Macri ha encontrado un filón electoral en las salvajadas y los aprietes de dos notorios sindicalistas del cristinismo: el piloto Pablo Biró y el bancario Sergio Palazzo. La paradoja: los dos creen que atacando violentamente a Macri ayudan al regreso de Cristina cuando sólo ayudan a entorpecer el regreso de Cristina y a revivir los miedos que Cristina despierta y busca ahuyentar.

Hasta su compañero de ruta Pablo Moyano critica en voz baja por desbocado a Biró. Parece un chiste pero es verdad. Biró se formó como piloto en la Fuerza Aérea y actúa muchas veces como los militares de su tiempo. Con perdón por la palabra ajena, en una asamblea del gremio dijo: “no chupemos más pija.... hay que voltear a este Gobierno”. Un diplomático.

Trabajó en LAPA antes de entrar a Aerolíneas y es una rareza por duplicado: kirchnerista fanático en un sindicato casi aristocrático como el de los pilotos, por lejos los que más plata ganan en ese medio. Tiene de mano derecha, o de mano izquierda según se mire, a Mateo Ferrería, de La Cámpora. Han hecho carrera presentando cualquier planteo gremial como parte de una guerra por la soberanía nacional, aunque la defensa sea de sus propios intereses. Dice Biró: hay que “dar la lucha en cada aeropuerto, en cada avión argentino que es un pedacito de nuestra nación que está siendo entregada”.

El problema es que usa al tráfico aéreo como fuerza de choque, como en el último paro salvaje justo antes del fin de semana largopara perjudicar a más gente. Todo porque Latam anunció que desde enero suspenderá los vuelos a Miami si no le autorizan tener matrícula chilena en dos aviones nuevos. Ahora hace esa ruta con aviones que deben ser reemplazados: cumplen 20 años y no podrán entrar más a Estados Unidos.

Latam pierde plata y pide que esas naves nuevas no queden estacionadas en Miami a la espera del vuelo de regreso sino que puedan seguir viaje con tripulaciones de otros países. Eso ya lo hace en Perú, Chile, Colombia y Brasil. Aquí la ley lo prohíbe. 165 de los 220 pilotos de Latam argentina, afiliados al gremio de Biró, le pidieron a Biró que acepte. Viendo lo que hace Biró, puede esperarse cualquier cosa. Algo que ya logró con el paro salvaje: darle plafond al Gobierno para que empiece el proceso de aprobación al pedido de Latam.

También Palazzo aprieta al estilo Biró, con quien comparte militancia. Ex radical pegado a Leopoldo Moreau, un ultra cristinista todo terreno y cercano a Jorge Brito, el jefe de los bancarios acusó a Marcos Galperín, de Mercado Libre/Mercado Pago, de evadir y de aplicar la violencia con sus empleados. Y al Gobierno de llevar adelante “un brutal proceso de desregulación” del sistema financiero.

Mercado Pago se metió a dar préstamos fuera de las regulaciones del Central y le comió una parte del negocio a los bancos y asusta a los bancos: tiene 267 millones de usuarios y un valor de mercado de más de 30 mil millones de dólares. Algo más tienen Biró y Palazzo en común: el cuidado de la caja gremial, que es igual al cuidado de la caja propia.