Denuncian el penoso estado del hospital de Oliva, otra vez

Denuncian el penoso estado del hospital de Oliva, otra vez

La legisladora Liliana Montero volvió a recorrer el hospital y notó casi nulos avances en infraestructura y atención de pacientes.

 

La legisladora provincial Liliana Montero volvió al hospital Emilio Vidal Abal, de Oliva, y volvió a denunciar que los pacientes allí internados "deambulan en condiciones de indignidad en una infraestructura prácticamente abandonada".

Es la séptima vez que Montero visita y documenta con fotos sus visitas al Vidal Abal. La legisladora fue nueve meses después de su último recorrido, cuando la Provincia anunció un plan de mejoras.

"Los edificios se vienen abajo, se ve el abandono y la dejadez en todos los rincones, en todas las habitaciones, en todas las áreas de esparcimiento", resume Montero.

Este es el resumen de lo que constató Montero, quien acompañó con fotos su denuncia:

La Villa 15, una de las que estaban en peor estado, está en refacción desde hace meses. Todos los internos allí alojados fueron trasladados a otros pabellones donde, por esta razón, ahora existe hacinamiento. Las obras parecen paradas, el día de la visita no había ningún movimiento de construcción.Los baños son repulsivos. Hay aguas servidas. En uno de los baños, había ropa con excrementos tirada en el piso. Al parecer, no estaba hacía pocos minutos porque la sobrevolaban las moscas. En uno de los baños hay cables sueltos a metros de las duchas.Hay una habitación donde duermen los pacientes con incontinencia; allí, los colchones son asquerosos, también sobrevuelan las moscas.Faltan vidrios y mosquiteros por todas las aberturas, en los baños, en las habitaciones, en las salas comunes. Las ventanas se tapan con colchones y con cartones.Las humedades, con las consiguientes paredes descascaradas, caídas y roturas de azulejos, son la constante, casi no existen paredes en buen estado. Los pacientes se visten con ropa muy vieja, rota y sucia, parecen personas en situación de calle.En cuanto al patrimonio histórico: cuando las denominadas “villas” (casonas/edificios) están muy deterioradas, en vez de refaccionarse, se cierran y se abandonan. Hay varias villas en esta situación, que no sólo no tienen ningún tipo de mantenimiento, sino que, además, le faltan medidas de protección para que los pacientes no ingresen a esos lugares que son verdaderas trampas mortales.Los techos de las galerías donde caminan los pacientes están destruidos, así como las veredas y los pisos. Hay pozos y faltan barandas, lo que hace peligroso el andar y restringe la accesibilidad a estos pacientes que no siempre tienen buena movilidad.Muchas de las villas no tienen teléfono, por lo que están incomunicados en caso de una urgencia y también para cuestiones de logística en general. O la comunicación se realiza con celulares que realmente están para museo y que sólo tienen habilitado un número para comunicarse con enfermería.Es muy preocupante lo que refieren los empleados en cuanto a la falta de recursos humanos. En el hospital habría 536 pacientes, según información brindada por las propias autoridades el día de la visita. Para la totalidad del hospital, los médicos psiquiatras son 12/14 (según versión trabajadores/equipo dirección), médicos clínicos 13/19 de guardia más uno que no hace guardia, psicólogos 13, trabajadores sociales 10, Enfermería 250/256. Existen actualmente 3 servicios sin psiquiatras, entre ellos el pabellón de agudos mujeres donde una paciente se tiró por la ventana del segundo piso y se quebró, razón por la que la familia la retiró del hospital.  El insuficiente mantenimiento de los espacios verdes se evidencia en la reproducción de insectos (mientras el gobierno pregona la campaña contra el Dengue), y de alimañas, que ingresan a las salas.

“Esta patética situación ha sido generada por la crónica e irresponsable desinversión y falta de planificación estratégica, por parte del estado provincial en el nosocomio, otrora orgullo del sistema de salud mental nacional y hoy convertido en una vergonzosa muestra de abandono integral”, manifestó Montero.

A comienzo de este año, la Provincia prometió invertir más de 20 millones de pesos en refaccionar los hospitales de salud mental de Oliva y Bell Ville. El día de la última visita, la directora actual manifestó que en lo que va del año se llevan invertidos apenas 4 millones de pesos en villa 15 para refuncionalizarla y más 2,5 millones en la villa 26.

"La situación de estos psiquiátricos es insostenible y las autoridades no pueden argumentar que se trata de una situación por ellos desconocida o en las que no contribuyeron, todo lo contrario: son responsables. Esto es así porque se trata de las mismas autoridades que ocuparon puestos jerárquicos en los últimos años. El hoy titular de Salud Mental de la Provincia, Emilio Filipponi, también estuvo al frente de salud Mental en el anterior gobierno de Juan Schiaretti. El hoy ministro de Salud, Francisco Fortuna, también fue ministro de Salud durante el último mandato de José Manuel De la Sota; de hecho, fue él quien anunció un millonario plan de obras para el psiquiátrico de Oliva en el año 2013 con motivo de celebrarse los 100 años de vida del establecimiento, plan que nunca se llevó a cabo", cuestionó Montero.

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