Con los líos domésticos propios de una familia ensamblada, aquí se le deben sumar principios políticos e ideológicos, que resultan incompatibles y dirimir las diferencias en las PASO aparece como el único e irreversible camino. No surge con claridad pese a las informaciones recabadas dentro de un celoso hermetismo, si el PRO (gobierno + poder + billetera) permitirá que una lista corta de la UCR esté integrada a CAMBIEMOS o si se la elimina del espacio, lo cual sentaría un precedente de difícil retorno.

Lo que algunos llaman directiva de la gobernadora María Eugenia Vidal, otro prefieren bajarla como una orden, lo cual es otro obstáculo para cerrar el acuerdo, señalan los interlocutores. El caso singular de Mar del Plata es un replay de lo que ocurrió con Facundo Manes, un candidato radical que le gusta al PRO pero que le facturan a la UCR.

No hay que dejar de tener en cuenta, que según información brindada por Roberto García en su programa La Mirada, María Eugenia Vidal le ofreció a Ricardo Alfonsín encabezar una lista de unidad, lo cual fue rechazado por el diputado nacional, como así también un destino como embajador en Francia dentro de las negociaciones lo cual también fue descartado de plano. Esto viene a colación, para entender hasta dónde se han corrido de los límites de un posible acuerdo de una sola lista común.

A lo ocurrido con Martín Lousteau, lo califican como una proscripción de la UCR en el ámbito de la Capital Federal para impedir la instalación de una eventual candidatura a jefe de Gobierno de CABA en el 2019, es decir hacerle sombra a Rodríguez Larreta. Estos antecedentes colocan en serio apremio el cierre de las listas en los distritos municipales, donde no existen acuerdos como en General Pueyrredon.

Anoche al cierre de una agotadora jornada que se disparó una vez comunicada la decisión de la jefa política del PRO bonaerense, las conversaciones estaban casi definitivamente estancadas y un ofrecimiento de máxima consistía en cederle el segundo lugar en la lista que encabezaría Baragiola a Sebastián Puglisi. En ese contexto para mejorar el acuerdo y luego pasar al 1 x 1 en la lista, es decir un lugar para cada uno de los integrantes de la coalición electoral. Esa posibilidad sería plenamente rechazada, lo cual daría por agotada esta instancia de diálogo, aunque la disputa verbal ha llegado a límites y exabruptos que harían poner colorado al propio Juan Manuel Lugones, el hombre que lucha desde la APREVIDE contra los más caracterizados barrabravas del fútbol argentino.

En definitiva, surgen en un pelotón indefinido los nombres de Sebastián Puglisi, Carlos Aramburu, Florencia Ranellucci, Stella Maris Marinier, como los más probables, y a la distancia aspirantes como Mauricio Loria y Juan Ignacio Tonto, estos propuestos por el intendente, todos los demás están distanciados en un esquema de orden que lejos está de ser consolidado, con lo cual estas líneas pueden tener una vigencia efímera.

En síntesis Carlos Arroyo impulsa a Baragiola, a quien la UCR no la reconoce como su candidata y el PRO pretende pagar así a Agrupación Atlántica y a los radicales, apareciendo recién en un tercer lugar, mientras que el primer candidato del intendente estaría (y en principio) en el cuarto lugar en la grilla. Para la gobernabilidad del intendente Arroyo, ya excesivamente desgastada, la lista unidad es imprescindible e impostergable, dada su condicionada figura por diversos motivos públicamente conocidos.

Ya han comenzado tallar otros nombres de una lista corta de la UCR “Ya la estamos armando en el comité” se le escuchó decir a un excluyente referente, en el acto donde María Eugenia Vidal, aislada con Marcos Peña, Guillermo Dietrich y Carlos Arroyo, en la fría mañana del anuncio del Metrobus en la Plaza de las Provincias.

Como se podrá observar no sólo hay una pelea por el espacio, sino también por el lugar del mismo, la crema son los que eventualmente puedan entrar y no hay lugar para todos, la materia es impenetrable (ningún cuerpo puede ocupar el lugar de otro). Si la UCR hace interna entre dos, cómo contenerla en una coalición, donde además la integran la Agrupación Atlántica, el PRO, la Coalición Cívica y el Partido FE.