Hace varios meses, las limitaciones prestacionales forman parte del escenario natural de esta organización que en Formosa cuenta con 25.500 afiliados, y tiene a su cargo el financiamiento, la implementación y coordinación de la atención de salud a los titulares de pensiones no contributivas de la Nación y sus familiares a cargo.

No es una obra social, y entre los servicios que brinda al beneficiario comprende la atención médica cubriendo especialidades como clínica médica, pediatría, tocoginecología y cirugía, además de los servicios de odontología, salud mental, y la provisión de medicamentos, de prótesis, y ortesis, anteojos y lentes.

Asimismo, brinda la cobertura total de trasplantes de órganos: corazón, córnea, hígado, huesos, médula ósea, pulmón y riñón.

La provisión de remedios es uno de los servicios más utilizados por los afiliados del PROFE. Sin embargo, la prestación está en caída libre, su derrumbe no cesa, como tampoco el malestar de miles de formoseños que diariamente peregrinan a la sede en busca de las órdenes correspondientes para retirar finalmente los medicamentos dentro del grupo de farmacias que adhieren al sistema.

Es acá donde todo se volvió un cuello de botellas. Muchas farmacias comenzaron hace algunos meses a rechazar los recetarios o, en el mejor de los casos, limitar la provisión apelando a la excusa de ?no tengo?. Y es que los expendedores de remedios carecen de un respaldo financiero importante para resistir tanto tiempo sin cobrar sus acreencias. De ahí que en las últimas semanas más farmacias hayan pasado a engrosas el grupo que decidió dejar sin efecto, unilateralmente, el acuerdo por falta de pago.

Mientras tanto, todo indica que los fondos del programa nacional llegan regularmente a Formosa, por lo que no se entiende la presencia de un contexto que perjudica a miles de formoseños que han hecho de esta organización su exclusivo respaldo en materia de obra social.