Cuesta digerir la candidatura de Trump

Cuesta digerir la candidatura de Trump

Los desatinos como el pedido a Rusia de hackear el correo de Hillary y la pelea con los padres de un soldado norteamericano muerto en combate hartaron a los republicanos, que ya expresan públicamente su rechazo al magnate.

Han sido unas semanas duras para Donald Trump. Su convención en Cleveland no fue nada inspiradora, se ha visto envuelto en una batalla con los padres de un soldado estadounidense muerto y declaró que no está listo todavía para apoyar al más alto funcionario republicano en Washington para la reelección.

Hace tiempo que se sabe que muchos en el Partido Republicano están profundamente preocupados por la actuación y la conducta de su candidato y a esta altura les encantaría sacárselo de encima. Sin embargo, el furor y los constantes malos titulares han llevado a algunos a especular que el magnate de Nueva York de 70 años simplemente puede retirarse por propia voluntad. Si hiciera esto, sería la primera vez que un candidato presidencial se retira, aunque hubo instancias en que candidatos a vicepresidentes abandonan la carrera. ABC News informó que los principales funcionarios del partido estaban buscando opciones para la elección del 8 de noviembre si Trump decide que ya es suficiente.

Su vocero de campaña, Hope Hicks, envió correos electrónicos a los periodistas diciendo: “No hay nada de verdad en esto”.

Ha aparecido un montón de artículos en los últimos días cuestionando la salud mental del candidato republicano. Estos surgieron después de que Trump llamara a Rusia para que ésta hackeara los correos electrónicos de Hillary Clinton, un comentario aparentemente traicionero que luego él dijo que era solamente una broma.

El periodista Joe Scarborough dijo que había estado recibiendo llamadas de gente del partido preguntando por la salud de Trump. “Contesté llamadas todo el día ayer, de conservadores, de republicanos, de funcionarios, gente que los medios llamarían blogers de derecha y todos me estaban preguntando por su salud mental”, dijo. Eugene Robinson, del Washington Post, escribió una columna titulada: “¿Está Trump simplemente loco?”

¿Que sucedería si se retirara? Esencialmente, quedaría en manos del Partido Republicano pelearse como locos para encontrar un reemplazo. Robert Shapiro, profesor en la Universidad de Columbia, le dijo a The Independent que el escenario estaba cubierto por reglas y estatutos del partido.

Los informes sugieren que la Regla 9 del Comité Nacional Republicano (CNR), relativa a “Llenar Vacantes en las Nominaciones”, estipula que si el candidato presidencial o vicepresidencial del partido dejara la candidatura, el partido llenaría la vacante o bien llamando a una convención nacional o por el comité del partido mismo. Si el partido decide no llamar a otra convención, los miembros del Comite Nacional Republicano que representan a un determinado estado están capacitados para emitir el mismo número de votos al que ese estado estaba habilitado en la convención.

¿Existe un precedente? “Estoy seguro de que es sólo un rumor y aparentemente no tiene fundamento”, dijo Larry Sabato, director del Centro de Política de la Universidad de Virginia. “Si eventualmente sucediera, el Comité Nacional Republicano sólo podría sustituir un nominado. No se llamaría a una nueva convención”, explicó y añadió: “Hay dos precedentes históricos, ambos referidos a la vicepresidencia. En octubre de 1912, el vicepresidente del presidente William Howard Taft murió en funciones, unos días antes de la elección. El CNR lo reemplazó. No tuvo importancia ya que Taft fue derrotado abrumadoramente para la reelección por el demócrata Woodrow Wilson”. “En 1972, el candidato a vicepresidente nominado demócrata, el senador Thomas Eagleton, de Missouri, se retiró pocas semanas después de ser nominado, porque se descubrió que tenía serios problemas mentales que requerían terapia de electroshock. El cuñado de John Fitzgerald Kennedy, el sargento Shriver, fue electo para vicepresidente por el candidato presidencial George McGovern y ratificado por el CND”.

Shapiro dijo que el CNR podía reemplazar a Trump con cualquier candidato de su elección, y que no se requeriría que esa persona hubiera participado de las primarias. Podría ser MIke Pence, el candidato a vicepresidente, podría ser Ted Cruz o podría ser John McCain.

Dijo que probablemente hubiera una gran presión desde dentro del establishment republicano para nominar a un “candidato unificador” como Paul Ryan, el presidente de la Cámara de Representantes, que se ha cuidado por mantener la distancia repecto de Trump. Dijo eso mientras los dos últimos candidatos en la carrera primaria contra Trump, Cruz y el gobernador de Ohio, John Kasich, probablemente postularían sus candidaturas.

Se especula que Trump puede elegir hacer eso simplemente para enojar al CNR. Si lo hiciera, seguramente dividiría el voto no demócrata y le entregaría la elección a Clinton. Hay reglas estrictas, distintas en cada estado, que rigen cuando un candidato pone su nombre en una boleta. Si no llega a tiempo para la fecha límite, la única alternativa sería postularse como “candidato que no figura en la boleta”, donde su nombre no aparece en la boleta y los votantes que eligen apoyarlo escriben su nombre en la boleta.

Shapiro dijo que creía que existía un diez por ciento de posibilidades de que Trump abandonara la carrera. Dijo que el candidato había mostrado su amor por las candilejas y no se las querría perder. Aparte de su orgullo, dijo queTrump odiaría abandonar la carrera ya que eso dañaría su imperio de negocios.

Comentá la nota