Cuáles son los riesgos para la salud de los candidatos en campaña

La campaña electoral entró en la quincena decisiva. Precandidatos a intendente de Rosario y a gobernador de Santa Fe redoblan sus esfuerzos para ganar. Apuestan a todo o nada, y en esa entrega también ponen el cuerpo. El costo es alto y ellos lo saben, aunque no siempre atienden su salud como deben.
La campaña electoral entró en la quincena decisiva. Precandidatos a intendente de Rosario y a gobernador de Santa Fe redoblan sus esfuerzos para ganar. Apuestan a todo o nada, y en esa entrega también ponen el cuerpo. El costo es alto y ellos lo saben, aunque no siempre atienden su salud como deben. La Capital consultó a siete de los postulantes a ocupar los primeros cargos en la ciudad y la provincia para conocer cómo se cuidan en tiempos de tanta presión.

¿Qué comen, cuántas horas duermen, qué tipo de actividad física recreativa realizan, de qué manera intentan bajar los decibeles? Las respuestas fueron analizadas por un médico cardiólogo, quien puso sobre la mesa los errores y aciertos desde el punto de vista del bienestar psicofísico de Antonio Bonfatti, Agustín Rossi, Rubén Giustiniani, Mónica Fein, Jorge Boasso, Héctor Cavallero y Diego Giuliano.

La elección de un especialista en corazón no es casual. Los problemas cardiovasculares, también llamados “la enfermedad del poder”, son una cruda realidad en la Argentina. Constituyen la primera causa de muerte en hombres y mujeres de más de 50 años y la padecieron tres ex presidentes: Carlos Menem, Fernando de la Rúa y Néstor Kirchner fueron intervenidos por enfermedad carotidea sintomática. A Kirchner le costó la vida.

Diego Nannini, médico cardiólogo y magister en hipertensión y mecánica vascular, no dudó en manifestar que cualquier candidato en período preelectoral está sometido a un estrés crónico que puede traerle consecuencias. “No tienen tiempo para las distracciones, todo sucede de manera apresurada y tanto los disgustos como la euforia se multiplican, eso propicia la suba de la presión arterial y el riesgo de infarto”, explicó. De todos modos, el especialista dijo que “observando las respuestas de los políticos me preocupa más el después de la campaña que el durante”. Es que todos expresaron que más allá del cansancio y el esfuerzo están “felices y entusiasmados”.

“Dicen que hacen todo esto con pasión, y seguramente de ese modo superan el cansancio, por eso creo que cuando más se tienen que cuidar es después de la campaña, porque es el momento en el que baja la adrenalina y, con ella, las defensas”, detalló.

Hay un puente indiscutible entre el corazón y las emociones, y de allí algunos riesgos no siempre conocidos. Una de las situaciones más duras de soportar para la salud cardiovascular es el error o la vergüenza pública. En su libro “El corazón enfermo”, el médico Carlos Tajer, le dedica un capítulo al impacto de situaciones negativas de alta exposición y relata varios casos de personas infartadas luego de un traspié, derrota o fracaso del que habló “todo el mundo”. Nannini agrega que “si alguien esperaba ganar, y pierde, puede verse afectado emocional y físicamente. En este caso, recomiendo, primero, que el candidato tenga claro que si las cosas salen mal no es estrictamente por su culpa sino que las responsabilidades siempre son compartidas por un conjunto de personas y de hechos, y después, que se tomen muy en serio la atención de la salud, que busquen un buen médico clínico que los acompañe y guíe en ese proceso de recomposición”.

Milanesa y vitaminas. Dormir bien, hacer las cuatro comidas principales, realizar actividad física y cumplir con los chequeos médicos frecuentes se anotan entre las recomendaciones principales para todo ser humano que apuesta a una vida saludable. Los precandidatos consultados afirman que les importa “mucho” sentirse bien, pero a la hora de confesar sus hábitos en campaña se dan cuenta de que no siempre pueden hacer los deberes. Bonfatti, Rossi, Giustiniani (que pelean la Gobernación) y Fein, Boasso, Cavallero y Giuliano (en carrera por la Intendencia) descansan un promedio de 6 horas por noche, ubicándose por debajo de las recomendaciones que indican que se necesitan 8 horas de buen sueño para no enfermarse. Algunos se las ingenian para hacer algo parecido a una siesta, como en el caso de Boasso: “Cuando puedo, después del almuerzo me tiro en un sillón y cierro los ojos media hora”. O Bonfatti que aprovecha los trayectos largos en auto cuando recorre la provincia “para recuperar un poco el sueño”. Giuliano, por ejemplo, tiene un “sistema” particular: hace cinco minutos de siesta entre una reunión y otra.   

El almuerzo es otro de los problemas. Casi todos lo pasan por alto. Cavallero es el único que asegura que no lo saltea jamás. Fein reconoce que se esfuerza por cumplirlo y que su secreto es “comer moderadamente y despacio”. Rossi almuerza sólo cuando puede: “Desayuno seguro, después almuerzo o ceno”, menciona. También dos comidas por jornada son las que realiza Giustiniani.

