La definición acerca de si Alejandro Vandenbroele, acusado de ser el testaferro del vicepresidente Amado Boudou, esperará en libertadsu extradición a Uruguay o si deberápermanecer detenido en Mendoza hasta que se resuelva el asunto se demora. Es que el fiscal del caso, Fernando Alcaraz, antes de opinar si corresponde excarcelarlo o no, pidió informes sobre su "arraigo laboral, familiar y social". Entendió que se trata de "datos mínimos necesarios" para decidir sobre su situación.

Además, pidió informes al juzgado federal porteño de Ariel Lijo sobre la situación de Vandenbroele en el caso Ciccone; al su colega Sebastián Casanello, sobre su situación en la causa que enfrenta por cobrar honorarios por 7 millones de pesos por el refinanciamiento de la deuda pública formoseña, e informes a la justicia en lo penal económico de la capital, donde enfrenta otras causas. En una de ellas está citado a prestar declaración indagatoria el 26 de marzo próximo.

Por otro lado, el fiscal mendocino también solicitó los antecedentes penales del empresario en el Registro Nacional de Reincidencia y de la Policía Federal Argentina.

Asimismo, se urgió la incorporación de una copia certificada del pedido formal de extradición por parte de la justicia uruguaya.

Vandenbroele está preso en Mendoza a pedido de la justicia uruguaya, que lo investiga por lavado de dinero. Se lo acusa de maniobras económicas para inyectar desde Uruguay el dinero utilizado para levantar la quiebra de la imprenta Ciccone en nombre del vicepresidente Amado Boudou. Ésta, al menos, es la hipótesis del juez Lijo, que lo mantiene procesado en un fallo que la semana pasada fue confirmado por la Cámara Federal.

Vandenbroele fue detenido el viernes en Mendoza, en la puerta de la casa de su ex esposa.

El juez federal Walter Bento resolverá si lo excarcela o no. Si bien en Uruguay el lavado de dinero no es excarcelable, en la Argentina la jurisprudencia entiende que si no hay peligro de fuga o entorpecimiento de la investigación un imputado puede esperar el juicio en libertad.

Bento se tomará más tiempo para decidir sobre la excarcelación, pues espera la opinión del fiscal Alcaraz, uno de los hombres que optaron por no participar de la marcha del 18-F en homenaje a Alberto Nisman.

Vandenbroele ayer volvió a salir de su celda en la U32 de Tribunales Federales a pedido del juez, quien le informó de una citación que llegó de Buenos Aires para que se presente a declarar. "Lo notificamos de un pedido que nos hace llegar el tribunal económico de la Capital Federal para que concurra en una fecha próxima a prestar declaración indagatoria", indicó.

Asimismo, Bento explicó que por el momento no ha podido avanzar con la solicitud de excarcelación que elevó el abogado defensor del financista, Germán Soria. El abogado se presentó en la ciudad de Buenos Aires, en el juzgado federal de Marcelo Martínez de Giorgi, por donde ingresó el pedido de captura uruguayo, para pedir que la causa quede radicada en Capital. El juez porteño aún no resolvió.

En cuanto al proceso de extradición, Bento aclaró que aguarda documentación de Cancillería para avanzar. Vandenbroele tuvo la posibilidad de aceptar o denegar el pedido uruguayo, pero no fue informada su decisión por tratarse de un "expediente secreto".

El lunes el magistrado notificó a Vandenbroele de su situación judicial e informó que seguiría detenido, al menos, hasta determinar si lo libera, mientras se tramitaba también la extradición al vecino país, juicio que podría demorar meses y hasta años, hasta que atraviese todas las instancias.

Sobre el hombre de ciudadanía argentina y belga pesaba una circular roja, con orden de captura internacional, por pedido del juez uruguayo especializado en el crimen organizado Néstor Valetti, que busca tomarle declaración indagatoria desde hace un año por sospechas de lavado de dinero..