Un espacio concurrido, en un horario con mucho movimiento y con gran cantidad de cámaras de seguridad municipales y privadas. Ese fue el escenario en el que un joven denunció el martes pasado haber sido asaltado y prendido fuego por dos delincuentes. Sin embargo este jueves reconoció que el hecho nunca ocurrió y que inventó la historia para disimular la pérdida de cuatro mil pesos.

En su exposición, el joven de 20 años había señalado que los dos delincuentes que le robaron la recaudación de la librería que atendía en el Espacio Clarín, lo rociaron con alcohol y lo prendieron fuego. Cuando fue entrevistado por la policía contó que apagó las llamas arrojándose al piso y que no podía precisar la dirección de huída de los agresores.

Desde un primer momento los investigadores notaron contradicciones en el relato de la víctima. Las imágenes de las cámaras municipales y de algunos locales de la zona, más las declaraciones de muchos testigos que estaban en cercanías del lugar dieron la pauta que el hecho denuncia no había existido.

Allegados a la causa le confirmaron a 0223 que en su ampliación de indagatoria ante el fiscal Fernando Castro, el empleado reconoció que el hecho no existió y que inventó la historia para justificar la pérdida de cuatro mil pesos. “Tras aceptar que era mentira, contó que ese martes había perdido en el trayecto entre su casa y el negocio –seis cuadras- el dinero que tenía comprometido para un pago. No sabía qué hacer e imaginó esa falsa denuncia”,  explicó la fuente.

En las imágenes que observó el personal de la comisaría novena –con jurisdicción en la zona- y de la Dirección Departamental de Investigaciones se pudo ver al joven caminando varias  veces en la puerta del negocio. En su declaración ante Castro dijo que allí decidió rociar el buzo con alcohol y prenderlo fuego para simular el ataque.

Además de desestimar la causa original, este viernes el Ministerio Público Fiscal decidirá la formación de una nueva por falsa denuncia.