Cuidar a Vidal, sobre todas las cosas

Cuidar a Vidal, sobre todas las cosas

La imagen de Macri desciende y la economía no repunta. En medio del embrollo, el establishment apuesta a la figurita dorada: la gobernadora de Buenos Aires. La estrategia es arriesgada, pero hasta ahora ha sido efectiva: que la aprobación al presidente se estanque, en pos de mantener y levantar a Vidal. Asueto, peronismo y críticas; el combo para ganar el corazón de los bonaerenses y dar pelea en las legislativas.

DE CONCESIONES Y FESTEJOS

Parece un tema menor, pero mantuvo en vilo a los empleados públicos: la cuestión de si se daba o no asueto por las fiestas hizo que muchos esperaran hasta último momento para acordar los viajes y encuentros. Se especuló con que Macri daría el 23 y el 30 de diciembre, tal como el anterior gobierno hacía para estas fechas. Pero aunque las expectativas se mantuvieron hasta último momento, el miércoles 21 se anunció que el gobierno nacional no daría asueto. La noticia, entonces, tuvo mucho más impacto: Vidal sí daría días libres (a partir de las 13.00, para ser exactos) antes de Navidad y Año Nuevo. De esta manera, la gobernadora se diferenció del presidente y logró llevarse elogios de la planta bonaerense.

¿Por qué la provincia más poblada del país se permitió dar esta concesión a sus empleados y no se hizo en todo el país?. Las hipótesis son dos: o bien se optó por reforzar la “cultura del trabajo” a nivel nacional, o bien las estrategias de marketing de Cambiemos apuntaron a dejar a Vidal como la mandataria que elegía complacer a los trabajadores antes que a su propia gestión, en contraposición a Macri.

UN EVENTUAL CANDIDATO A FAVOR DEL CONICET

Quien también se diferenció del gobierno nacional fue el neurólogo Facundo Manes, quien actualmente se desempeña en la Provincia coordinando un equipo para estimular el capital mental de los niños, según él mismo describió.

Facundo Manes suena como un posible candidato por Cambiemos para las legislativas del año que viene. Famoso por sus libros y charlas, pero también por haber tratado a la ex presidenta Cristina Kirchner, Manes goza de una buena imagen y un nivel de conocimiento aceptable. Sumándolo a la boleta 2017, el Pro probaría nuevamente una receta utilizada en 2016: poner celebridades a la cabeza para capturar un voto emotivo y quitarle peso ideológico a la elección.

Pero el hecho por el cual Facundo Manes dio la nota durante los últimos días no fue su participación en Cambiemos. Al contrario, resonaron en los medios sus críticas a la gestión del ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva por el recorte en el presupuesto para el CONICET. El médico no sólo justificó su postura sino que le recriminó al presidente haber prometido inversión en ciencia en sus mensajes de campaña. De esta manera, una vez más, la gestión provincial se diferenciaba, al menos en lo discursivo, de Nación.

SUMANDO CACIQUES

Vidal se diferenció, también, por su relación con las fuerzas opositoras. Su máximo triunfo fue encabezar un acto con el ex presidente Eduardo Duhalde; el mandamás de José C. Paz, Mario Ishii; el intendente de Ezeiza, Alejandro Granados; y ex barones del conurbano como Jesús Cariglino (Malvinas Argentinas), Humberto Zúccaro (Pilar) y Aldo Rico (San Miguel). El evento, que transcurrió en José C. Paz, también contó con la presencia de “Chiche” Duhalde, y consistió en la inauguración de dos hospitales.

Vidal sumó en dicho acto el apoyo de Duhalde, quien a pesar de haber perdido poder dentro del peronismo sigue siendo una ficha del justicialismo bonaerense. Cabe destacar que a lo largo de su año de gestión la Gobernadora también logró encantar a los peronistas Hernán Bertellys (Azul), Ismael Passaglia (San Nicolás) y Joaquín De la Torre (San Miguel), y ahora a Francisco Echarren (Castelli).A su vez, supo mantener el acuerdo que selló con el Frente Renovador cuando le otorgó al massismo la presidencia de la Cámara de Diputados, y también entabló una línea de diálogo con los intendentes del Grupo Esmeraldas.

Diferenciándose notoriamente de Macri, quien a raíz de la discusión de ganancias vio cómo sus acuerdos con otras fuerzas se erosionaban, Vidal logró incluso brindar por el fin de año con el propio Sergio Massa, con Malgarita Stolbizer, los intendentes Eduardo “Bali” Bucca (Bolívar) y Martín Insaurralde (Lomas de Zamora), además de una veintena de legisladores opositores. Todo en el clima cordial que el presidente no logró sostener. De esta manera, la gobernadora de Buenos Aires logró posicionarse como lo que Cambiemos siempre dijo ser: una fuerza que venía a consensuar y dialogar con los otros.

NO TODOS SON ACIERTOS

Claro que Vidal no logra sostener su imagen sólo por aciertos: también cuenta con un blindaje mediático que hoy, quizás porque sus impulsores se rindieron, Macri ya no tiene. Los hechos de inseguridad en la Provincia, la represión a los inundados de Pergamino, el descontento de los municipales con su paritaria bajísima, son algunos de los temas que no figuran en la agenda.

La gobernadora es la ficha que el modelo económico detrás del Pro pretende inflar para sobrevivir a las elecciones, tanto en 2017 como en 2019. Pero más allá de la ayuda mediática, Vidal ha demostrado que tiene cintura y carisma de sobra, y también que los caciques bonaerenses no arrancan si la billetera los ahoga.

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