Cumbre para relanzar la Unión Europea

Cumbre para relanzar la Unión Europea

La mayor crisis humanitaria que padece el Viejo Continente desde la Segunda Guerra Mundial comenzó el año pasado y ya contabiliza la llegada de más de un millón trescientas mil personas. Cientos de migrantes murieron ahogados en el Mediterráneo.

 

El primer ministro italiano Matteo Renzi recibirá hoy a la canciller alemana Angela Merkel y al presidente francés François Hollande para “relanzar la Unión Europea” en medio de la crisis política desatada por la llegada de más de 1,3 millón de refugiados e inmigrantes de Medio Oriente y África.

“Angela Merkel y François Hollande vienen a Italia para relanzar desde las bases la Unión Europea. Hay una gran necesidad de un bloque regional que realmente funcione en la búsqueda de soluciones a los graves problemas que enfrentamos”, aseguró Renzi sobre el encuentro en la isla de Ventotene, a unos 60 kilómetros de Nápoles.

“El papel de Italia es la construcción de puentes, aunque ahora están de moda los que construyen paredes. Es necesario que estimulemos a la UE para construir puentes de diálogo, y esto también se aplica a Rusia”, agregó Renzi parafraseando al papa Francisco y recordando a los países de la Unión Europea que han levando vallas en sus fronteras para frenar la llegada de refugiados e inmigrantes de las zonas más violentas y pobres del mundo.

“Con la inmigración, Europa necesita mucho de los valores de Italia. Sé que pierdo votos con esto, pero cuando veo a un niño en peligro de ahogarse, lo primero es que el niño debe ser salvado”, agregó el premier sobre otro de los ejes que serán tratados en medio de la crisis migratoria del Viejo Continente.

La cifra de refugiados que llegan a las islas griegas se duplicó desde el intento de golpe de Estado en Turquía, el 15 de julio pasado, mientras que en Italia, en julio, creció la cifra de migrantes que arribaron por mar creció en un 12 por ciento, según datos oficiales.

El comité de refugiados de Grecia dice que actualmente está llegando una media de 200 personas al día. Concretamente, las dos primeras semanas de agosto llegaron 1277 refugiados a tierras helénicas, mientras que en las dos primeras de julio habían sido 634 personas.

En comparación con principios de año, cuando varios miles de personas llegaban a diario, la cifra actual es considerablemente menor. Sin embargo, Atenas que no da abasto, teme que caiga el pacto de los refugiados de Unión Europea con Turquía.

Ante esta incertidumbre que tensa las relaciones bilaterales entre Berlín y Ankara, el portavoz del comité de crisis para los refugiados, Giorgos Kyritsis, dijo en declaraciones al diario griego Kathimerini que construirán más albergues.

El funcionario sostuvo que se instalarán nuevos centros en lugares de todo el país, a excepción de regiones fronterizas e islas pequeñas, para recibir a un máximo de 1000 personas, mientras los instalados hasta ahora podían acoger hasta 3000.

En medio de la crisis humanitaria, Suiza está en vías de convertirse en el nuevo país de tránsito para los refugiados que quieren llegar a Alemania, según el diario local Neuen Zürcher Zeitung am Sonntag, que destacó que el número de migrantes que quisieron entrar en la primera economía europea a través de Suiza se incrementó de forma considerable desde comienzos de año.

Entre los datos concretos de la policía federal, se indicó que en lo que va del año 3385 personas entraron de forma ilegal en Alemania procedentes de Suiza, un aumento del 40 por ciento en relación con el mismo período de 2015.

“En las últimas semanas, cerca de 90 guardias fronterizos y unos 40 agentes de la policía federal han sido adicionalmente desplegados en esta zona limítrofe”, declaró el ministro de Finanzas de Suiza, Ueli Maurer, responsable también de la guardia fronteriza.

Por su parte, el Ministerio del Interior alemán, encabezado por Thomas de Maizière, confirmó el ascenso de la cifra de refugiados que entran vía Suiza, aunque “sigue siendo pequeña”. Sin embargo, los suizos registraron –hasta finales de julio pasado– 4833 salidas sin control que “probablemente, en la mayoría de los casos, se dirigieron a Alemania”.

El acuerdo de deportaciones masivas entre de la Unión Europea y Turquía, que parece tambalear desde hace un mes (a partir de la pelea por las purgas y detenciones masivas que ordenó el gobierno de Erdogan luego del fallido golpe de Estado de julio), busca contener la mayor crisis de refugiados que padece de Europa desde la Segunda Guerra Mundial, que comenzó el año pasado y que ya contabiliza la llegada a las costas de continente, de manera clandestina, de más de 1,3 millón de personas.

Cientos de migrantes han muerto ahogados en el Mediterráneo al naufragar las precarias embarcaciones de traficantes de personas que los trasladan desde Turquía a las islas griegas del Egeo o desde el norte de Africa al sur de Italia.

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