La dama de hierro

La dama de hierro

“Una mujer con mano firme”. Así definen a la vicepresidenta I de la Legislatura, Carmen Polledo. Dueña de una personalidad fuerte y poderosa, hoy es una de las referentes del oficialismo. Su trayectoria en el mundo de la política y la relación con su antecesor, Cristian Ritondo. Si bien el apodo fue popularizado para referirse […]

“Una mujer con mano firme”. Así definen a la vicepresidenta I de la Legislatura, Carmen Polledo. Dueña de una personalidad fuerte y poderosa, hoy es una de las referentes del oficialismo. Su trayectoria en el mundo de la política y la relación con su antecesor, Cristian Ritondo.

Si bien el apodo fue popularizado para referirse a la primera ministra Margaret Thatcher, lo cierto es que “La Dama de Hierro” fue frecuentemente utilizado para referirse a mujeres poderosas con fuerte voluntad y determinación. Este calificativo bien podría ajustarse a la vicepresidenta I de la Legislatura porteña, Carmen Polledo. Nacida el 14 de noviembre de 1952, llegó a las filas del PRO hace poco más de siete años cuando fue invitada a integrar las listas legislativas en las elecciones de 2009.

 

Previo a su desembarco en el oficialismo porteño, desarrolló una extensa trayectoria en la Cooperativa de Acción Social (COAS), donde ocupó diferentes cargos, incluso la presidencia, a la que debió renunciar para asumir la banca conquistada en el parlamento de la Ciudad. Rápidamente se ganó la confianza del hoy presidente de la Nación Mauricio Macri, quien la eligió para comandar el bloque amarillo. Con la llegada de Horacio Rodríguez Larreta a la Jefatura de Gobierno, logró consolidarse y ser nombrada vicepresidenta I en reemplazo de Cristian Ritondo.

De apellido Amorim Uribelarrea, madre de tres hijos y abuela de cuatro nietos, está casada hace más de 30 años con Fernando Polledo, un exitoso empresario que, entre otras cosas, forma parte del directorio de Costa Salguero S.A, una de las firmas que explota el reconocido predio de Buenos Aires y que, recientemente, fue foco de críticas por la tragedia de Time Warp.

Se autodefine como “una mujer con vocación de servicio, espíritu solidario y pasión por vivir la política como una construcción para lograr el bien común”. Actualmente, es una de las figuras con más relevancia dentro del Parlamento y quien, además de presidir las sesiones, negocia con los diferentes bloques opositores los proyectos de ley ingresados. Junto con Francisco Quintana, el jefe del bloque PRO, son quienes escuchan, convencen, ceden y acuerdan con todos los espacios políticos que integran la Legislatura porteña.

“Es una mujer que se maneja con mano firme”, repiten desde los pasillos y aclaran que “no es fácil sentarse en ese lugar. Es la firmeza que tiene que tener un vice”.

Y esa cualidad se refleja en las sesiones de cada semana pero, sobre todo, en la que el oficialismo bloqueó la Comisión Investigadora por Time Warp, momento en el que protagonizó un fuerte cruce con el diputado Gustavo Vera, quien intentó retirar el proyecto de la orden del día al no contar con los votos necesarios. La negativa de Polledo fue rotunda: “El proyecto ya no le pertenece, es del cuerpo”, dijo tajante y habilitó la votación que terminó en escándalo y sin Comisión.

A diferencia de muchos otros diputados, Polledo no tiene base territorial y responde directamente a Macri. Según contaron a Qué, fue colocada en una línea mucho más dura que la de Ritondo; en el sentido del recorte de los gastos y de la relación distante con sus ex trabajadores. “Le tiene mucha desconfianza a los que vienen de la anterior gestión. No tienen permitido el acceso directo a su despacho. Ella misma no confía en los propios, los que vienen de Ritondo”, reveló a este medio una fuente parlamentaria. Si bien Polledo y Ritondo comparten el mismo espacio, no pertenecen a una misma línea y eso está en evidencia.

Desde el entorno de Polledo, ante la consulta de Qué, desmintieron “de manera rotunda” que exista diferencias o desconfianza con funcionarios de este cuerpo que provengan de la gestión anterior. “Esta fuerza política tiene como característica central el trabajo en equipo y las puertas abiertas. La prueba está en que muchos de los directores y subsecretarios que ocupan puestos de relevancia en la Legislatura cumplían esas mismas funciones durante la gestión de Ritondo”, sostuvieron.

Ésta diferencia también se manifestó en la relación con los diputados que le responden al ahora ministro bonaerense. Según pudo saber este medio, protagonizó un fuerte choque con Roberto Quattromano en una reunión del partido donde se sacaron chispazos. Sin embargo, en cuanto al manejo como vicepresidenta, algunos diputados de la oposición no ven grandes diferencias. “Políticamente maneja la sesión siguiendo estrictamente la agenda trazada por el oficialismo. No veo una diferencia sustancial con Ritondo. Antes, como ahora, se caracterizan por no abordar nada que tenga que ver con una agenda con las grandes necesidades sociales. Veo una continuidad con independencia de las personas”, deslizó Marcelo Ramal, quien ha protagonizado intensos y acalorados debates con Polledo en las sucesivas sesiones ordinarias hasta llegar al punto de que la vicepresidenta I le cortara el micrófono para que no continúe con sus denuncias.

Pero más allá de eso, desde los partidos afines al armado de Cambiemos a nivel nacional, aseguran que a Carmen Polledo la caracteriza un perfil más dialoguista que a su antecesor. “Ritondo era mas de imponerse, ella es más respetuosa y escucha”, confiaron a este medio.

Dueña de una personalidad fuerte, estricta y que se hace respetar, Carmen Polledo es una auténtica “Dama de Hierro” que ha sabido ocupar los lugares a los que fue designada por los más altos estamentos de la estructura amarilla. Con la tragedia de Time Warp en sus espaldas y la vinculación con una cuenta off shore, su imagen política quedó muy golpeada.

Sin embargo, sigue en pie con la ayuda de sus compañeros de partido que han bloqueado, en cuanta oportunidad tuvieron, la posibilidad de la existencia de cualquier cuestionamiento, tanto a su persona como a la de su esposo, estrechamente vinculado a los negocios de Costa Salguero. Con seis años de carrera en la Legislatura, Carmen Polledo deberá definir su futuro político el próximo año: si saltar al Congreso de la Nación o sumarse al Ejecutivo de Horacio Rodríguez Larreta. Donde sea que vaya, llevará la armadura, la espada y el escudo consigo.

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