Cristina Kirchner le pidió a Daniel Scioli que si gana en las elecciones mantenga en su cargo al número dos de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Juan Martín Mena, un camporista que actúa como operador judicial del gobierno y fue uno de los cerebros del fallido memorándum con Irán.

Mena, que antes de convertirse en el “señor 8” de la ex Side actuó como subsecretario de Política Criminal del Ministerio de Justicia, es un funcionario que responde a Eduardo “Wado” de Pedro y Julián Álvarez, justamente dos de los dirigentes de La Cámpora que se muestran menos reacios a Scioli.

Desde antes de llegar a la ex Side, Mena ha tejido buenos lazos en los tribunales de Comodoro Py, donde tramitan las causas por corrupción que preocupan al Gobierno. Es por eso que Cristina está interesada en que Scioli lo mantenga en la próxima gestión, para que desde la secretaría de Inteligencia actúe como un freno a las investigaciones que podrían empezar a acelerarse desde diciembre.

“Es un buen chico”, le hizo saber Cristina a Scioli, que ya tiene la tranquilidad de que Oscar Parrilli dejará su cargo en la próxima gestión. Aunque el kirchnerismo en el Congreso le dio mandato hasta 2019, el neuquino ya hizo saber que dejará su lugar en la AFI cuando su jefa política se vaya de la Rosada.

Como adelantó LPO la semana pasada, Scioli ya reservó la conducción de la ex Side para Gustavo Ferrari, actual asesor general del gobierno bonaerense y ex diputado nacional del espacio de Francisco De Narváez.

Ferrari es un funcionario de un perfil netamente diferente al de Parrilli y también al de Mena. El ex diputado mantiene buenos vínculos con el mundo empresario, la oposición y también los jueces federales, estos últimos íntimamente ligados a la secretaria de Inteligencia.

Con un jefe de la ex Side con ese perfil y un reciente pasado en la férrea oposición, a Cristina no le queda otra que intentar mantener a Mena.

Pichetto quiere la Anses

Mientras Scioli reparte ministerios y secretarías de su hipotético gobierno, son varios los dirigentes que todavía esperan recibir su premio. Es el caso de Miguel Ángel Pichetto, que además de ser uno de los nombres que maneja el ex motonauta para la Corte, intenta a ubicar a su hijo Juan Manuel en la Anses.

Scioli ya confirmó que Diego Bossio dejará el organismo previsional y encabezará el ministerio de Planificación. En principio, el manejo de la Anses parecía reservado para Gustavo Marangoni, hombre de extrema confianza del gobernador, pero finalmente recalaría en el Banco Nación.

El nombre que más fuerte suena para la Anses es el de otro funcionario de confianza de Scioli: Santiago Montoya. El presidente del Grupo Provincia y ex recaudador bonaerense parece número puesto para ese cargo, aunque otro sciolista puro como Martín Ferré apuesta a quedarse con ese lugar.

Pero Pichetto juega una ficha por su hijo, que fue parte del directorio de Anses, como Director General de Proyectos Especiales, y antes fue gerente de inversiones del Fondo de Garantía de Sustentabilidad. Juan Manuel Pichetto viene de una dura derrota como candidato a intendente del Frente para la Victoria en Viedma.