#CyberMonday: Subieron las ventas y también las quejas

#CyberMonday: Subieron las ventas y también las quejas

Los servidores subieron en calidad, pero también lo hicieron los precios de las "ofertas". El balance de una nueva maratón de comercio electrónico.

El Cybermonday es una fecha que se puso de moda en los EEUU al igual que el Black Friday. La razón es simple: se encuentra cerca del día de Acción de Gracias y, por ende, se puede aprovechar para hacer compras. Midiendo eso los comerciantes tomaron la ventaja y decidieron hacer ofertas especiales.

Con el tiempo –esto empezó por 2003– se fue difundiendo por el mundo y, hace unos años, llegó a Argentina promovido por la Cámara Argentina de Comercio Electrónico (CACE). Al parecer, los comerciantes argentinos nunca entendieron completamente el concepto. Es comprensible, la economía de escalas y el comercio argentino nunca van de la mano por demasiados factores externos.

Ahora bien, una cosa significa que sea difícil hacer grandes rebajas y otras muy distintas son los problemas que se dan en el comercio electrónico nacional.

Por ejemplo, el año pasado fue el extremo en ineficiencia de los sitios web dejando en claro que la infraestructura de los mayores jugadores del mercado estaba a la altura del portal de un vivero de pueblo. Es más, probablemente aquel vivero tuviese mayor capacidad de carga que los servidores de grandes marcas o tiendas nacionales.

El ideal de la compra electrónica es, justamente, no tener los mismos problemas que en la compra física

La inexplicable falta de inversión en infraestructura puede ir de la mano de cómo inclusive empresas tecnológicas consideran algo menor la infraestructura técnica, servidores, ancho de banda y software, todo está ahí, es gratuito (Software libre) y fácil de acceder como para evitar congestiones, sin embargo hay una enorme ignorancia en la industria.

 

Es más, han gastado dinero de más en licencias pagas y soporte que tampoco funcionó de manera óptima este año, pero mejoró mucho. Hubo, en cambio, casos raros como el de Falabella quienes optaron por la medida más retrógrada y anticuada posible: lista de espera. Creo que hace MUCHOS años que no se ve algo así y mucho menos en un sitio web.

En una época donde instalar balanceadores de carga y servidores en paralelo se realiza con un click, donde la virtualización y el alquiler de VPS cuesta a razón de US$ 10 por mes cada servicio, existiendo sistemas elásticos como los que ofrece Amazon, sistemas de cacheo de consultas, bases de datos NOSQL o SQL bien diseñadas y configuradas, resulta llamativo que luego de un año de preparación sigan con los mismos problemas.

El ideal de la compra electrónica es, justamente, no tener los mismos problemas que en la compra física, una lista de espera es lo mismo que una cola para entrar a un local que tenga un tipo de seguridad en la puerta ¿Es esto razonable en 2014? Todos conocemos la respuesta.

Pero este 2014 la mayoría de los sitios web resistió el embate, no en la primera hora, pero a las dos horas siguientes ya estaba todo online y “vendiendo” –según CACE– logrando más de 10 veces la cantidad de público que en 2013. Bueno, eso no es difícil, el año pasado el público ni siquiera podía entrar a los sitios como para poder medir la efectividad de la movida.

Según la cámara, el ratio de compras es del 4%, lo que es bastante alto en términos de Internet: 4 de cada 100 visitantes adquiriendo algo es un éxito rotundo y en un día vendieron lo que podrían haber vendido en 30 o 45 días. También hubo mucha oferta con cuotas y eso, en la Argentina actual, es una excelente oportunidad ya que la inflación licua ahorros demasiado rápido.

Pero como era de esperar hubo varias polémicas, la primera y más conocida es la de la “inflación” previa de precios, denunciada por muchos potenciales compradores en las redes sociales, la falsa oferta fue un caso común en los años anteriores, aunque CACE lo niegue muchos se han dedicado a coleccionar precios de los productos que les interesaba, contrastarlos con el Cyber Monday y verificar que, efectivamente, no existía descuento alguno.

En un día se vendió el mismo volúmen que en 30 o 45 días

Esta práctica, muy común en grandes cadenas de supermercados, jamás es fiscalizada por Defensa del Consumidor ni ningún ente estatal, nadie realiza auditoría sobre los precios y, al no tener consecuencias legales evidentes, a nadie le preocupa ser honesto. CACE niega rotundamente esto y habla de sanciones a aquel que hubiese incurrido en la falta, pero lo cierto es que no se conoce que ninguna cámara aglutinadora de una industria sancione a nadie, menos que tenga el poder para hacerlo.

La segunda polémica notable fue el registro de marca. Cybermonday en Argentina es una marca registrada de CACE, aunque no lo es en el país que se originó el término, porque es como registrar “Oferta”, tanto BlackFriday como CyberMonday son nombres de uso libre porque nadie se puede acreditar su autoría, pero como el sistema de marcas y patentes es, por lo general, bastante permisivo, le otorgaron la marca a CACE.

Esto derivó en cartas del tipo “Cease and Desist” contra pequeños comerciantes que se sumaron al Cybermonday sin ser parte de CACE ya que ¿Por qué razón habrían de sumarse si no les interesa? Pues bien, esa posibilidad democrática se ve cohartada por el registro de marca de un evento que no le pertenece a CACE pero que se apropió legalmente gracias al vacío legal con respecto a estos temas.

Dudo que alguien conteste a esto con una demanda pero tranquilamente puede derivar en un “Cyber Saturday” y venderlo como el evento “realmente honesto y donde los servidores no se caen” y disputarle el día a CACE, una ridiculez provocar esto.

En Argentina el comercio electrónico es incipiente por un par de razones, la principal de ellas la bancarización de la gente, bastante pobre, la exclusividad de la tarjeta de crédito como método de pago (no se puede utilizar la de débito) y el famoso temor generalizado de que los datos de uno terminan en cualquier lado.

Hasta ahora ha sido Mercado Libre el líder en el comercio electrónico, no sólo ofrecen su propio sistema Mercado Pago (algo así como el Paypal latino) sino que permiten pagos por otros medios como Pago Fácil y otros sistemas más “primitivos” que habilitan a los usuarios no bancarizados.

Hace falta, evidentemente, una reforma en cómo los bancos manejan este tema a nivel nacional, ya sea abriendo el juego a las tarjetas de débito para pagos pequeños como algún método más seguro, pero algo que le permita a miles de personas que apenas cuentan con una cuenta de sueldo poder acceder al comercio electrónico.

Lo que organiza CACE está muy bien, aunque deberían auditar el tema de los precios cambiados y abrir a todo el mundo el uso de Cybermonday, también deberían organizarse mejor para ofrecer un listado de productos y comercios desde la web de CACE, algo organizado con un estandar en común. No sólo no es difícil, abrirían el juego para cientos de apps de terceros que al fin y al cabo terminan promoviendo el evento y el comercio electrónico, justamente el fin por el que existe CACE.

La falta de innovación e ideas modernas es algo que se puede curar, pero hace falta voluntad y apertura, no cerrarse más y rechazar a pequeños comerciantes, la oportunidad está abierta, esperemos que en 2015 exista la posibilidad de ver un evento como este más fuerte y con mejor resultado todavía.

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