"Hay que dejar abierta la posibilidad de sumar socialistas a Cambiemos"

Para el intendente José Corral, ese es un horizonte factible porque considera que el Frente Progresista y la coalición que lidera Mauricio Macri comparten electorado. Confía en que 2017 será "récord" en obra pública para la ciudad.

La recta final de 2016 puede ser vista también como punto de partida para las cruciales elecciones nacionales y locales del año próximo, en las que los santafesinos elegirán concejales y diputados nacionales.

José Corral, quien divide sus días entre la gestión de la Municipalidad santafesina y la conducción nacional de la UCR, principal partido socio de Mauricio Macri en Cambiemos, tendrá un rol relevante en esos comicios en lo nacional y en lo local.

En lo estrictamente municipal, deberá tener buen ojo para armar una lista de concejales lo suficientemente atractiva para ganar terreno en ese cuerpo deliberativo, cuya presidencia desde este mes está en manos del PJ. Y tendrá que definir si, como se ha especulado a lo largo de 2016, encabezará la lista de diputados nacionales de Cambiemos. "Ahí se plebiscitará la gestión de Mauricio Macri, por lo tanto el nombre de quien encabece la lista no es importante", relativizó el intendente en una nota de balance anual brindada a UNO, que también sirvió para bosquejar lo que será políticamente 2017 y en la cual apuntó un –cuanto menos– llamativo mensaje para el socialismo, aliado provincial en el Frente Progresista: "Aspiramos a que Cambiemos se fortalezca en la provincia y por qué no, que el propio socialismo, o sectores del socialismo, lo integren", disparó.

—¿Tiene decidido qué va a hacer el año que viene, si se presentará o no como candidato a diputado nacional?

—Voy a estar en el lugar que los vecinos me encomendaron, para resolver los problemas de la ciudad.

—Pero Cambiemos necesita de una figura de su peso para tener chances reales en la provincia.

—La elección de diputados nacionales va a ser también un plebiscito de la gestión de Mauricio Macri, para ver si el cambio va por el camino esperado o no. Por lo tanto, quien vaya en las listas, el nombre que las encabece, no es tan importante porque el argumento de campaña va a ser consolidar este rumbo y que hicimos bien en cambiar, en dar vuelta la página del kirchnerismo. Por supuesto, habrá que elegir a hombres y mujeres y hay muchos radicales que podrían serlo. Algunos conocidos, otros no tanto, pero vamos a hacerlo en acuerdo con el resto de los partidos de Cambiemos, y con el Presidente y su equipo.

—Muchos dicen que el Frente Progresista está acabado. ¿Usted qué siente?

—Estas preguntas tienen su respuesta en la gente. Esta demanda de cambio que había en el país es la misma que alimentó durante años a los que conformamos el Frente Progresista. El vecino que está con expectativa de que el Presidente logre reencauzar a la Argentina a la normalidad y logre sentar el diálogo, la institucionalidad, combata la corrupción y ponga la economía en marcha, es el mismo vecino que pide que cumplamos nuestro compromiso de campaña, que el gobernador Miguel Lifschitz cumpla el Acuerdo Capital. No veo una contradicción ahí. Eso está más en las camisetas políticas que en la ciudadanía. Por eso aspiramos a que esta expresión que es Cambiemos a nivel nacional se fortalezca en la provincia y por qué no, que el propio socialismo, o sectores del socialismo, lo integren. Hay que dejar abierta esa posibilidad.

—¿Pero esto que acaba de decir es algo que ya se ha hablado con algunos actores o es solo una expectativa suya?

—Lo dije el día que ganó Macri, busque las declaraciones en el UNO del 22 de noviembre de 2015. Me preguntaron cómo iba a ser mi relación con el Frente Progresista, por mi rol en Cambiemos. Dije que esperaba que todos entendiéramos este cambio que estaban reclamando los argentinos, y que los socialistas también lo entendieran. Y elogio al gobernador Lifschitz que logra muy buen diálogo con el gobierno nacional.

—Pero usted entiende el impacto que tiene una idea de ese tenor dentro del socialismo.

—Pero es una decisión del socialismo. Nosotros no le vamos a dar docencia a otro partido, pero el electorado que eligió a Lifschitz también confió en Macri. La gente que votó a Cambiemos es el electorado natural del Frente Progresista. Es riguroso en su evaluación y por lo tanto, no es un electorado cautivo. Hay que dar respuestas. Y si uno piensa en las respuestas a estos interrogantes no desde el comité, sino desde la sociedad, se da cuenta que la gente pide que trabajemos juntos, que nos unamos y me parece que en Santa Fe deberíamos pensar en un espacio de ese tipo.

Concejo y vetos

—El dato político del final del año fue que el PJ local unió sus partes y se quedó con la presidencia del Concejo. ¿Cómo imagina la relación con ese cuerpo en 2017?

—El Concejo en su conformación no cambió. De hecho esa mayoría que se conformó ya varias veces antes de la elección del presidente con los diferentes sectores –muy diversos la verdad– cercanos al PJ, ya había tomado algunas decisiones. Con algunas estuvimos de acuerdo y por lo tanto promulgamos, y otras no estuvimos de acuerdo y vetamos. Y digo más: incluso cuando fui presidente del Concejo el intendente Mario Barletta no tenía mayoría. Perfectamente vamos a llevar adelante las responsabilidades de cada uno, haciéndonos cargo de cada decisión en el marco del juego institucional que habilita la ley. Tomemos por ejemplo el presupuesto: fue votado por unanimidad pero la ordenanza que define los recursos con los que cuenta el municipio no fue la que mandó el Ejecutivo, sino que fue modificada en varios aspectos y decidimos que lo mejor era vetarla.

