Decepcionado, Brasil modera su apoyo al chavismo

Brasil, la mayor economía y potencia diplomática de América latina, moderó su apoyo al presidente venezolano, Nicolás Maduro, decepcionado por su forma de manejar los crecientes problemas económicos y las protestas de la oposición.

En general, la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, continúa siendo una aliada de Maduro. Pero está cada vez más decepcionada por algunas de las medidas del líder bolivariano y atenuó el respaldo más entusiasta que caracterizó las relaciones de Brasil y Venezuela bajo la gestión del fallecido Hugo Chávez, según dos funcionarios cercanos al gobierno de la presidenta.

En particular, Rousseff teme que la reciente represión de las protestas callejeras y el rechazo de Maduro de entablar un diálogo con líderes de la oposición empeoren la crisis política en Venezuela. Y un deterioro de la situación política, además, podría poner en peligro los intereses de empresas brasileñas en Venezuela, como el conglomerado Odebrecht SA.

El cambio de posición no implica mayor apoyo a la oposición venezolana, enfatizaron las fuentes. Y añadieron que el principal objetivo de Brasil es alentar la democracia y la estabilidad económica en la región.

El ejemplo más claro del cambio de actitud de Brasil se dio durante una reunión de líderes regionales para la asunción de la presidenta chilena, Michelle Bachelet.

Maduro había dicho que quería que los presidentes de la Unasur aprovecharan la cita para reunirse y emitir una declaración conjunta de apoyo a su gobierno. Pero Rousseff se mostró indiferente a la idea y dejó Chile apenas horas después de la asunción de Bachelet. Maduro cambió sus planes y canceló su viaje a Santiago.

Al día siguiente se reunieron los cancilleres de la Unasur y se abstuvieron de apoyar a ninguna de las partes. Condenaron la violencia y expresaron "condolencias" a las víctimas, al pueblo venezolano y, por último, al "gobierno elegido democráticamente".

A diferencia de un comunicado similar divulgado por la Unasur tras la apretada elección de Maduro hace un año, la declaración no mencionó al presidente por su nombre.

Igual que hizo Chávez en el pasado, Maduro buscó apoyo de la región en tiempos de crisis. El comunicado más favorable de la Unasur en abril del año pasado fue crucial para apuntalar su legitimidad, tras las disputadas elecciones presidenciales.

En las últimas semanas, los gobiernos de México y Perú instaron a Maduro a hablar más con la oposición. Otros, como el de la Argentina y el de Nicaragua, ofrecieron un apoyo más incondicional al presidente venezolano.

El tamaño económico y su papel como modelo de una izquierda pragmática en América latina convierten a Brasil en una especie de árbitro. Henrique Capriles, principal líder de la oposición venezolana, dice que el gobernante Partido de los Trabajadores (PT) tiene el tipo de políticas que él aplicaría si fuera elegido presidente, aunque su coalición incluye elementos más conservadores.

Ambos bandos están ansiosos por lograr el apoyo de Brasil y las señales enviadas por Rousseff son seguidas de cerca.

Muchos opositores en Venezuela expresaron su ira porque Rousseff no condenó explícitamente a Maduro por la reciente violencia que dejó por lo menos 37 muertos, entre partidarios de ambos bandos y fuerzas de seguridad. Rousseff quiere tener vínculos constructivos con la oposición, pero dejó claro que ni ella ni los otros líderes de la región tolerarán un intento no democrático de destituir a Maduro, como el golpe de Estado que derrocó brevemente a Chávez en 2002. Por eso, durante su breve visita a Chile para la asunción de Bachelet, Rousseff se reunió en privado con el vicepresidente norteamericano, Joe Biden, y le pidió la ayuda de Washington para garantizar que la oposición venezolana no haga nada radical, según dos funcionarios.

Otro factor detrás del cambio de Rousseff son las elecciones de octubre, en las que buscará la reelección. Líderes empresariales brasileños están atentos a su actitud ante la crisis en Venezuela para determinar cuán izquierdista es en algunos temas, incluida la economía. Sus dos principales rivales la criticaron reiteradas veces por no ser lo suficientemente dura con Maduro.

DEMANDA CONTRA CABELLO

El presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Diosdado Cabello, fue demandado en un tribunal de Miami por presuntamente haber recibido millonarios sobornos de una firma venezolana de ingeniería. La demanda fue interpuesta la semana pasada por Thor Halvorssen Mendoza, venezolano y presidente de la organización Human Rights Foundation (HRF), con sede en Nueva York. En ella "se aportan pruebas de que Cabello recibió 50 millones de dólares en comisiones ilegales por sus conexiones con la empresa Derwick Associates Corporation", dijo una fuente cercana al demandante..

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