Lo que dejó la interpelación a Valeria Coussirat

El viernes, el cuerpo de consejeros escolares interpeló a Valeria Coussirat por presuntas irregularidades en el manejo de fondos del Consejo Escolar.
Como se informó en la edición de ayer, luego de la interpelación pasaron a un cuarto intermedio y por la noche decidieron extender hasta el martes la suspensión preventiva. Ese día decidirán el futuro de la consejera, es decir si la suspenden efectivamente, si le levantan esa sanción o si la destituyen.

La del viernes fue la primera interpelación a un consejero escolar en Azul desde el regreso de la democracia.

Antes de que Claudia Bustos, Patricia Quattrocchio, Néstor Álvarez, Gabriel Terra y Miguel Mugueta comenzaran a formular las preguntas a Coussirat, quien pidió la palabra fue su abogado. Lo hizo para informar que por Mesa de Entradas había ingresado por escrito el descargo de cada una de las presuntas irregularidades.

Además, aprovechó la ocasión para cuestionar lo actuado en el tema por el Consejo Escolar, desde donde se dieron a conocer públicamente esas presunciones en lo que consideró "un linchamiento público".

El abogado también advirtió que la concurrencia de él y de su defendida en la interpelación no implicaba convalidar lo actuado.

"Nadie me ayudó en nada"

La primera cuestión tratada fue la relacionada con la falta de legajo -exigido por ley- de algunos proveedores a los que se les solicitó facturación.

En este aspecto, Coussirat dijo no saber de ese faltante y apuntó, por primera vez en las casi 3 horas que duraría la sesión, hacia el secretario Técnico Diego Zaragoza. "Él es el responsable de recibir la documentación de los proveedores y tiene que informarme a mí si hay irregularidades", dijo, e inmediatamente deslizó que "oh, casualidad" ella salió de licencia "y hubo irregularidades".

Se le consultó luego por el ahora famoso proveedor que emitió 115 facturas correlativas por servicios prestados al Consejo. La pregunta fue concreta: si tenía vinculación o relación laboral con su esposo. "Sí, ha trabajado con mi esposo", fue la respuesta. Cuando se le advirtió que la ley prohíbe contratar a proveedores que tengan algún vínculo de esa naturaleza, simplemente dijo que "no sabía" y no quedó ahí, sino que agregó que "yo estaba de tesorera, no mi esposo".

También por primera vez en la mañana hablaría de gestiones anteriores del Consejo, cuando apuntó que se otorgaron trabajos en las mismas condiciones. "Pongamos todo el balance", pidió.

Le reclamaron entonces que dé nombres concretos, pero no lo hizo.

Al hablar de números y de cuánto había facturado ese proveedor, ya que excedió el monto máximo permitido a un monotributista, simplemente señaló que "ese es un problema del secretario Técnico".

Volviendo a cargar sobre Zaragoza, dijo textualmente que "tira la documentación en cualquier lado", dando a entender que trabajaba displicentemente.

Sobre por qué no advirtió al cuerpo el modo de proceder del secretario, simplemente marcó que "le daba otra oportunidad".

Y ahí, también por primera vez, arremetió contra el resto de consejeros al reclamarle que "yo estaba remando sola y no podía con todo. Nadie me ayudó en nada. Después es fácil salir a decir que hay irregularidades, pero me podrían haber ayudado".

"Me pedían todo y el tiempo no me alcanzaba"

Al ser consultada por qué había planillas de cotización firmadas en blanco por proveedores, sin que conste el monto de la obra, dijo que "me firmaban como recibido, para control interno mío".

Ante la sorpresa por esa respuesta, le preguntaron entonces si no sabía distinguir entre un recibo y una planilla de cotización. Coussirat respondió que sí sabía, pero que esas planillas no tenían validez, respuesta incorrecta ya que sí la tienen.

En lo que hace al control de las obras menores que se realizaron, marcó que "no pude presentar toda la documentación" y que nadie la había informado que debía hacerlo.

No obstante a la interpelación fue con un detalle de cada una de ellas.

Volvió una vez más su discurso a años anteriores cuando dijo que "en gestiones anteriores tampoco rendiciones de obras menores", sin embargo los demás consejeros dijeron que sí se habían hecho y le advirtieron que "no teníamos que avisarte que tenías que rendir al cuerpo las cuentas del Consejo".

