En la noche del martes, pusieron su rúbrica casi una decena de partidos con proveniencias y objetivos disimiles. El más tradicional y estructurado en todo el país es la Unión Cívica Radical, que ostenta nada menos que dos de los cinco autodenominados precandidatos presidenciales: los mendocinos Julio Cobos y Ernesto Sanz.

Con su tradicional apego a los valores patrióticos y la honestidad como premisas, se sumaron raudamente los sectores filoprogresistas del Partido Socialista (por los que firmaron el presidenciable Hermes Binner y uno que buscará su lugar en la Ciudad, Roy Cortina) y el más novato Proyecto Sur -aunque sus referentes, Alcira Argumedo y Fernando "Pino" Solanas, que también buscará la presidencia, llevan años abrazando causas ecologistas y populares.

La juventud y el bullicio lo aportan los nóveles de Libres del Sur, con Victoria Donda y Humberto Tumini como referentes, aunque sin aspiraciones ejecutivas. Sus apuestas son legislativas y, aunque apoyen a Binner en la candidatura máxima, ponen sus fichas porteñas en uno de los dos "independientes" que rubricaron el nacimiento del FAUnen, Alfonso Prat Gay.

El otro político sin partido que sumó su estampa fue Martín Lousteau, que aunque sueña con algún lugar en la candidatura porteña, emerge como un economista seductor de juventudes para cualquiera sea la fórmula resultante. Lejos quedaron las rencillas de sectores rurales -vinculado históricamente a representantes de este nuevo lema electoral- en épocas de la Resolución 125 y de Lousteau como ministro kirchnerista.

Otro actor protagónico será la Coalición Cívica, que resurgió de sus propias cenizas electorales de 2011 -cuando su líder Elisa Carrió obtuviera menos del 2% de los votos- al armar el UNEN porteño en 2013. De esa experiencia sacaron sus conclusiones y, por ello y por una aspiración que suena más porteña que nacional, Carrió y Pablo Javkin firmaron el acta constitutiva en el Broadway. Son claves para seducir a un nutrido sector del electorado del PRO.

Una de las ex aliadas de Carrió, Margarita Stolbizer, selló su participación con su lema GEN, junto a Sergio Buil. Repartieron volantes en los que exigieron alianzas que no traicionen las ideas, en un claro mensaje contrario a los acercamientos y flirteos de algunos de los dirigentes de FAUnen con el PRO.

Otro de los sectores que mostró la tirantez del acuerdo inaugurado esta semana fue el Frente Cívico de Córdoba, cuyos referentes Luis Juez y Norma Morandini generan reacciones dispares dentro de algunos de los flamantes socios: el radicalismo cordobés, sobre todo en su referente Oscar Aguad que estuvo en Buenos Aires, se mostró contrariado por esa presencia que suele ser una competencia provincial.

Por último, e intentando colocar algunas de sus premisas progresistas junto a Pino Solanas -como hicieran cuando integraran el Proyecto Sur aunque se fueran luego- sumaron sus firmas los referentes del Partido Socialista Auténtico, Mario Mazzitelli y Virginia González Gass, de escaso peso electoral pero con llegada entre sectores intelectuales progresistas.

En total, entonces, sellaron el acuerdo ocho partidos y dos figuras en condición de independientes. Son diez intereses conflagrados en uno, por ahora, superior: destronar al kirchnerismo y promover una variante no peronista. Queda, para dentro de unos meses, la respuesta al interrogante de los propios dirigentes que, en el Broadway, se preguntaron: "¿Podremos mantener un frente tan grande?".