Cuádruple crimen: el “karateca” fue contra la elevación a juicio oral

Cuádruple crimen: el “karateca” fue contra la elevación a juicio oral
Uno de los defensores de Osvaldo Martínez apeló a la Casación para que sobresea al acusado. El fiscal del juicio será el mismo que instruyó el caso. Alta tensión previa al debate
El juicio oral por el cuádruple homicidio de La Loma, ya tiene su antesala de enorme impacto. Ayer, fue designado como fiscal, el mismo que tuvo a cargo la instrucción del expediente, el doctor Alvaro Garganta. El dato pasaría desapercibido, y hasta se da con cierta habitualidad que fiscal que instruye, va al juicio, pero en este tormentoso caso el funcionario judicial ha sido muy cuestionado por los familiares y amigos de uno de los dos imputados que subirán al banquillo de los acusados, Osvaldo “karateca” o “alito” Martínez.

La decisión de que Garganta intervenga en representación del ministerio público, es decir, para la parte acusadora, fue adoptada ayer por el fiscal general de La Plata, Héctor Vogliolo.

El dato se produjo a pocos días de que la Cámara Penal, a través de su Sala III rechazara el sobreseimiento de Martínez, confirmando que iría a juicio oral junto al coimputado, el albañil Javier “la hiena” Quiroga.

Precisamente contra ese resolutorio, ayer se presentó ante la Sala III de la cámara, Marcelo Mazzeo, uno de los dos defensores de Martínez, e interpuso un recurso ante la Casación bonaerense, por el cual intentará que en esa instancia, la más alta del fuero penal provincial, por fin su asistido obtenga un dictamen favorable.

No obstante, según se informó en tribunales, el recurso de apelación interpuesto por Mazzeo, sería declarado inadmisible por los mismos camaristas de la Sala III que confirmaron la elevación de la causa a juicio oral con los dos acusados.

Si la causa sigue su rumbo al juicio, Martínez y Quiroga serán juzgados, tal como adelantó Trama Urbana, por el Tribunal III de La Plata integrad por los jueces Florencia Butiérrez, Ernesto Domenech y Andrés Vitali.

El cuádruple homicidio de Bárbara Santos –novia de Martínez-, su pequeña hija Micaela Galle, su madre Susana de Barttole, y Marisol Pereyra se produjo el 27 de noviembre de 2011 en el PH ubicado en las calles 28 entre 41 y 42.

Por unanimidad, el pasado 6 de agosto los camaristas de la Sala III Carlos Silva Acevedo, Javier Guzmán y Alejandro Villordo determinaron que ambos acusados deben llevar sus defensas a los estrados del juicio oral.

En su apelación a la elevación a juicio dispuesta por el juez de Garantías Federico Guillermo Atencio, la defensa de Martínez, había atacado las declaraciones de los testigos Marcelo Tagliaferro -denunciado por falso testimonio- y de Patricia Godoy -quien asegura que Martínez no estaba en su casa en la noche del hecho-.

Pero los camaristas consideraron que “dichas probanzas no despejan las dudas que subsisten respecto de la autoría de Osvaldo Martínez, las que pueden ser despejadas en el debate oral.”

“Estado de certeza negativa”

El remisero Marcelo Tagliaferro (foto) declaró haber visto a Osvaldo Martínez salir del departamento de calle 28 entre 41 y 42. Sobre las dos denuncias que pesan sobre el remisero, los camaristas de la Sala III sostuvieron que “no descalifican” al menos en esta etapa del proceso “la versión del testigo, la que, por ende, se convierte en un obstáculo que impide arribar al estado de certeza negativa que habilita el sobreseimiento”.

También señalaron que “no obstante la amplia investigación llevada a cabo, persisten, respecto de la situación procesal de Martínez, situaciones contradictorias, poco claras, que impiden una conclusión anticipada del proceso, vía sobreseimiento”

Tácticas y estrategias sobre el estrado

El abogado defensor de Javier Quiroga planteó una serie de nulidades y pidió el sobreseimiento por presuntos vicios procesales, pero los jueces entendieron que tales falencias no existieron. Así el albañil apodado “la hiena”, cuyo ADN fue encontrado en la escena del crimen y en el cuerpo de al menos dos de las mujeres asesinadas, deberá ser juzgado en audiencia pública.

En la escena del crimen no se hallaron rastros de la presencia de Martínez. En tanto, una pericia telefónica que analizó los mensajes de textos y las llamadas de Martínez con impactos en antenas de telefonía celular, tuvo análisis opuestos de la fiscalía y la defensa.

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