La primera en tomar la palabra fue la vicepresidenta, que recordó como cuatro años atrás se había despedido en aquel mismo lugar de su rol como Presidenta de la Nación. “Hace cuatro años atrás me había despertado en el mismo lugar, en la casa de mi hija Florencia. Se acuerdan aquella noche maravillosa del 9 de diciembre del 2015, cuando nos despedimos en esta plaza”, dijo ante la ovación de quienes la escuchaban.

Con fuertes críticas al gobierno saliente, sostuvo que los últimos años fueron “muy duros”. “También para quienes fueron objeto de persecución, de quienes se nos buscó que literalmente desapareciéramos como seres humanos casi, a través de la humillación y de la persecución. Sin embargo, pese a todo eso hoy estamos aquí”, dijo la expresidenta y exsenadora.

También se dirigió al presidente, a quien le dijo que “ha iniciado su gobierno con muy buenos augurios” por la decisión de haber quitado las rejas de la Casa Rosada instaladas por la gestión anterior, “como un símbolo de división entre el pueblo y el gobierno”, según dijo.

Le aconsejó que “confíe siempre en su pueblo, ellos son los mas leales”; y le advirtió que “no se preocupe por las tapas de un diario”, sino por “llegar al corazón de los argentinos”.