—¿Esa situación no lo obligará a usted a aplicar el veto de manera constante?

—Es parte del juego institucional. A mí me eligieron como intendente para tomar las decisiones que haya que tomar. Ojalá que nos podamos poner de acuerdo. Siempre celebramos el acuerdo. Los ha habido en estos últimos años.

Apuesta a la obra pública

—¿Qué puede esperar concretamente el santafesino en materia de obra pública en 2017?

—Será un año histórico porque se dan tres condiciones: esfuerzo y decisión del municipio para con recursos propios financiar obras; el Acuerdo Capital que está en marcha, junto al gobernador Lifschitz y un tercer aspecto: el diálogo cercano y maduro con el gobierno nacional. No hay más discriminación: a Santa Fe ya no le ocurre lo que le pasaba durante el gobierno kirchnerista, cuando estuvo vedada, con bolilla negra, afuera del listado de ciudades beneficiadas. Ahora hay una cercanía, un vínculo frecuente por mi rol en el radicalismo, lo que nos permite llevar a las primeras líneas del gobierno nacional nuestras demandas e inquietudes. Y esto ya se ve; estamos construyendo las viviendas de barrio Nueva Esperanza y del barrio de los Jesuitas, dos barrios para reubicar familias que sufrieron la inundación este año; y el desagüe Espora, cuya ejecución comienza. Los tres factores que menciono, dan un total de más de cinco mil millones de pesos de gasto estimado para el año que viene, que puede ser más si se concretan otros acuerdos ya en camino, que le van a dar mejor calidad de vida a los santafesinos, principalmente en las zonas con mayor exclusión. Vamos a generar empleo. La construcción genera mucho trabajo y emplea gente de nuestros barrios. Entonces también es un multiplicador de la economía.

—¿Y qué autocríticas hace de este año de gestión? Lo ayudo con dos puntos: Tren Urbano y cocheras de Parque Alberdi, que pasa el tiempo y no se concluyen.

—Respecto, del tren: no funcionó como nos hubiera gustado. Pero los proyectos nuevos siempre tienen obstáculos por superar. Y no todas las cosas salen bien. Estamos convencidos que ese recorrido, esa infraestructura la vamos a aprovechar. Estos últimos tiempos no fue noticia, porque anduvo. Eran máquinas del municipio y debíamos hacerlas andar. La mayor inversión en ese caso fue el arreglo del espacio público, que también los vecinos disfrutan. Y respecto a Parque Alberdi: la obra está quedando muy bien. Hubo demoras en el arranque de la obra que retrasaron todo. Además es una inversión privada, o sea, el perjuicio que puede ocasionar la demora en ponerse en funcionamiento ese lugar como playa de estacionamiento, lo tiene el privado, no el municipio, porque ya corre el tiempo de concesión. Pero la obra está quedando muy bien.

Lo que nos interesa a nosotros es que se cumpla con todos los aspectos, incluso con las correcciones que se hicieron en aquel tiempo de debate que nos dimos los santafesinos (N. de la R.: las protestas de ambientalistas y vecinos contra el proyecto), que incluyó una decisión judicial. Y ya ganamos unos 1.000 y picos de metros cuadrados de espacio público con la remodelación que se hizo en calle Tucumán. Esperemos que para febrero todo esté terminado.

—Una crítica frecuentes a su gestión es que se destinan más recursos al centro que los barrios.

—El 92% de inversión se destina a los barrios, de acuerdo al último presupuesto aprobado. Y cuando hablamos de barrios, nos referimos a todos los que están fuera de bulevares. Por eso, uno con los vecinos trata de hacer ejercicios porque los números son tan grandes, que la magnitud se pierde. Tomemos por caso el desagüe Espora: tiene cuatro kilómetros de recorrido y va a beneficiar a 70.000 personas de toda la Cuenca Flores, desde Estanislao Zeballos hasta Gorriti y desde 1º de Mayo al oeste, hasta el reservorio del Hipódromo. Total de la obra: 260 millones de pesos. Obra del bulevar: arreglo del cantero central, luminarias, bancos, nuevos cestos, una obra muy visible, muy bonita: 20 millones de pesos. Es decir, con lo que se destina solo al desagüe Espora haríamos 13 obras como la que estamos haciendo en bulevar.

El total de la inversión en desagües en la ciudad supera los mil millones de pesos, o sea, 50 veces la obra de bulevar. La repavimentación que estamos haciendo del macrocentro: 80 millones de pesos. Por el plan Hábitat en Barranquitas, en barrio Chalet, vamos a invertir 115 millones de pesos. O sea, lo que se destina solo a Barranquitas, superó todo lo que se va a gastar en reparar las calles del centro. Y el plan Hábitat incluye Chalet, Coronel Dorrego, que completan en total 700 millones. Hay mucho esfuerzo en obras que no se ven, pero que los vecinos de los barrios las reconocen.

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