"Cuatro medicamentos en danza que se aplican para tratar el coronavirus"

Médico especialista en enfermedades infecciosas, jefe de cuidados intensivos respiratorios del hospital Muñiz de Buenos Aires y expresidente de la Sociedad Argentina de Infectología. Atendió unos cien casos de Covid-19, habló sobre los tratamientos que se utilizan y analizó la situación de las villas dentro de este contexto de pandemia.

¿Cómo fue el avance del coronavirus en el hospital Muñiz?

El primer caso en la Argentina fue el 3 de marzo y en nuestro hospital, el 6 de ese mes, y desde ahí no paramos de atender casos. Pasamos por varias etapas; primero lo que se intentó es evitar que el virus se disemine, aislábamos a los pacientes y podíamos tenerlos separados aunque muchos no tenían síntomas graves, podríamos haberlos tenido internados o no. La idea era contenerlos para que no propaguen el virus afuera, eso fue los primeros días. A partir del avance, de los tantos casos que fueron apareciendo, todo se fue complejizando y dentro del hospital tenemos un área de internación específica de pacientes leves o moderados, y otros en terapia intensiva que están más graves.

Actualmente en el nosocomio hay unas cien personas internadas con coronavirus, unas 15 en terapia, la mayoría con respirador, y el resto, 80, 85 en la otra sala. Un 80% tiene cuadros muy leves, el 15% moderado y un 5% crítico.

¿Cuáles son los tratamientos más cercanos que combaten el virus?

Es muy difícil hablar de tratamientos, yo sé cómo tratar una neumonía o un infarto porque para eso hay trabajos científicos que se han hecho con metodologías adecuadas a través de estudios que se hicieron con muchos pacientes. Para esta enfermedad no tuvimos esa oportunidad de estudiar, tenemos experiencias de Estados Unidos, China o Italia pero todo sobre la marcha, no con la tranquilidad que requiere un estudio científico que lleva años para comparar y estudiar los casos. Carecemos de eso, por eso recurrimos a experiencias parciales, de pocos pacientes, de virus similares. Por lo tanto se probaron distintos tratamientos y se están probando, pero falta un estudio más completo con aval científico.

Hay tratamientos que resultaron pero en pocos pacientes, hay uno de la Organización Mundial de la Salud, en el cual participa la Argentina. Hay otros que van surgiendo, que se van probando, pero primero hay que ver que sean seguros. Actualmente hay tres o cuatro medicamentos en danza, que se aplican para tratar el coronavirus. Uno es el lopinavir ritonavir que un anti retroviral se utiliza para el HIV desde hace muchos años, ese es uno de los que se ha aprobado. Esa medicación se usa poco porque fue rezagada y superada por otra. Esa es una de las cosas que usamos, después hizo mucho ruido que se llama la hidroxicloroquina que es un medicamento que se utilizaba para la malaria y el paludismo. Un francés dijo que esa es la cura, pero estas últimas semanas se le bajó un poco el pulgar porque parece que produce mucha arritmia. Hay otro que no está en el país todavía que se llama remdesivir que es una molécula nueva que se aprobó hace poco en Estados Unidos, que podría ser una posibilidad. Después hay otros métodos y experiencias parciales que se van aplicando como ser el uso del plasma de los convalecientes, es sacarle sangre a un tipo que tuvo coronavirus, se le procesa los anticuerpos y se la suministra a alguien que tenga la cuestión medio grave. También hay otras cosas menores, donde hay menos experiencias.

¿Cuál es el impacto en las villas?

Hubo una diseminación del virus que tuvo más impacto en las villas. Si yo vivo en un departamento solo o con mi pareja, tengo dos o tres baños, puedo hacer un aislamiento en casa. Pero es distinta la situación cuando en un monoambiente viven 10 personas que tienen que ir a la parroquia o al comedor a comer, que necesitan salir a vender y no tienen un sueldo fijo. Ahí es otra cosa, entonces el momento socioeconómico de estas familias hace que en las villas haya una diseminación importante porque el contacto es muy estrecho. Por eso, con el correr del tiempo el virus avanzó más ahí, gran parte de los infectados viven en barrios vulnerables.

