En el cuarto día del alto el fuego en Siria, los combates revelan su fragilidad

En el cuarto día del alto el fuego en Siria, los combates revelan su fragilidad

El cese de hostilidades entró en vigor en la medianoche del viernes para el sábado pasado 27 con el compromiso de cerca de 97 facciones armadas, pero desde sus primeras horas tambalea al ritmo de las acusaciones cruzadas.

El cuarto día del alto el fuego en Siria puso en evidencia su fragilidad tras una serie de combates ocurridos en la norteña Alepo y bombardeos en la provincia mediterránea de Latakia, donde un grupo de periodistas resultó herido en un bombardeo durante una gira organizada por el Ejército ruso.

En otro gesto que demuestra que la tensión en el plano diplomático tampoco cede, el enviado especial de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, postergó hoy por dos días la reanudación de las negociaciones de paz de Ginebra que, si todas las partes aceptan, serían retomadas el 9 de marzo próximo.

"El objetivo inicial era empezar el día 7, pero por razones logísticas y prácticas, y que haya tiempo suficiente para su organización, las negociaciones se reanudarán el 9 de marzo", informó sin brindar demasiadas precisiones, luego de que varias partes beligerantes, entre ellas la oposición siria, pusiera en duda su participación.

El cese de hostilidades entró en vigor en la medianoche del viernes para el sábado pasado 27 con el compromiso de cerca de 97 facciones armadas, pero desde sus primeras horas tambalea al ritmo de las acusaciones cruzadas de violaciones y ataques no permitidos.

El día de hoy no fue la excepción.

Al menos cinco civiles murieron y 17 resultaron heridos por el impacto de cohetes de origen desconocido en la provincia norteña siria de Idleb, controlada en casi su totalidad por el Frente al Nusra, la filial siria de Al Qaeda, y otras milicias opositoras, según informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.

De las víctimas, tres perdieron la vida por la caída de proyectiles en la zona de Zainiya, cerca de la ciudad de Yisr al Shogur, mientras que las otras dos murieron en un ataque similar en el pueblo de Mastuma, en el sur de Idleb, indicó la organización pro opositora.

Por otro lado, al menos dos combatientes de grupos insurgentes islamistas, entre ellos uno de sus cabecillas, fallecieron durante los combates contra el Ejército sirio en la localidad de Hirbnafsa, en la provincia central de Hama, con lo que ascienden a siete los rebeldes fallecidos en esa población desde ayer.

También en el norte, en la ciudad de Alepo, estallaron en la madrugada de hoy combates en los alrededores del barrio de Suleiman Halabi entre el Ejército y facciones rebeldes islamistas que quedaron fuera del acuerdo.

Paralelamente, en el norte de la provincia de Alepo, milicias rebeldes opositoras bombardearon los pueblos de Bashamra y Basufan, en los alrededores del enclave kurdo sirio de Afrin.

El acuerdo de cese de hostilidades, logrado por Moscú y Washington y avalado por Damasco, dejó expresamente fuera al grupo islamista radical Estado Islámico (EI) y al Frente Al Nusra, la rama siria de Al Qaeda.

En la provincia de Latakia, en tanto, la endeblez del acuerdo se puso de manifiesto cuando un grupo de periodistas de varias nacionalidades resultó alcanzado por un bombardeo cuando realizaban una gira organizada por el Ejército ruso para observar el cumplimiento del alto el fuego.

Como resultado del ataque resultaron heridos periodistas de Rusia, Bulgaria, Canadá y China, informó el general Igor Konashenkov, vocero oficial ruso en la base aérea de Jmemeim, citado por medios rusos.

"El ataque se realizó desde la frontera turca, desde la zona de Dama e Idlib", según el militar, que precisó que el grupo estaba integrado por 33 periodistas rusos y de otros países, como China, Alemania, Estados Unidos, Canadá, Bulgaria y Grecia.

Una fuente del Ejército sirio, citada por medios rusos, señaló que el Frente al Nusra fue el autor del ataque.

Hoy, el presidente sirio, Bashar al Assad, aseguró que sus tropas mantienen por ahora el alto el fuego, pese a las violaciones de los "terroristas".

En una entrevista con la televisión pública alemana ARD, Assad se comprometió a hacer "su parte" para que se mantenga el cese de las hostilidades, aunque matizó que todo tiene "su límite" y que el éxito depende del "otro lado".

Con respecto a la situación de la población siria, Assad admitió que el país está en una situación de "desastre" humano y negó que el Ejército bloquee el acceso de los convoyes humanitarios de las Naciones Unidas a algunas localidades y regiones rebeldes, como han denunciado la ONU y las potencias occidentales. Las declaraciones de Al Assad se producen el mismo día en que el Observatorio de los Derechos Humanos indicó que al menos 4.802 personas murieron por la guerra en Siria durante el mes de febrero, lo que supone una cifra superior a enero, cuando hubo 4.680 fallecidos.

La organización con sede en Londres y una amplia red de informantes in situ precisó que dentro de ese recuento hay al menos 1.109 civiles, de los que 234 eran menores de edad y 156 mujeres.

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