Durante una conferencia de presa en la sede de Naciones Unidas, en Nueva York, Ban consideró que la respuesta de Israel a los ataques con cohetes por parte de Hamas y a otras amenazas de seguridad "ha planteado serias dudas sobre el respeto (...) de los principios de diferenciación y proporcionalidad".

A un día de que termine una tregua de 72 horas, la segunda desde que se desató el operativo sobre el territorio palestino, Ban se refirió a la reacción de las autoridades israelíes  contra Hamas, el movimientos islamista que gobierna Gaza, donde los muertos son en su mayoría civiles y los heridos superan los 10.000.

Mientras que desde el comienzo de la ofensiva el 8 de julio pasado, 64 soldados israelíes y tres civiles, entre ellos un tailandés, perdieron la vida por lanzamientos de cohetes palestinos, según datos de la ONU.

"Los informes sobre actividades de militantes no justifican el poner en peligro las vidas y la seguridad de muchos miles de civiles inocentes", señaló el secretario general de la ONU y recordó que ordenó una investigación sobre los ataques sufridos por instalaciones de la ONU en las que se refugiaba la población.

Las declaraciones de Ban, reproducidas por la agencia de noticias EFE, se producen luego de que el Consejo de Derechos Humanos de la ONU anunció ayer la puesta en marcha de una comisión para investigar los crímenes cometidos en Gaza.

Por otra parte, Ban se mostró muy crítico con las dos partes por su "falta de voluntad" para lograr una solución al conflicto, pero dijo que confía en que pueda lograrse pronto un alto el fuego sostenible en el territorio palestino, al que Israel somete a un bloqueo desde 2007, cuando Hamas se quedó con el control de la Franja de Gaza.

"La última tregua lograda por Egipto parece estar aguantando, pero eso no es suficiente. Espero que un alto el fuego duradero pueda alcanzarse pronto", dijo Ban.

"Los informes sobre actividades de militantes no justifican el poner en peligro las vidas y la seguridad de muchos miles de civiles inocentes" En ese sentido, advirtió de que la actual es "casi la última oportunidad" para lograr una solución al conflicto que, destacó Ban, dejó en esta ofensiva a unos 2.000 palestinos muertos, un 75% de ellos civiles, incluidos 459 niños.

"Más niños han sido asesinados en este conflicto de Gaza que en las dos crisis anteriores juntas", señaló Ban en alusión a las otras dos ofensivas militares que Israel lanzó sobre Gaza desde 2007, cuando Hamas llegó al poder.

El diplomático surcoreano urgió a usar el cese temporal de la violencia para dar respuesta a las "urgentes necesidades humanitarias" y recordó que más 300.000 personas siguen cobijadas fuera de sus casas y que al menos 100.000 vieron sus hogares destruidos o dañados de forma grave por los bombardeos.

"La mayor parte de los hogares de Gaza tienen poco o ningún suministro de agua. Los propios hospitales que deberían responder al desastre son zonas de desastre", señaló.

Ban aseguró que la ONU trabajará para reconstruir la franja, pero dejó claro que si no se da respuesta a las raíces del conflicto "otra ronda de violencia y venganza está casi garantizada".