Un default podría hacer que las reservas caigan a u$s 20.000 millones

En 2015, podrían caer hasta u$s 15.000 millones. En cambio, una negociación con los buitres las llevaría a u$s 30.000 millones este año y a u$s 32.000 millones el que viene.

A pesar de que hoy el gobierno se reunirá con el mediador que nombró el juez Thomas Griesa para llegar a un acuerdo en el pago de la sentencia favorable a los fondos buitre y de que el mercado prevé una salida negociada, la probabilidad de default es parte de los cálculos.

Los analistas consultados coinciden en que las consecuencias de esta cesación de pagos serían menos traumáticas que las sufridas en 2001 (por un menor sistema financiero, menor exposición a los flujos de moneda extranjera, porque los contratos se romperían con acreedores extranjeros no residentes y el gobierno puede intensificar su política fiscal expansiva), pero el efecto sobre la economía sería sensible.

Las reservas podrían caer este año hasta u$s 20.000 millones (hoy en u$s 29.500 millones) y el año que viene, a u$s 15.000 millones, ya que la restricción de divisas sería mayor si la nación, las provincias o las empresas no pueden obtener financiamiento internacional. En tanto, una brecha cambiaria del 70% y una inflación del 40% presionarían sobre las tasas de interés y harían caer el producto bruto interno en un 2%.

En cambio, negociar con los buitres antes del 30 de julio, que es cuando vence el bono Discount, no resolvería los problemas que atraviesa la economía actual -atraso cambiario, déficit fiscal, alta inflación- pero aliviaría la restricción externa: las reservas podría ascender hasta u$s 30 mil millones este año y u$s 32 mil millones en 2015.

Según el Estudio Broda, un default podría llevar las reservas a u$s 20.000 millones este año, al anularse el financiamiento externo y disminuir la inversión extranjera. “Para evitar una crisis de reservas que podría precipitar una crisis macroeconómica (con desplome de la actividad), es probable que el gobierno de Cristina de Kirchner intensifique el cepo y los controles de importaciones”, el cual tendría efectos recesivos, dice en un informe. En cambio, un acuerdo las llevaría a u$s 29.000 millones.

El 2015 se haría mucho más cuesta arriba. Para Econviews, un default llevaría las reservas hasta los u$s 17.000 millones partiendo de los u$s 24.000 millones de este año. “No sería tan dramático porque todavía habría márgenes pequeños para evitar una típica crisis de balanza de pagos”, dijo Eric Ritondale, economista jefe de la consultora.

Un acuerdo, en cambio, permitiría que las reservas saltaran a u$s 32.000 millones el año que viene (“podría hacerse un rollover del Boden 2015”, dijo Ritondale) partiendo de los u$s 30.000 millones a fin de este año.

Para Fausto Spotorno, economista jefe del Estudio Ferreres y Asociados, el año que viene las reservas se gastarán en pagar las importaciones, pero no pasarán de su piso de riesgo, los u$s 15.000 millones, si el país entra en default, que, a su vez, puede tener grados, según explicó: que sólo sea por la deuda bajo ley extranjera o que también se incumpla la que está bajo legislación local.

Un default haría caer los bonos, lo que dispararía el contado con liquidación y, por lo tanto, el blue (a unos $15), según explicó Spotorno, ampliando la brecha cambiaria al 70%. Y el atraso cambiario presionará sobre las tasas de interés para llevarlas por encima del 40%.

Para Econviews, la brecha cambiaria se ampliaría al 60% en default o bajaría al 20% con un acuerdo, ya que el tipo de cambio oficial se movería a $ 10,4 o $ 9,3 a fin de este año. El traspaso a la inflación la llevaría cerca del 40%. Y las tasas de interés escalarían al 30-32% en default o por encima de 25% ante un acuerdo. “No creemos que suceda un plan de estabilización, y que seguirá la inercia inflacionaria y la monetización del déficit”, dijo Ritondale respecto de un escenario de acuerdo.

La economía ya iba a caer este año 1,5% sin importar el desenlace con los holdouts, porque la actividad estuvo sentenciada por su desempeño en el primer semestre, pero el default profundizaría la caída al 2%.

En 2015, sin financiamiento, tasa más altas, mayor brecha cambiaria y menor competitividad, el PBI caería 1,5-2% en default o crecería 0,5% en condiciones normales, según Ferreres. O cedería 0,8% en default o crecería 3% si se negociara, según Econviews.

Y el desempleo podría subir al 10%.

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