Declaran monumento histórico a la Casa de Gobierno de Tucumán

Declaran monumento histórico a la Casa de Gobierno de Tucumán
La Casa de Gobierno de Tucumán (foto) fue declarada monumento histórico nacional a través de un decreto rubricado por la propia presidenta de la Nación Cristina Fernández de Kirchner, según lo publicado en la jornada de ayer por el Boletín Oficial.

La Casa de Gobierno de Tucumán (foto) fue declarada monumento histórico nacional a través de un decreto rubricado por la propia presidenta de la Nación Cristina Fernández de Kirchner, según lo publicado en la jornada de ayer por el Boletín Oficial.

El actual Palacio de Gobierno fue construido para reemplazar al antiguo Cabildo, que albergaba a las autoridades de los tiempos de la colonia: era residencia del gobernador, casa de justicia, sede de la policía y cárcel. Para su construcción se emplearon, además del solar perteneciente al antiguo Cabildo, los de dos antiguas viviendas, pertenecientes al doctor Próspero García y a Don Tiburcio Molina.

En el año 1906, durante la gestión del gobernador Juan Luis Nougués, se autorizó al Poder Ejecutivo a encargar los planos para un edificio destinado a reemplazar a la entonces sede de la administración provincial.

De esta forma, el edificio fue inaugurado el 9 de julio de 1912 por el gobernador José Frías Silva con la presencia del presidente Roque Sáenz Peña. El proyecto, encargado al ingeniero porteño Domingo Selva, tuvo por objetivo expresar arquitectónicamente los logros alcanzados por la sociedad tucumana del período.

En los considerandos del decreto número 2617/2012, se destaca que la volumetría del edificio, su retiro de la línea municipal y la incorporación de jardines con plantas exóticas rompen la continuidad de las fachadas de las envolventes de la plaza Independencia.

Además, se recuerda que en el año 2005 el Palacio de Gobierno fue declarado bien del Patrimonio Cultural de la Provincia a través de la Ley 7.535.

El edificio, estilísticamente, combina formas del barroco francés con reminiscencias del clasicismo italiano, y su resolución espacial responde a un criterio renacentista de planta en cruz griega.

En tanto, el Salón Blanco -el más imponente de toda la estructura ubicada en 25 de Mayo 90- está totalmente espejado y decorado con pinturas en tela del artista valenciano Julio Vila y Prades adosadas al cielorraso.

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