RP.- ¿Qué significa el Proyecto X?

En primer lugar, las denuncias, testimonios y pruebas de que acá hay un acto de espionaje, de infiltración o de persecución hacia activistas obreros, son abrumadoras. Todo esto ya es indiscutible y me parece importante poner de relieve porque hace poco Aníbal Fernández se mandó también otra de sus barrabasadas, pero está claro que en torno a esto también se ha desatado una crisis política. Ahora Garré ha removido algunos funcionarios, pero la intención fundamental es preservar este proyecto, ésta tarea de infiltración y provocación por parte de la gendarmería.

Es muy significativo que las tareas de infiltración se hayan hecho sobre activistas, delegados, militantes obreros. Todo esto está hecho sobre el caso de Kraft, que ha terminado con causas abiertas y procesos contra los principales delegados del conflicto y dirigentes políticos como Pitrola y Ripoll, quienes fueron a apoyar esta lucha. Hace poco fueron desestimada, pero siguen las acusaciones contra los de la fábrica.

Hay una relación directa entre la acción de provocación y filtración de la gendarmería del Proyecto X con el ataque a las agrupaciones combativas y democráticas.

Por otro lado, hay una suerte de combo con la ley Antiterrorista. Son tareas de acopio de datos, de fabricación de pruebas truchas, y la aplicación de la normativa que está dirigida a criminalizar la protesta social. Además, sale en un momento muy particular porque atravesamos un ajuste muy fuerte que tiene que ver con la política que ha tomado el gobierno en relación a la política internacional.

La otra conclusión que me parece importante tiene que ver con que la gendarmería es la niña mimada de la política de seguridad de Garré. Y es la encargada de filmar y espiar a los obreros y a los luchadores sociales. El Proyecto X tipifica entonces hacia dónde va la política gubernamental. El gobierno, frente a los reclamos de los obreros actúa por la vía de la infiltración, de la provocación y de la criminalización de la protesta.

RP.- ¿Cómo salió a la luz el tema?

Hubo una denuncia motorizada por Myriam Bregman por la interna de Kraft. Ellos tienen filmaciones en donde se ve a gente de civil grabando las manifestaciones. El acopio de pruebas y denuncias es muy amplio porque en las propias asambleas identificaban a la gente.

No es solamente el registro de información, sino el acopio, el montaje y la infiltración de civiles con el objetivo de determinar un curso judicial. Es una denuncia muy fuerte porque mientras que la presidente hace silencio de radio, Garré ha removido a la cúpula. Pero es cambiar algo para que no cambie nada. Ella dice que va a investigar, pero hablamos de un gobierno que presume de los derechos humanos y sacó la ley Antiterrorista, y al mismo tiempo infiltra y hace inteligencia para perseguir a los activistas populares.

RP.- ¿A vos te parece que la ministra Garré podía no estar al tanto de esta situación?

Garré es la jefa política de este operativo. Ella y la presidenta. Es una decisión del gobierno y del Estado. ¿Podría estar la presidenta ajena a que Gerardo Martínez había sido integrante del batallón 501 en la dictadura?. No. Este proceso, como otros de infiltración, viene de la cabeza del estado. Y la responsable inmediata es Nilda Garré. Lo otro es una impostura para contener y deformar.

RP.- ¿Se sabe desde cuándo se están realizando estas tareas de espionaje?

Lo que está registrado tiene que ver con el conflicto de Kraft, así que se remonta por lo menos a dos años atrás: incluye manifestaciones, reclamos, cortes. Pero no creo que se circunscriba a ese caso. Acá es porque hay comprometidos dirigentes públicos, pero gendarmería actúa en todo el país. Lo de Kraft es la punta del iceberg.

RP.- ¿Qué reclamos van a realizar desde el partido?

Nosotros estamos participando de la movilización contra la ley Antiterrorista. En el marco de este escándalo se está evaluando si se van a hacer otras acciones, hay que ponerse de acuerdo con las organizaciones. Nuestro reclamo se sintetiza en dos cuestiones: que se publique y que se destruyan los archivos. Esto hay que llevarlo hasta las últimas consecuencias.

Además reclamamos la derogación de la ley Antiterrorista. Supongo que va a ser uno de los grandes ejes de las movilizaciones del 24 de marzo. Lo digo pensando en una gran movilización popular. (www.REALPOLITIK.com.ar)