Déficits gemelos, un fenómeno insostenible en el tiempo

Déficits gemelos, un fenómeno insostenible en el tiempo

La política llevada adelante por el Gobierno nacional intensifica los desequilibrios en la macroeconomía. Números rojos en el frente fiscal y en la balanza de pagos acrecientan los temores de cara al futuro. La opinión de los especialistas.

El expresidente Néstor Kirchner solía repetir que una de las acciones para que la Argentina saliera con éxito de la crisis de 2001-2002 había sido la posibilidad de consolidar por largo tiempo una serie de superávits desde lo fiscal y comercial, que sirvieron para introducir al país en la vía del desarrollo y el crecimiento.

Mauricio Macri asumió el poder con las expectativas de bajar el rojo en las cuentas públicas, algo que por el momento no ha podido realizar. Los últimos datos oficiales dados a conocer por el Ministerio de Hacienda que conduce Nicolás Dujovne dan cuenta de una realidad complicada, con déficits gemelos que amenazan con hacer eclosión en un futuro cercano.

Solo en el primer semestre de este año, el déficit fiscal, es decir, la diferencia negativa entre los ingresos y los egresos públicos, alcanzó los 14.066 millones de dólares, debilitando de esa manera las cuentas nacionales y también la ejecución de sus obligaciones respecto a la sociedad. Estos números marcan que el pasivo fiscal se incrementó en dicho período un 76% con respecto a 2016.

Especialistas consultados por diario Hoy advierten que el rojo en el asunto fiscal es el tema más preocupante de la Argentina porque está relacionado con la inflación, ya que esta y el déficit fiscal son dos caras de un mismo problema, teniendo en cuenta que la inflación es una de las maneras de financiar el pasivo en las cuentas públicas.

Según consideran diversas consultoras, el saldo negativo en las cuentas públicas a diciembre de este año podría alcanzar el 6% del PBI (Producto Bruto Interno), lo que terminaría siendo el tercero más elevado de la historia, apenas por detrás del llamado Rodrigazo en la década del 70, y del pico bajo el gobierno de Raúl Alfonsín que terminó con la hiperinflación a fines de los años 80.

Incremento inadmisible

La política ejecutada por Cambiemos a partir de diciembre de 2015 fue la de introducir grandes cambios en el sistema comercial, lo que llevó a que se liberaran las trabas existentes para la entrada de productos del exterior, ocasionándose graves problemas para la industria nacional.

De acuerdo a las cifras dadas a conocer por la cartera económica, el rojo comercial en el primer semestre del año trepó a los 2.613 millones de dólares, mostrando un agravamiento el pasivo que la Argentina tiene con su principal socio comercial, como lo es Brasil, con un rojo de US$ 4.500 millones.

Los consultores indican que el déficit de la balanza de pagos este año llegaría a los US$ 28.000 millones, lo que alcanzaría el 4,4% del PBI nacional, haciendo de esta situación algo insostenible en el tiempo, ya que, al recurrir el Estado nacional a un mayor endeudamiento, tanto externo como interno, origina una bomba de tiempo a punto de explotar. Este último punto, el de la toma masiva de deuda realizada por el macrismo, es lo que siembra más dudas entre los expertos de cara al corto y mediano plazo. La Argentina durante la era Macri se ha endeudado a un ritmo de cien millones de dólares por día, debiéndose abonar este año US$ 12.500 millones solo en materia de intereses, en referencia a nueva deuda emitida por la gestión de Cambiemos.

La situación es más grave si se tiene en cuenta que la deuda pública de la República Argentina, es decir, aquella que el Estado nacional tiene reconocida por medio de títulos, crecerá en este 2017 US$ 50.000 millones, representando solo el pago de intereses de la misma el 2% del PBI .

Estos desequilibrios en la macroeconomía hacen que el orden de prioridades de las autoridades muchas veces se invierta, destinándose, en el Presupuesto nacional al pago de la deuda externa, ocho veces más de lo que se le brinda a Ciencia y Tecnología, el triple de lo que se destina a Salud o el doble de lo que se le da a Educación, temas sensibles para el crecimiento argentino.

Los interrogantes creados por la política implementada por el Gobierno nacional, que genera déficits gemelos en las cuentas públicas, sumergen a la Argentina en un complicado panorama, con consecuencias impredecibles de cara al futuro cercano.

