"Decían que me golpeaban para sacarme el demonio"

En el inicio del juicio contra la periodista y el falso pastor, acusados de haber mantenido cautiva a Sonia Molina en Coronel Suárez, la víctima relató pormenores del infierno que le tocó vivir durante tres meses
Sonia Molina confirmó hoy ante los jueces su denuncia de que fue secuestrada, mantenida en condiciones infrahumanas, golpeada y abusada por la pareja integrada por la periodista Estefanía Heit y el supuesto pastor Jesús Olivera, en la primera jornada del juicio que se sigue por el caso, ocurrido en la localidad bonaerense de Coronel Suárez.

"Supuestamente me golpeaban para sacarme el demonio de adentro", aseguró la mujer respecto de la justificación de sus captores en el momento de los abusos, al tiempo que afirmó que la mantenían con un vaso de agua al día, comida de perros, polenta y sobras. También confirmó, en una declaración en la que se quebró varias veces, que en la última parte de su cautiverio ya no tenía ropas, y que utilizaba las que desechaba Heit e inclusive algunas prendas de Olivera.

Contó que fue abusada tantas veces que no recordaba la primera vez y que en una ocasión la obligaron a comer excremento de perro. Sostuvo que en una ocasión, anterior a su fuga, había logrado escapar y alejarse 15 cuadras de la casa en la que la mantenían cautiva, pero fue atrapada y golpeada violentamente.

El juicio comenzó a celebrarse este lunes en el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) número 1 de Bahía Blanca, integrado por los jueces Mario Lindor Burgos, Hugo de Rosa y Elena Baquedano, y en el mismo se prevé que declaren al menos 80 testigos.

Dos de los testigos que dieron su declaración esta jornada fueron una taxista que la encontró cuando pudo liberarse de los captores, que confirmó que estaba golpeada, sucia y desesperada, y una mujer que trabajaba en un hotel donde previamente se había hospedado antes de desaparecer.

Heit y Olivera se ubicaron en el sitio de los acusados junto al abogado Claudio Lofvall. La periodista es imputada de "reducción a la servidumbre, lesiones graves y estafas", mientras que su esposo está acusado de los mismos delitos más el cargo de "abuso sexual".

En tanto, el fiscal Eduardo Zaratiegui, antes del juicio, adelantó que mantendrá la acusación de "tentativa de homicidio" para ambos. Al culminar la primera audiencia del juicio, sostuvo que en el caso "hubo una captación de la voluntad del falso pastor y luego se transformó en un secuestro". "Si bien son ambos coautores de las estafas, era Olivera el que llevaba la voz cantante. Su rol era principal", indicó.

Además, el fiscal relató que el balance de la primera jornada "ha sido positivo, Molina reiteró sus declaraciones y los demás testigos corroboraron su declaración. El aspecto en el que se encontraba". Advirtió, incluso, que "las penas son muy gravosas", aunque prefirió dejar ese tema para cuando lleguen los alegatos.

Por su parte, el abogado Gustavo Avellaneda, quien asiste a Molina, señaló: "Hoy tuvimos la oportunidad de escuchar la odisea que tuvo que vivir. Perdió todo, hasta su propia dignidad". "Nadie piensa que puede ser capaz de hacer esto (en referencia a Olivera), pero detrás de esa fachada se puede encontrar a quien hizo tanto daño a Molina", dijo.

Además, el letrado se refirió a las pruebas que existen en el caso y dijo: "Entiendo que hay una cuestión que tiene que ver con lo científico, con las pericias, cómo se la encontró a Molina, que pesaba 45 kilos. Objetivamente hablando, estamos ante una persona que ha sido víctima".

Heit, de 29 años, y Olivera, de 28, fueron arrestados en noviembre pasado cuando Molina, oriunda de la provincia de Río Negro, denunció que había escapado de su casa tras permanecer cautiva en condiciones infrahumanas durante tres meses.

Molina, de 33 años, dijo que la pareja la sometió a tormentos y abusos, que la despojaron de todos los bienes, mientras alegaban motivaciones religiosas, ya que Molina se adjudicaba el título de pastor. La parte acusadora apunta a que las acciones contra Molina tenían por fin que le entregara a la pareja unos terrenos de su propiedad.

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