Mediante una nota que acercaron a La Opinión, integrantes de la JR señalan que “durante muchos años, sorprendió a propios y ajenos el arbolado de la ciudad de Trenque Lauquen debido a su correcto cuidado y planificación, siendo nombrada y reconocida como un ejemplo en materia forestal urbana”.

Y agregan: “Las tareas de poda que se realizaron estos últimos meses fueron excesivas y altamente perjudiciales para el arbolado urbano. De hecho, lo que se realizó en Trenque Lauquen fue una mutilación, ya que la eliminación total de la copa o la reducción de las ramas principales, constituye para el árbol un daño de magnitud del cual no siempre se recupera, quedando muy afectada la forma del mismo y con mayor susceptibilidad a enfermedades. Cuando se realizan este tipo de podas, se puede observar que en la época de brotación aparecen numerosos brotes muy débiles, que son una clara demostración de que fue afectada la vitalidad del árbol, quedando éstos muy susceptibles al daño de las tormentas y enfermedades”.

Asimismo señalan que “los cortes que se realizaron en ramas de diámetro mayor o igual a 6 cm exponen al árbol a heridas por largo tiempo, retardándose o imposibilitando la

cicatrización de las mismas. Esto será puerta de entrada a hongos que atacan la madera, quedando las ramas y los troncos ahuecados. Dentro de un tiempo se podrán observar en los árboles urbanos que fueron mutilados en Trenque Lauquen cómo se producirán un gran número de pequeñas y débiles ramas, defecto que será muy difícil y laborioso de corregir. A largo plazo, habrá una mayor susceptibilidad de éstos a contraer enfermedades que afecten en forma parcial o total al mismo”.

Corte selectivo

Además sostienen que “es necesario entender que ninguna práctica de poda debe modificar la forma propia de la especie, lo que se debe realizar es un corte selectivo de las partes, con un determinado propósito, y no la simple eliminación de toda la copa. Para realizar esta tarea se requiere conocer la biología del árbol en cuestión y las técnicas de poda que se adecuen al mismo. El impacto de estas tareas en materia

forestal realizadas por el municipio tienen grandes consecuencias, debido a que no sólo afectan los árboles mencionados, sino que también contribuyen a confundir a la población, debido a que muchos ciudadanos toman como buen ejemplo el tipo de poda realizada por el municipio y luego es algo que queda instaurado culturalmente como correcto, siendo que no es así”.

Para los jóvenes radicales, “durante las tareas de mutilación implementadas, se pudieron escuchar las críticas constructivas realizadas por reconocidos profesionales que trabajan en la ciudad, que alertaban sobre las futuras consecuencias y la necesidad de detener la poda. A pesar de que desde el municipio eran conscientes de esta situación, se continuó con estas tareas de mutilación en la ciudad. Es difícil aceptar que una política de estado como la anterior, que estaba instaurada en la ciudad desde hace muchísimos años y que a su vez trascendió distintos gobiernos, hoy sea destruida en un acto de esta magnitud”.