Un debate necesario entre reuniones fallidas

Un debate necesario entre reuniones fallidas

El Ministerio de Trabajo convocó a una mesa de diálogo a todo el sector pesquero para mejorar la actividad. No dejó entrar a la prensa porque se trató de una audiencia de conciliación entre Simape y una empresa del director de pesca Provincial.

 

Las nuevas autoridades provinciales y nacionales apuestan al diálogocomo forma de revertir la inactividad que muestra el sector pesquero marplatense. Pero a veces la ansiedad o el desconocimiento de quienes ofician de nexos entre los funcionarios y los medios de comunicación generan situaciones bizarras como las que ocurrieron el lunes por la mañana en la sede de la Delegación local de la cartera laboral bonaerense

“El Ministerio de Trabajo de la Provincia de Buenos Aires convocó a los actores sociales de la actividad pesquera a una audiencia el lunes 22 a las 9…, a fin de brindar un espacio de diálogo para superar problemáticas del sector”, había anticipado una representante del área Comunicación de la Provincia durante el fin de semana.

“La Provincia continuará haciéndose presente por expreso mandato de la gobernadora María Eugenia Vidal en las mesas técnicas de esta actividad ya iniciada por los Ministerio de Trabajo y Agroindustria, cuyo próximo encuentro será realizado el día 14 de junio”, completaba el anuncio.

Varios medios de la ciudad acudieron a la cita para reflejar detalles del encuentro. Sorpresivamente la delegada, Liliana Goyeneche, no permitió el ingreso de la prensa. Tal vez para convalidar su adhesión al nuevo gobierno, la ex funcionaria sciolista, ni siquiera autorizó que reporteros gráficos tomen imágenes de la reunión.

Era rara la conducta de la autoridad ministerial porque hace unas semanas el ministro de Agroindustria, Leonardo Sarquis, junto con el de Trabajo, Marcelo Villegas, se reunieron primero con referentes de cámaras empresarias de la pesca y luego con gremios vinculados a la actividad, para anticiparles justamente ese espacio de trabajo desde donde comenzar a buscar soluciones que permitan al sector recuperar nivel de operatividad. Y hubo foto y comunicado tras reunirse con el Indentente.

El Ministro de Trabajo planteó la necesidad de actualizar el convenio colectivo de trabajo 161/75 como forma de adaptar el marco laboral a la realidad de la industria en el nuevo siglo. Las empresas sufren con un alto nivel de ausentismo –promedia el 30%- y confiesan que en las condiciones actuales nadie quiere incorporar nuevos trabajadores bajo convenio. “Nadie quiere sumar problemas”, definió un industrial a la salida de la reunión

La patronal pretende un régimen similar al que rige en la industria de la construcción, con una bolsa de empleo manejada por el sindicato, todos registrados, donde acuden cada vez que necesitan tomar gente y la relación se mantiene hasta tanto la empresa disponga de materia prima para procesar. En los períodos que no es convocado a trabajar, el obrero cobra un fondo de desempleo, al que aportan todas las empresas que utilizan el sistema.

En el SOIP rechazan de plano la iniciativa. “No vamos a tener 3 convenios”, refuta Cristina Ledesma. El último, en realidad es un anexo, pensado para PyMES en el 2007, sumó muchos obreros que antes estaban en cooperativas pero no terminó con la precarización.

Nunca en el gremio reconocerán públicamente el alto grado de ausentismo ni el rechazo de algunos obreros a perder la asignación universal por la registración. “Los empresarios no quieren pagar cargas sociales por eso no registran”, subraya la Secretaria General. “La pesca no es un edificio que comienza y termina; procesan merluza todo el año”, resume.

En este escenario de posiciones que asoman inflexibles, abrir un espacio de diálogo que le permita a la industria encontrar una base de acuerdos comunes desde donde comenzar a desarrollarse es tan indispensable como necesario.

