Cristina Kirchner se metió personalmente a operar el desembarco del titular de la AFIP, Ricardo Echegaray, en la presidencia de la Auditoría General de la Nación (AGN), un paso previo para lograr que finalmente puedan ingresar al organismo los camporistas Juan Ignacio Forlón y Julián Alvarez.

Por estas horas, Cristina llama personalmente a los gobernadores peronistas y les ofrece girarle fondos millonarios y pasar a planta permanente el personal que tengan o quieran meter en el Estado nacional. Sin timidez, la Presidenta exprime al máximo sus últimas horas en el poder.

La presidencia de la AGN, tras la derrota electoral que sufrió el oficialismo en el ballotage, ahora corresponde al Partido Justicialista por ser la oposición con mayor representación parlamentaria.

Cristina había pensado inicialmente en Aníbal Fernández, pero chocó con los gobernadores decididos a proclamar al presidente del PJ, Eduardo Fellner.

El trámite de la designación es sencillo, alcanza con una nota oficial del PJ que gire al Congreso el nombre del elegido. No hay fecha. Puede producirse en cualquier momento la designación. En el Consejo nacional del PJ están representados todos los gobernadores peronistas, por eso Cristina debe negociar y en eso está.

El propio Echegaray también se comunicó con varios gobernadores para aclararles que está interesado en presidir la AGN. "Esto empezó como una idea mía y sobre el camino se sumó Cristina", se ufana el recaudador.

Lo que dice Echegaray es tan cierto como que nunca formó parte del entorno más íntimo de la Presidenta. De hecho, en la Casa Rosada hablan abiertamente de un supuesto temor de Cristina hacia su funcionario por la información reservada que maneja sobre declaraciones juradas y movimientos de fondos. Temor que la habría llevado a respaldarlo, pese al enojo que le provocó su actitud dialoguista con Mauricio Macri que lo llevó a anunciar su renuncia al cargo pese a que tenía mandato, dejandó en off side a Vanoli, Sabbatella y Gils Carbó.

Mañana, Cristina se reunirá con los líderes del partido, quienes el jueves definirán qué hacer en una reunión cerrada en el Partido Justicialista.

Hasta ahora los gobernadores mantienen la candidatura de Fellner para la Auditoria. El jujeño no es un improvisado, tres veces gobernador de su provincia y actual presidente del PJ, fue como diputado nacional en el inciio de los noventa, vicepresidente de la entonces llamada “Comisión Parlamentaria Mixta Revisora de Cuentas de la Administración”.

Bajo su gestión se creó la actual Auditoría General de la Nación, cuya puesta en funcionamiento se encargó a la Comisión Revisora que conducía Fellner. Es decir, estuvo en la gestación de organismo para el que ahora lo proponen.

Sin embargo, los billetazos finales de Cristina están surtiendo su efecto y el espíritu rebelde de los gobernadores empezó a perder fuerza en las últimas horas.

En la reunión del partido del jueves, también se definirá quien ocupará la presidencia del bloque de diputados, que inicialmente Cristina quería para Juliana di Tullio y luego ante el rechazó que provoca su figura, contra propuso al mas componedor Héctor Recalde.

Por ahora, los gobernadores insisten en respaldar al sanjuanino José Luis Gioja, pero no sería la primera vez que terminen cediendo ante los deseos de la todavía Presidenta.