- US$ 50.000 millones crecería la deuda pública este año

- US$ 4.500 millones es el pasivo con Brasil, principal socio comercial del país

- US$ 14.066 millones fue el déficit fiscal en los primeros seis meses de 2017

- US$ 2.613 millones es el rojo comercial en el primer semestre del año

- 76% aumentó el pasivo fiscal este año con respecto a 2016

- 6% del PBI sería el saldo negativo en las cuentas públicas a diciembre

- 4,4% del PBI alcanzaría el deterioro de la balanza de pagos este año

- 2% del PBI representa el pago de intereses de deuda pública anualmente

 

“La Argentina se endeuda para financiar el déficit fiscal”

Claudio Lozano - Economista. Exdiputado nacional

“Estamos ante un gobierno que se ha quedado sin ideas y apela como única arma al endeudamiento externo. La Argentina se endeuda para financiar el déficit fiscal y para pagar las importaciones de productos que antes nosotros mismos producíamos en el país, lo que ocasiona un grave problema a futuro.

Los déficits gemelos que ha puesto en órbita la administración nacional, copiando viejas recetas ya fracasadas en la Argentina, hacen que el país se sumerja en un período de desesperanza y de bajas expectativas de crecimiento de cara al corto y mediano plazo.

En el manejo del rumbo de la economía, las autoridades profundizan el papel que tiene el endeudamiento, necesitando más de 50.000 millones de dólares de deuda pública. Esa nueva toma de deuda es el modo bajo el cual el Gobierno conduce los términos del ajuste en el país.

Balanza de pagos negativa, cuentas comerciales en rojo, dependencia extrema del capital extranjero, fortalecimiento de las grandes empresas en detrimento de las pymes y un deterioro notorio de la industria nacional son factores que han llevado al límite a la economía argentina, que tiene un futuro oscuro de cara a los próximos meses”.

“Se apoya el crecimiento con una suba considerable del gasto público”

Ramiro Castiñeira - Economista jefe de Econométrica

“El Gobierno se encuentra bajo una paradoja muy grande, donde se pretende bajar el déficit como proporción del PIB creciendo, pero apoyando ese crecimiento con una suba considerable del gasto público. De esta manera, se entra en un callejón del que será muy difícil salir si no se instrumentan las medidas necesarias para crecer en forma justa.

La gran realidad es que la Argentina todavía tiene que hacer tareas para que venga la inversión. Se hizo mucho en muy poco tiempo, pero aún falta saber cuál va a ser el programa financiero del Gobierno nacional y del consolidado de las provincias. Al mismo tiempo, resta conocer el compromiso de la gestión actual en la reducción del déficit fiscal, que no deja de ser la esencia básica de la inflación en el país, y de la demanda de colocación de deuda para su financiamiento.

A la complicada situación fiscal se le suma un rojo en la balanza comercial por el regreso de la Argentina al mundo financiero internacional, que genera un complejo panorama de cara al futuro, debiendo el Gobierno prestar más atención a las necesidades de la industria nacional, por ejemplo ideando una reforma impositiva que le dé lugar a la necesidad de la producción local”.

“Al país le esperan más dudas que certezas”

Arnaldo Bocco - Expresidente del Banco Central

“En el gobierno de Mauricio Macri puede haber gente algo ingenua que pensó que generar déficits gemelos podía no llegar a tener consecuencias en la sociedad. Sin embargo, el grueso de la administración sabe que algo así impacta desigualmente en los sectores más pobres y más ricos.

A esto se le agrega el escenario recesivo en el que está sumergida la Argentina, lo que llevará a las autoridades económicas a emitir una mayor cantidad de deuda, con un aumento del déficit fiscal y comercial. En este marco, al país le esperan más dudas que certezas de cara al corto y mediano plazo.

El déficit fiscal aumenta de forma descomunal y este crecimiento hace que a su vez se incremente el nivel de deuda que toma la Argentina. A esta altura, ya nadie se engaña y todos sabemos que Macri vino a implementar un modelo económico que se basa en gobernar con deuda, en donde sin endeudamiento las cuentas fiscales no cierran. Además, al permitir la entrada sin controles de las importaciones, la principal damnificada es la industria nacional.

Que una economía tenga que colocar deuda para respirar marca que se está en un momento complicado. El Gobierno considera que no hacer el ajuste va a tener costos”.

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