El concejal Mario Páez denunció en la Justicia al intendente de Santa Rosa Elpidio Guaraz, por “atentar contra la salud pública, al impedir el funcionamiento del hospital de Bañado de Ovanta con una protesta orquestada que superó todos los límites”, según dijo.

Páez anticipó que “estamos trabajando para formalizar ante las autoridades provinciales el pedido de intervención al municipio”, porque “aquí se está jugando con la salud de la población y esta situación ya es inadmisible”.

“Guaraz ha perdido la cordura por completo. Pagó para trasladar gente desde Santiago del Estero y armar una protesta sin sentido. Desconocemos cuáles son sus reales motivaciones, pero a quienes está atacando es a los vecinos de su propio municipio. El hospital no puede trabajar, el humo de las gomas que están quemando entra al centro asistencial, la gente no se puede dializar, no se puede vacunar, si se presenta una emergencia puede ocurrir una desgracia por la irresponsabilidad de este señor”, sostuvo.

El edil aseguró que “Elpidio Guaraz está causando más daño a la población que las propias inundaciones. Impide que llegue asistencia de la provincia, realmente no reconoce límites. Esto ya no da para más”.

“Vamos a formalizar el pedido para que se intervenga el municipio, porque no podemos poner a toda una población en riesgo dejándola en manos de una persona desequilibrada, que ni siquiera respeta un hospital. Ya estamos enviando la presentación a la Legislatura, para que diputados y senadores nos acompañen y resuelvan de manera urgente una intervención que lamentablemente es el único camino que nos deja este señor”, concluyó.

Más denuncias

Asimismo, señaló que también denunció a la concejal Ester Guaraz, hermana del jefe comunal, porque aseguró que “aprieta” a los empleados para que asistan a los piquetes.

En tanto, la jefa del área programática, Sandra Castilla, también denunció a Guaraz, por sentirse “afectada” por la protesta.

Sin sustento

La denuncia por agresión que realizó Guaraz contra el subsecretario Fidel Sáenz, fue desestimada por la Justicia, ya que no se constataron signos de la supuesta golpiza en la humanidad del intendente, según indicaron fuentes judiciales. De acuerdo a lo señalado, esta decisión se habría tomado también por la declaración de testigos, en la que negaron algún contacto físico. El pasado miércoles, durante la Comisión de Participación, Guaraz y Sáenz discutieron fuertemente pero no llegaron a la agresión.