribuida ahorra los gastos de transporte, distribución, infraestructura, mantenimiento y las pérdidas de energía que se producen entre la central eléctrica y el enchufe como consecuencia del calentamiento natural de los transformadores que transportan la electricidad desde las centrales generadoras a los clientes.Según datos del Banco Mundial en 2014 en Argentina las pérdidas de energía en Argentina fueron de un 15%, por su parte la prestadora EDENOR informó que la tasa anual móvil de pérdidas totales se mantuvo entre 2016 y 2017 en 17,1%.

Hacer énfasis en el cuidado del medio ambiente es para Sanvitale, imprescindible. “Desde implementar estrategias de diseño adecuadas para la reducción del gasto energético, pasando por obtener la eficiencia del recurso sin contaminar, hasta realizar el reciclaje de materiales después de cada obra”, explica, son eslabones fundamentales del proceso que se debe llevar a cabo para disminuir el impacto ambiental. Si bien es el director de una empresa de montajes eléctricos, Jorge Sanvitale comprende que hay que reducir los factores que atenten contra el medio ambiente y fomenta el uso eficiente de la energía en los proyectos que realiza.

Actualmente, busca disminuir el gasto energético mediante la implementación de paneles solares o aerogeneradores como fuentes complementarias de la energía eléctrica y considera que si la industria comienza a ejercer mejores prácticas y generar consciencia sobre la importancia de las limitaciones de los recursos con el tiempo se verá reflejado en la comunidad en su conjunto.  

[LA LEGISLACIÓN ARGENTINA]

En el año 2015, se sancionó la Ley 27.191 y se aprobó el Régimen de fomento nacional para el uso de fuentes renovables destinada a la producción de energía eléctrica. Son consideradas fuentes de energías renovables las fuentes no fósiles idóneas para ser aprovechadas en el corto, mediano y largo plazo, como la energía eólica, solar térmica, solar fotovoltaica, geotérmica, mareomotriz, undimotriz, de las corrientes marinas, hidráulica, biomasa, gases de vertedero, gases de planta de depuración, biogás y biocombustibles con la excepción de los usos previstos en la ley 26.093. Esta Ley fijó como meta para 2025 que las energías verdes representen el 20% del consumo energético nacional.

La Ley 27.424 de Régimen de Fomento a la Generación Distribuída de Energía Renovable Integrada a la Red Pública proclamada en 2018 establece que mediante la instalación de equipos de generación distribuída, los usuarios podrán generar energía eléctrica tanto para el autoconsumo como para inyectar los excedentes a la red de distribución en escala residencial y comercial/industrial.

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