Desde ahí debimos cambiar un poco la estrategia, cuando yo tengo un caso vamos activamente a buscar al entorno de esa persona haciendo los hisopados, la búsqueda del virus en todos sus contactos. Si no tienen síntomas que se queden en sus casas y si tienen fiebre que asistan al hospital, se les decía. Cuando se fue a buscar el virus aparecieron muchos casos, aparecieron más en gran medida por los testeos masivos. Gran parte del aumento de casos fue porque se lo fue a buscar.

En esos lugares hay más riesgos...

Al ir a buscar los casos se detectó a mucha gente que no tenía síntomas, que no sabía que tenía el virus y no iba a ir nunca al médico, son los asintomáticos que se sorprendieron porque estaban bien, pero ellos no tenían que seguir diseminándolo. Había en ese grupo muchos jóvenes sanos. El otro extremo de esto son los que más síntomas presentan, en las villas hay gente más vulnerable, que tienen otras enfermedades o los añosos. La situación socioeconómica y cultural de cada uno también influye en el control de su salud, si yo tengo una buena posición económica y cultural voy a cuidarme más si tengo alguna enfermedad con la medicación y demás. Pero en lugares más vulnerados hay más probabilidad de que eso no ocurra por la escasez de recursos que poseen. Entonces en las villas hay hacinamientos que permiten una gran propagación y con respecto a los que están en grupos de riesgo pueden ser más vulnerables que otros que no viven allí, eso pasa con el coronavirus y con otras enfermedades también.

Teniendo en cuenta su experiencia en el campo de las enfermedades, ¿qué fue lo que más le sorprendió del Covid-19?

Lo que más me sorprendió fue la gran capacidad de diseminación que tiene, soy consciente que es una enfermedad leve. Claro que hay pacientes con mayores complicaciones que son muy difíciles de manejar como una inflamación en pulmón severa, pero son la minoría. Después, la otra enorme sorpresa que me causó, más como ciudadano que como médico fue el impacto que tuvo en la comunidad por la cuarentena y todo lo que eso implica, algo atípico que poco se esperaba hace tres meses atrás. También es bueno decir, que hoy está muy en debate el tema de la cuarentena, para mí es muy necesario. Habrá que ver con la mayor inteligencia y discusión de expertos como ir suavizándola pero es necesaria.

Más indicaciones del especialista

Lautaro de Vedia expresó que el Covid-19 al ser un virus nuevo se estudia siguiendo parámetros científicos y buscando evidencias, pero reconoció que es difícil encontrar un tratamiento. 

“Algunos países adoptaron liberar y que el virus circule para que la gente genere anticuerpos, pero eso trae como consecuencia más muertes, hay muchas opiniones, pero nosotros seguimos tratamientos avalados la Sociedad Científica”, dijo.

Agregó que no es correcto comparar a la gripe con el coronavirus, porque en primer lugar existe una vacuna para la primera enfermedad que se menciona y mucho conocimiento para su tratamiento.

“Este tipo de coronavirus no se conocía; hay otros muchos más graves, pero éste se está conociendo; más allá de la vacuna, estamos investigando si el virus cambia o no. Pero hay conceptos básicos, mantener la distancia social, lavarnos las manos con agua y jabón, tener las vacunas al día y entender que es una enfermedad en general leve, salvo para los grupos de riesgo”, indicó.

Por último expresó que “la vacuna es un desafío y una de las herramientas con las que esperamos derrotar a esta pandemia, porque la adquisición de la inmunidad de rebaño, lo que podríamos llamar una vacunación natural tarda, lleva tiempo y hasta el momento ningún país ha logrado una cantidad de gente con cantidad de anticuerpos suficientes, desarrollar una vacuna es una de las esperanzas. Hay muchos países que lideran investigaciones y hay proyectos en nuestro país como éste de la Universidad de San Martín; lleva mucho tiempo, esfuerzo, mucho dinero, pero es una gran esperanza que tenemos”.

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