Cumbre radical: el documento de Jesús y la reaparición deAlfonso Prat-Gay

Cumbre radical: el documento de Jesús y la reaparición deAlfonso Prat-Gay

La reaparición pública de Alfonso Prat Gay le asegura una repercusión especial a la cumbre radical en Villa Giardino, el viernes y sábado próximos. De hecho, robustecerá la intención de la UCR de consolidarse como un espacio de pertenencia crítica a alianza de gobierno.

 

El ex ministro de Hacienda de Macri ya hizo saber que al asistir al cónclave cordobés confirmará su decisión de seguir en Cambiemos. Prat Gay había encabezado en 2009 la lista porteña de diputados del Acuerdo Cívico y Social, representando a la Coalición Cívica de Lilita Carrió en aquella alianza con el radicalismo. Su retorno alimenta en sectores de la UCR cierta expectativa de que pueda volver a ser candidato, aunque Prat Gay no ha dado una sola pista en esa dirección. Igual no es un dato es menor cuando está en danza la eventual postulación de Martín Lousteau, alentada de hecho por quienes dentro del oficialismo se oponen al PRO.

Sucede esto justo cuando los radicales le reclaman más participación política al Gobierno, después de la minicrisis que el Presidente clausuró el jueves pasado dando marcha atrás con el acuerdo por la deuda del Correo y con el nuevo cálculo que suponía un leve recorte al haber de los jubilados.

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El regreso de Prat Gay, figura con fuerte perfil propio a quien Macri desplazó en diciembre buscando disolver disidencias al interior de su gobierno; se articulará en el tiempo con la empatía en la acción establecida en la reciente minicrisis entre Carrió -la otra aliada decisiva de Cambiemos- y los diputados radicales comandados por Mario Negri. Las dos partes defendieron al Gobierno, pero fueron duros en el cuestionamiento privado y no se privaron de mostrar en público al menos una parte de ese desagrado.

El plenario de Villa Giardino reunirá a unos 400 dirigentes de todo el país. Funcionarán tres mesas de expertos donde se analizarán temas políticas, económicas y de la agenda internacional. Y habrá un documento final sobre cuyo texto ya está girando la pulseada entre los que alientan el debate pero ratifican la pertenencia a Cambiemos y al Gobierno; y quienes hacen eje central en la crítica al Presidente, al oficialismo y a la propia dirigencia de la UCR.

Es notorio que el sector más cuestionador reúne sobre todo a dirigentes que no tienen funciones ejecutivas a nivel nacional, provincial o municipal. En cambio, por convicción o por conveniencia, la amplia mayoría de quienes tienen algo concreto que administrar mantienen los pies en el plato de Cambiemos.

Es de estilo en las internas radicales que haya cruces envenenados entre unos y otros. Esta vez no es la excepción.

El sector más crítico cuestiona lo que llama “seguidismo” de la conducción hacia Macri y asegura que se está traicionando el ideario radical. “El radicalismo no participa de las decisiones de gobierno, sólo las consiente” ha dicho Juan Manuel Casella, dirigente histórico encargado de redactar el documento que ese sector llevará a Villa Giardino.

Del otro lado las réplicas apuntan a supuestos dobles discursos de sus oponentes. Ponen en el blanco a Ricardo Alfonsín, figura central de los cuestionadores. Recuerdan que el hijo del prócer de la democracia llevó a la UCR a una alianza con Francisco De Narváez. Y que hace poco mantuvo encuentros reservados con Cecilia Moreau y Raúl Pérez, emisarios del Frente Renovador que lidera Sergio Massa.

El sector mayoritario de la dirigencia radical, donde se inscriben el influyente sin necesidad de cargo Ernesto Sanz y el presidente de la UCR José Corral, entre muchos otros, llegará con un documento elaborado por Jesús Rodríguez, hoy miembro de la Auditoría General de la Nación.

En ese trabajo se sostiene, cautamente, que el triunfo de electoral Cambiemos “sugiere la posibilidad de ubicarnos en el umbral de una Argentina distinta”. Y puntualiza que el país sufrió en los últimos cien años un retroceso relativo que sólo puede compararse con el de Cuba en el mundo occidental.

Al repaso de la pesada herencia recibida y de las necesidades urgentes y de largo plazo de la economía, se agrega que las políticas del Gobierno “deben evitar transferencias regresivas de ingresos y amortiguar el impacto negativo sobre los sectores más vulnerables”.

También se recuerda que Alfonsín fue el último presidente elegido en nombre de un solo partido. Se sostiene que el triunfo de Macri fue consecuencia directa de la creación de Cambiemos. Y aún reconociendo la debilidad parlamentaria y territorial del actual gobierno, se asegura que está abierta la oportunidad de superar la “desnaturalización de la democracia” provocada en el largo ciclo de poder kirchnerista; al que resume caracterizado por “el populismo político, el facilismo económico y un extravagante alineamiento internacional”.

El texto de Jesús Rodríguez llama a ratificar el “compromiso de cambio y decencia” del radicalismo. Y reclama a sus correligionarios “evitar la comodidad de la crítica fácil desde afuera y la complacencia acrítica desde adentro”. No es poco ni sencillo lo que se propone.

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