Cuestionamientos y agresiones a un concejal por el traslado de un equipo comprado para el Hospital Regional

En una sesión especial los bloques FpV-PJ y Frente Renovador repudiaron el  traslado de un angiógrafo hacia un centro de La Plata. Al término de la asamblea Horacio Cabrera (Cambiemos) fue maltratado por un militante K.

 

La decisión del gobierno provincial de reasignar un angiógrafo adquirido para el Hospital Regional de Cañuelas; y el reciente convenio firmado entre el gobierno nacional y provincial para la puesta en marcha del centro de salud (que restringe la participación de los municipios) generó una fuerte polémica en el Concejo Deliberante, que el jueves a la noche celebró una sesión extraordinaria convocada por el oficialismo.

El aparato en cuestión es un equipo de rayos x marca General Electric valuado en un millón de dólares. Se lo utiliza para escanear el sistema vascular y verificar, por ejemplo, un derrame cerebral; o como estudio previo a la realización de una angioplastia.

Con el argumento de que el Hospital de Cañuelas no tendrá una especialización cardio-vascular (ver nota en página siguiente) el director Provincial de Hospitales decidió reasignar el aparato al San Juan de Dios, un centro de referencia en esa especialidad. El kirchnerismo local aprovechó esa controvertida decisión para organizar una fuerte embestida política contra el macrismo. El verdadero cuestionamiento se dirige a la decisión de limitar la participación de los municipios de la Cuenca en el manejo del futuro hospital, lo que implica quitarle a los intendentes una caja de 700 millones de pesos anuales y participar en la designación de más de 600 empleados.

Como pretexto para convocar a sesión extraordinaria el oficialismo denunció un “vaciamiento” del Hospital Regional y una conducta “autoritaria” del nuevo gobierno al limitar el rol de los municipios en el nuevo estatuto hospitalario.

El concejal Hugo Castagneris (FpV-PJ) recordó que “en el año 2008 votamos en soledad el uso del predio donde hoy se levanta el hospital de la cuenca. Fue un momento muy arduo y se dijeron en ese momento un montón de barbaridades, como que íbamos a montar un bingo o una planta de soda cáustica. Y esto viene a cuento porque creímos en este hospital desde entonces. Y a un año casi del gobierno de Cambiemos, no hacen otra cosa que traernos malas noticias. Aparentemente no les interesa este tema al gobierno nacional y provincial. Estamos frente un instrumento totalmente necesario para la zona. Parece un divorcio entre la realidad y las necesidades de la gente y lo que interpreta el Gobierno”. 

Además recalcó que “el equipo no es solo costosísimo; hay otro valor que es el que tiene para nuestra población, que espera el hospital y que no lo inauguran. Tampoco le importó los municipios de la Cuenca y armaron un Consejo a su criterio formado por representantes de Nación y Provincia y supuestamente que nos correspondería un representante de Cañuelas, pero a esta altura ya no lo creo”.  

La intervención posterior fue la de Leonardo Vázquez, del Frente Renovador: “Desde febrero que advertimos por funcionarios de la Nación que cambiaron las características del hospital de alta complejidad, a uno de mediana complejidad. Eso ya es mucho. Luego observamos que pusieron en tela de juicio el estatuto, hasta que lo cambiaron. El hospital debe ser para toda la comunidad. Y así como este hospital es nuestro, también lo es el angiógrafo. Lo debemos defender. De necesitarse un angiógrafo en La Plata, bien podría la gobernadora, que tomó 60 mil millones de pesos de deuda, sacar unos pesos para el hospital de La Plata”.

Los argumentos a esta altura fueron calurosamente respondidos con aplausos, en un salón que estaba colmado por militantes, gremialistas y organizaciones sociales y barriales. También había funcionarios municipales. Inclusive hubo cánticos como el de “a los 90 no volvemos nunca más”.

El tono de la polémica y el fuerte cuestionamiento de los dos bloques del FpV-PJ y Frente Renovador hizo que Cambiemos saliera solo una vez a intervenir en el recinto. La bancada opositora eligió como único orador al médico Horacio Cabrera. “Esta sesión tiene un tinte de neto contenido político y militante”, expresó el radical, recibiendo como respuesta un montón de gritos y silbidos desde el fondo del recinto. El presidente de Concejo, Maximiliano Mazzanti, tuvo que hacer algún esfuerzo por llamar al orden. El edil Hernán Muerza le expresó al presidente cuando no tenía la palabra y se hizo un silencio: “Están diciendo que lo van a cagar a tiros, ¿escuchaste?”. Incluso su colega de bancada, Elisabet Romero, le aconsejó, “no sigas más Horacio”. El profesional hizo una pausa y retomó. “Las autoridades de Salud, entre ellas el director de Hospitales que fue funcionario de (Daniel) Scioli y la gobernadora tienen la potestad estratégica para la salud en la Provincia. Todos nosotros creemos en la salud pública y trabajamos en ella”.

“Estamos lejos de hacer algún tipo de comercio con la salud pública. Un angiógrafo es una parte, hay servicios que lo rodean. En nuestra región sanitaria XI no tenemos dónde acudir a patologías cardiovasculares. Eso se planifica con un equipo de alta complejidad y con todos los servicios satélites. Los angiógrafos que hay en la Provincia están obsoletos o no anda ninguno. Teníamos un servicio calificado en el San Juan De Dios pero no se pueden hacer cirugías de alta complejidad por falta de equipamiento. No se muere un paciente si está o no está un angiógrafo. El angiógrafo es necesario cuando tiene todo el sostén técnico. No se vacía el hospital por usarlo en otro lugar. Se hace una redistribución de los recursos y una optimización de ellos”.

Tras rechazar las críticas y cuestionamientos desde el oficialismo como del massismo, el radical puso un poco más de defensa en sus palabras y remarcó: “Quisiera saber qué hicieron en los últimos diez años. Los únicos tres angiógrafos que funcionan son los tercerizados”.  

Además, destacó que “hay que adecuar lugares no solo para el angiógrafo, también lleva tiempo el personal y los servicios satélites. Todo eso es tiempo y se irá poniendo de forma escalonada, con las pruebas en vacío. Es además un aparato caro y que tiene una garantía por un año. Hay riesgo de que se venza antes de que se lo ponga en funcionamiento. El aparato es lo de menos, es todo lo que lo rodea lo que hace a su magnitud”. En tanto dijo que “hacemos todos los esfuerzos para que Cañuelas tenga un representante en el directorio del hospital. Estamos cerca de que eso suceda”.

El FpV y el Frente Renovador votaron en forma unificada el rechazo al traslado del aparato. Los ediles de Cambiemos, al dejar sus bancas, dudaron en qué salida utilizar para dejar el recinto. Caminaron a través de un pasillo copado por los militantes, que gritaban como un triunfo haber rechazado la idea de llevarse el equipo médico. Entonaron el Himno y en esos momentos un hombre de la Ruta 3, identificado como Guillermo Penayo,  increpó y zamarreó a Cabrera, según denunciaron sus compañeros de bloque.

Horas más tarde el presidente del Concejo Deliberante, Maximiliano Mazzanti, y el secretario legislativo Guillermo Proh difundieron una carta en la que manifestaron su “sincero repudio” a la agresión sufrida por Cabrera. “Dicha afrenta y cualquier acto de violencia en nada se condice con el espíritu institucional del cuerpo, donde la pluralidad y la diversidad de pensamientos deben ser respetados con el máximo decoro”.

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