Cristina no tiene favoritos, Scioli tampoco

Cristina no tiene favoritos, Scioli tampoco

Se aproximan las PASO y la Presidenta y el Gobernador bonaerense persisten en no bendecir a precandidatos. La riesgosa jugada de Macri los ilumina. El líder del Pro apoya a Horacio Rodríguez Larreta en CABA, pero un triunfo de Gabriela Michetti este domingo lo dejaría muy mal posicionado

La presidenta Cristina Fernández parece haber decidido finalmente no bendecir a ningún precandidato del oficialismo a sucederla, abriendo la puerta para que la fórmula presidencial del kirchnerismo se dirima en las PASO del Frente para la Victoria, que tiene como favorito a Daniel Scioli. Una actitud similar fue asumida por el propio Scioli respecto a su reemplazante.

La presidenta fue consultada ayer en Moscú respecto a si tenía algún candidato favorito a sucederla, y directamente respondió que "no". Por lo que dejó en mala posición al precandidato presidencial y ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, quien días pasados había asegurado que CFK lo había elegido como “su” candidato.

Randazzo, se mostró en varias oportunidades, la última vez el pasado 9 de abril, como "el candidato" de la Presidenta, al afirmar mitad en broma y mitad en serio, que "la Presidenta me dio su confianza" para postularse y comentar que en una conversación ella le dijo: "'El candidato sos vos, flaco'".

La respuesta de Cristina en el país de los zares beneficiaría al gobernador bonaerense, Daniel Scioli, mejor posicionado en las encuestas, y cuya apuesta electoral es que la Presidenta no designe a nadie como su delfín sino que habilite la competencia con los otros precandidatos, como Randazzo y Sergio Urribarri.

El anuncio formulado por la jefa de Estado desde Rusia responde a un reclamo de la mayoría de intendentes y gobernadores  que reclamaban una decisión urgente para definir sus propias estrategias de campaña territorial, ante una oposición que amenaza con juntarse y apoderarse de varios distritos gobernados por el oficialismo.

 

Tibios para evitar enemigos

A diferencia de CFK y Scioli, Mauricio Macri, el precandidato a la presidencia por el PRO, en la interna en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires bendijo Horacio Rodríguez  Larreta en detrimento de Gabriela Michetti.

La incertidumbre es qué pasará con la imagen de Macri si este domingo Michetti se impone en las primarias, quien de forma paulatina viene largando dardos venenosos contra Macri por el impacto que está teniendo el narcotráfico en la Capital Federal y los negocios que se tejieron desde el gobierno porteño con empresarios del juego como Cristóbal López.

En la carrera para la gobernación bonaerense hay varios precandidatos: el intendente de La Matanza, Fernando Espinoza, el presidente de la Cámara de diputados nacionales, Julián Domínguez, el secretario de Seguridad, Sergio Berni; el titular de la Anses, Diego Bossio; el intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde, el vicegobernador bonaerense, Gabriel Mariotto; el presidente del Grupo Provincia, Santiago Montoya, el intendente de Berazategui, Juan Patricio Mussi y el presidente del bloque de diputados bonaerenses del FpV, Fernando “Chino” Navarro. Pero Scioli no se jugó por ninguno de ellos. El gobernador deja que el carro avance y se acomoden los melones. Sabe que así ganará menos enemigos internos.

El sciolismo recibió la noticia llegada desde Rusia como música para los oídos, ya que confirmó la luna de miel que atraviesa en su relación con la Casa Rosada. En los últimos días, Carlos Kunkel y Diana Conti, dos de los referentes del ultrakirchnerismo cercanos a Cristina, pasaron gradualmente de acusar a Scioli de ser un neoliberal, a reconocerlo como "un compañero" que puede permitirles volver a ganar las elecciones de octubre. Todo indica que el libro de pases seguirá abierto.

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