De ahí que el comunicado oficial del Ministerio informando de la reunión prevista para el lunes generara expectativas. Más cerca en el tiempo, el diputado Guillermo Castello también se reunió con la patronal y escuchó los reclamos más urgentes que a su juicio necesitan para que la pesca marplatense vuelva a crecer de la mano de nuevas inversiones y la generación de más trabajo.

“Se tiene que terminar la industria del juicio, la quema de gomas como apriete. El Ministerio de Trabajo debe recuperar su rol de equilibrio. Hay que acordar una paz social a 10 años. Acá nadie sabe cuál es su costo de producción”, le dijeron al legislador.

Castello se debe haber ido aturdido de la reunión porque el comunicado que distribuyó a los medios nada dijo de todos estos planteos. Apeló a los reintegros de exportación que reciben los puertos patagónicos, a la necesidad de hacer el repaso del dragado. Y al diálogo. “Acá no hay magia; con fotos no se arregla”, dijo uno de los asistentes más críticos cuando leyó en los portales el resumen que había enviado el Diputado.

Volvamos al lunes. Sala de espera en el primer piso de la Delegación. Los periodistas insisten y ponen caras largas para que los dejen entrar a la reunión. Goyeneche se mantiene inflexible. “Hay orden que no pueden sacar fotos ni tomar imágenes”, reitera una trabajadora del ministerio.

La Delegada tenía razones fundadas para no permitir que se conozcan detalles de la reunión. Porque no solo no había llegado ninguna autoridad “por expreso mandato de la gobernadora María Eugenia Vidal”. Tampoco había referentes sindicales ni de cámaras empresarias. En realidad no había tal reunión.

“Tuvimos un error en la comunicación. Lo que hubo fue una audiencia de conciliación por un conflicto entre una empresa pesquera y un gremio”, me confió una fuente de la Delegación cuando los medios ya se habían ido. Cómo una simple audiencia se transforma en una “mesa de diálogo multisectorial” creo que es fruto de la necesidad de mostrarse despabilados. Y de vender un poco de humo, claro.

Lo paradójico es que estaba involucrado El Marisco, empresa pesquera a la que pertenece Francisco Di Leva, el nuevo director de Pesca de la Provincia de Buenos Aires. Si el funcionario bonaerense hubiese querido que la audiencia en el marco de la conciliación obligatoria que celebró con el Simape pasara desapercibida, las cosas no podrían haber salido peor.

La diferencia del gremio con la pesquera viene de larga data. Desde el sindicato reclaman por la actualización de un bono por viaje que la pesquera abona a sus 50 tripulantes, y que no se modifica desde hace cuatro años. “Pagan 1500 pesos por marea cuando otra empresa, en un barco similar, paga $2900”, contó un allegado a Pablo Trueba.

La semana pasada un grupo de manifestantes prendió gomas y destrozó el portón de acceso de “Sebastian Gabotto”, una PyME de “El Marisco” en Vértiz 3175. Además de no actualizar el bono, el gremio denunció que la pesquera no pagaba el aumento salarial. Otra vez el piquete y las gomas encendidas como herramienta para la solución de conflictos. “Nuestro país tiene garantías para plantear sus reclamos ante las autoridades correspondientes” dijeron a dúo CEPA y CaIPA, las cámaras empresarias de frigoríficos procesadores a través de un comunicado. Nada que no le hayan dicho a las nuevas autoridades.

En la reunión de conciliación participó el Dr. Fernando Rivera, abogado de El Marisco. “La empresa cree que no le corresponde actualizar el bono porque en este tiempo el gremio no tuvo personería gremial”, dijo el letrado.

Si bien el Simape durante estos años no pudo negociar acuerdos colectivos, en el gremio creen que el bono forma parte de los acuerdos individuales por empresa. Hasta tanto no lo paguen, los buques están retenidos al muelle.

Rivera anticipó que la reunión de la “mesa de diálogo” anticipada a los medios por la cartera laboral bonaerense, se llevará a cabo en la segunda semana de junio. Por las dudas aviso que la audiencia del lunes entre El Marisco y el Simape pasó a un cuarto intermedio. Para evitar futuros malos entendidos.

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