En ese sentido, uno de los artículos de la ley de Educación es claro cuando establece las funciones del tesorero: debe elaborar y elevar al cuerpo y a la Subsecretaría Administrativa, conjuntamente con el Secretario Técnico, informes mensuales del estado de cuentas y balances trimestrales del movimiento ordinario de los fondos que administre el Consejo Escolar.

Le recordaron que la entonces presidenta Liliana Basile le requirió en repetidas oportunidades la información y nunca la obtuvo. "Lo estaba elaborando -dijo Coussirat-, me pedían todo 2012 completo y el tiempo no me alcanzaba".

"Me tendrían que haber avisado"

También se le preguntó a Coussirat sobre la obra de los baños de la Escuela Técnica N° 1. Existe sobre esto un acta en la que Basile dejó constancia que se adjudicó a un proveedor que no se había presentado a la licitación y que, posteriormente, se encontró un sobre cerrado supuestamente con otra oferta.

Coussirat explicó que se había suspendido el acto, aunque no obstante reconoció que no dejó constancia por escrito de la anulación. Lo mismo sucedió con otros sobres cerrados que se encontraron sin ninguna especificación. "Los inspectores de obra me tendrían que haber avisado que tenía que anular", se quejó y en una especie de defensa apuntó que los sobres encontrados "no los escondí y tampoco los abrí. No hay lado oscuro".

Volviendo sobre las obras, en lo que hace a la de colocación de pisos de la Escuela Técnica N° 1, un proveedor ganó la licitación pero sin embargo fue otro el que iba a hacerla.

En este punto intervino el proveedor Mariano Hermida, quien explicó que efectivamente había ganado la obra pero se la dejó a otro proveedor. No obstante, la obra se suspendió. Sostuvo que "de corazón" iba a hacer una parte de ella, por lo que no generaría ninguna erogación para el Consejo. Este tema no quedó demasiado en claro, ya que no se supo exactamente a qué parte de la obra se refería.

Rendición de cuentas y liberación de pagos

Sobre la rendición de cuentas de 2012, que sólo fue firmada por ella, Liliana Basile como presidenta y José Tedesco como secretario, apuntó que los demás no rubricaron el documento enviado al Tribunal de Cuentas porque "no pudieron controlar toda la documentación y había puntos que no estaban claros para ellos".

Cabe señalar que la rendición se presentó a los demás consejeros sólo 24 horas antes de enviarlo al Tribunal. Coussirat volvió a repartir culpas y a hablar de gestiones anteriores. Pero unos minutos antes, en plena interpelación, le alcanzaron a Patricia Quattrocchio un sobre cerrado conteniendo la cédula de notificación del Tribunal de Cuentas informándole que la rendición de cuentas del ejercicio 2011 había sido aprobada.

Otro tema tratado fue la liberación de pagos sin la firma de la presidenta Liliana Basile. En este punto la tesorera informó que José Tedesco era quien rubricaba los pagos junto a ella, aunque ante la insistencia de las preguntas reconoció que esto sucedía cuando Basile estaba sin licencia otorgada.

También habló de la mala relación entre Basile y Tedesco y marcó que "había situaciones extremas entre ellos y yo quedaba en el medio".

"Son errores humanos"

Cuando el temario ya se había agotado, una Coussirat emocionada hizo una especie de síntesis y sostuvo nuevamente que "no he tenido el apoyo y acompañamiento del cuerpo" y marcó para finalizar que "uno pone lo mejor, son errores humanos que no lo hice intencionalmente".

Ahora lo que resta es que el cuerpo se expida el martes próximo sobre el futuro de la tesorera suspendida, quien en la mayoría de las respuestas dejó al descubierto el desconocimiento que sobre su función tenía.

Además, según pudo saber este diario, en días sucesivos se convocaría a una nueva sesión especial para interpelar a otro consejero escolar que fue mencionado por Coussirat durante su derecho a defensa.

EL DATO

Pasados unos minutos de las 9 de la mañana, Valeria Coussirat llegó al edificio donde funciona el Consejo Escolar. Ingresó a la sala de sesiones sonriente y saludando de buen ánimo a quienes allí se encontraban.

Durante lo que fue la interpelación, estuvo acompañada por familiares y algún que otro allegado, que junto a algunos medios de prensa presenciaron el desarrollo de lo que fue su derecho a defensa. No pasó inadvertida la ausencia total de algún integrante del Departamento Ejecutivo, teniendo en cuenta que Coussirat ingresó como consejera escolar al ir en la lista que encabezaba el intendente José Inza.

Comentá la nota