“No se puede tapar el sol con las manos, cada uno que se haga cargo de lo que se tiene que hacer cargo”, dijo el jefe comunal tras agregar: “Me llama la atención que no se exprese con claridad un problema tan importante que debemos atacarlo entre todos. Este tema hay que resolverlo desde lo nacional y provincial, pero si se pelean entre ellos”. De esa manera, Mestre condenó las expresiones de Monteoliva, quien negó que exista narcoescánadolo en Córdoba y aseguró que cuando esta situación se resuelva “no sé con qué cara vamos a mirar a los que hemos culpado con tanta severidad, a los que hoy están detenidos y hemos tildado como narcopolicías”.

Mientras que, por su parte, el radical consideró que “si yo niego que en Córdoba hay baches, me pondría en la misma situación de la ministra que dice que no hay narcotráfico en la provincia”.

La buena relación institucional que Mestre y De la Sota mantuvieron desde que asumieron en sus respectivos gobiernos duró hasta que, días antes de las elecciones legislativas, tras la consulta de periodistas sobre el narcoescándalo el gobernador respondiera: “Pregúntele a Mestre por su viceintendente”. A esa primera arremetida, Mestre respondió reconociendo que no le cayó para nada bien los dichos del gobernador, pero dijo que pondría la otra mejilla “porque en el medio están los cordobeses”. Sin embargo, apenas unas horas después cargó contra la Provincia y dijo que desde hace tres meses De la Sota no le atiende el teléfono. Esa disputa derivó luego en una pelea por fondos que la Municipalidad le reclama a la Provincia y después en un intento de negociación conformando una mesa de diálogo entre ambas partes que, hasta el momento, no dio frutos.