Por su parte, Bonfatti admite que cuando el trayecto se lo permite no se pierde al mediodía “el familiar de milanesa que hacen en la Petrobrás de Firmat”. Es que el fast food de las estaciones de servicio es un clásico de los que recorren la provincia.

Todos comentaron que bajaron de peso.

Chequeos. Los consultados admitieron haber visitado a su médico de confianza antes de iniciar la campaña, salvo Rossi: “No hago nada”, confesó. Otros hasta echaron mano de algún suplemento para estar más fuertes: “Mi médico me dio un complejo multivitamínico con ginseng que parece un cohete y es muy difícil de tragar”, contó con humor Boasso.

¿Secretos para no enfermarse? En este punto, los aspirantes a la Intendencia y la Gobernación expusieron sus mejores armas. Como buenos políticos fueron contundentes: “Amo lo que hago”, “soy un candidato saludable”, “le pongo pasión y alegría”, “pienso siempre en positivo”, “tengo esperanza”. Sólo uno se atrevió a contar que más allá de la apuesta personal y de su partido le pide a Dios que lo ayude. Es que la fe es otro condimento para la salud.

►Antonio Bonfatti

Precandidato a gobernador socialista

“Los días en campaña arrancan muy temprano y terminan tarde. Aprovecho las horas de viaje en auto para dormitar un poco. Por mi profesión de médico tengo en claro la importancia de la alimentación, pero se hace difícil en este período. Almuerzo muchas veces en estaciones de servicio. Es infaltable el sandwich de milanesa. ¿Descanso?, el poco tiempo libre se lo dedico a mi esposa, hijos, nietos y a mi madre. En los últimos meses sólo fui una vez al cine a ver El Discurso del Rey. Tengo más ojeras pero estoy bien”.

►Mónica Fein

Precandidata a intendenta socialista

“Duermo entre seis y siete horas. Siesta jamás. Trato de respetar las cuatro comidas y de no excederme con las cosas ricas que me ofrecen en reuniones. Como no puedo hacer deportes por falta de tiempo, los fines de semana, mientras estoy en campaña, disfruto de recorrer los parques con los jóvenes; antes de acostarme leo algunas páginas de un libro. Ni bien arranqué con toda esta actividad me hice controles médicos de rutina. Soy feliz con lo que hago, y ese es mi mejor secreto para estar saludable”.

►Agustín Rossi

Precandidato a gobernador por el FPV

“Descanso entre cinco y seis horas por noche. No duermo la siesta. Cuido mi alimentación todo lo que puedo pero la única comida segura durante el día es el desayuno, después veo si almuerzo o ceno, porque en tiempos de campaña electoral vivo siempre apurado. Por eso ya bajé dos kilos. ¿Salidas con la familia o los amigos, ir al cine o al teatro?, imposible, en campaña dejé todo eso. Respecto de los chequeos médicos, la verdad es que no me hice. Y no tengo ningún secreto para no enfermarme”.

►Jorge Boasso

Precandidato a intedente por la UCR

“Estoy durmiendo poco. No me acuesto nunca antes de la una y me levanto tipo 6. Si puedo, después del almuerzo me tiro media hora en un sillón. Trato de no comer apurado, aunque no es fácil. En días de campaña no hay descanso posible. ¿Salidas para distraerme?, no hay tiempo para el deporte y muy poco para mis hijos. Sólo me permito alguna distracción el sábado a la noche. Antes de empezar la campaña fui al médico y me dio un multivitamínico con ginseng que parece un cohete, muy difícil de tragar”.

►Rubén Giustiniani

Precandidato socialista

“Trato de comer por lo menos dos veces al día. Elijo pollo o pescado con ensalada. Pero si me convidan con locro o tortas fritas no me niego. No he dejado de hacer actividad física, salgo a correr o me ejercito en el gimnasio. Al cine voy cuando puedo e intento no alejarme de la familia y los amigos. Es cierto que estoy más agotado, pero convencido de que es un esfuerzo para que ganemos todos. ¿Mi estrategia saludable?, un buen médico que no me deja engordar ni medio kilo”.

►Diego Giuliano

Precandidato justicialista

“No duermo más de seis horas pero entre reunión y reunión, en el auto, hago siestas de 5 minutos. Me alimento bien y jamás me niego a los mates o lo que me ofrecen gentilmente los vecinos. Igual estoy bajando de peso. Como distracciones elijo la lectura y pasar tiempo con mi familia. Las caminatas me ayudan a seguir activo. ¿Controles médicos?, sí, ergometría, electro y análisis. Voy a un especialista de la voz y también tomo un complejo de vitaminas”.

►Héctor Cavallero

Precandidato justicialista

“Duermo unas seis horas por noche y respeto las comidas. Igual, en campaña bajé unos kiños. No estoy agotado y por suerte ahora manejo muy bien la ansiedad. ¿Cómo me relajo?, los domingos son para la familia, hago el asado y me reúno con mis hijas y mis cinco nietos. Además, soy buen lector. Antes de acostarme leo algo de economía y una novela. Mi secreto para no enfermarme es estar bien abrigado cuando salgo de los actos. Tampoco tomo bebidas frías porque me afecta la voz”.

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