El PT se derrumbó en las municipales y crece el partido de Cardoso

El PT se derrumbó en las municipales y crece el partido de Cardoso

Escenario tras los comicios del domingo en Brasil. El partido de Dilma y Lula perdió en bastiones históricos, como en San Pablo, Belo Horizonte y el nordeste del país. 

Un corolario se impone después de las elecciones municipales de ayer en Brasi. Lo que se deduce de la contienda en las principales capitales del país no es tanto una “gran” victoria del Partido Socialdemócrata de Brasil (PSDB), localizada por ahora en San Pablo, como sí la atroz derrota del Partido de los Trabajadores (PT). Números a la vista: la agrupación de Lula da Silva logró apenas las alcaldías de 256 comunas, lo que representa 40% de las 638 que había conquistado hace cuatro años.

El símbolo del apagón petista fue, obviamente, el pobre resultado conseguido en la capital paulista por el actual intendente Fernando Haddad, del PT, que fuera ministro de Educación de Dilma Rousseff durante el primer gobierno de la presidenta destituida. Con 16,7% consiguió el segundo lugar pero no pudo arañar la segunda vuelta. Su oponente socialdemócrata Joao Doria, impulsado por el gobernador Geraldo Alckmin, logró la hazaña de imponerse en la primera vuelta con 53,3% de las preferencias. “Hubo un reflujo, una caída; más que eso, una inflexión electoral del PT a nivel nacional. Es un hecho inédito, sin precedentes”, analizó Roberto Amaral, politólogo y ex presidente del Partido Socialista Brasileño (PSB) que lideró del movimiento anti impeachment contra la ex jefa de Estado. Añadió que si la izquierda brasileña “no hace una política de frente, se suicidará”.

El fracaso no sólo ocurrió en San Pablo sino también en Belo Horizonte, capital de Minas Gerais que es gobernada por el petista Fernando Pimentel. Allí “el desempeño fue pésimo” para el PT y excelente para el PSDB: Joao Leite, candidato de esta agrupación, obtuvo 33,4%. Empujado por el senador Aécio Neves, competirá en la segunda vuelta con un representante del Partido Humanista que obtuvo 26,5%. En el Nordeste brasileño, donde el PT tuvo su principal fuerza electoral desde que Lula da Silva fue ungido presidente en 2003, los comicios fueron tan pálidos como en el resto del país. De las 187 intendencias que llegó a tener en 2007, el domingo pudo conquistar tan sólo 116. El peor handicap lo tuvo en el estado provincial de Bahía: de las 90 intendencias que manejaba le quedan apenas 40.

El desmoronamiento petista resalta los resultados del PSDB. Pero la realidad indica que a la socialdemocracia todavía le falta un camino por recorrer para imponerse como la fuerza más abarcadora a nivel nacional. Además de la metrópolis paulista, el partido de Fernando Henrique Cardoso obtuvo el domingo una alcaldía en Teresina, capital del estado provincial de Piauí (el lejano nordeste brasileño). Deberá conquistar en la segunda instancia a Belo Horizonte, Porto Alegre y Manos para consagrarse como el gran vencedor. Como contracara de la minusvalía petista, el Partido Socialismo y Libertad (PSOL), de izquierda, logró colocar en el segundo turno a su candidato a intendente, Marcelo Freixo, de Río de Janeiro.

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