Cristina no pudo apartar a Fayt y dejó a una diputada de La Cámpora con una causa penal

Cristina no pudo apartar a Fayt y dejó a una diputada de La Cámpora con una causa penal

Abrieron una investigación pero el magistrado no se fue. Y una ONG denunció a Fernández Sagasti.

La embestida de los diputados kirchneristas para apartar a Carlos Fayt de la Corte Suprema de Justicia va a camino a convertirse en otro traspié de Cristina Kirchner en su pelea con la familia judicial.

Al no tener los dos tercios para enjuiciarlo, el kirchnerismo abrió investigación en la Comisión de Juicio Político para estirar el debate por tiempo indefinido y amedrentar a Fayt.

 

 

 

Adela Segarra no aceptó la estrategia y le dejó la presidencia de la Comisión a la camporista Anabel Fernández Sagasti, sin otro reparo que respetar las órdenes de Cristina, canalizadas por el secretario de Justicia, Julián Álvarez.

 

La maniobra fue tan burda que la mendocina inició una sesión interminable, sólo interrumpida por cuatros intermedios, un artilugio para rechazar dictámenes en minoría. Elisa Carrió lo advirtió y abandonó la primera reunión cuando no le dejaron presentar el suyo.

 

 

 

Aunque le costó la banca, Segarra no se equivocó en advertir los peligros de obedecer a ciegas a Julián Álvarez: el juez Ercolini le dio curso a una denuncia de la ONG Ciudadanos Libres contra Fernández Sagasti, por abuso de autoridad e incumplimiento de deberes de funcionario público

 

 

 

Se basó en un presunto exceso de las atribuciones de la Comisión, al no abrir un proceso de juicio político contra Fayt pero aún así pedir pruebas para determinar si está en condiciones mentales de continuar como juez.

 

 

 

Los diputados kirchneristas tomaron como antecedente la nota del periodista Horacio Verbitsky sobre la supuesta ausencia de Fayt en la reunión que definió la reelección de Ricardo Lorenzetti como presidente de la Corte Suprema.

 

 

 

Fernández Sagasti sólo tuvo malas noticias. Verbitsky fue el primero en rechazar la invitación por no avalar el ambiguo proceso y estuvo lejísimos de amedrentar a Fayt, quien con 97 años a cuestas fue a una reunión de la Corte para mostrar que no está agonizando, como llegaron a sugerir los diputados oficialistas.

 

 

 

La desafiante caminata por las escalinatas del longevo magistrado logró conmover al papa Francisco, que le ordenó al cardenal Mario Poli respaldarlo.

 

 

 

Su salida hubiera dejado el Tribunal con tres miembros y dos vacantes a cubrir, por lo que el Gobierno podría haber negociado con el peronismo federal, capaz de garantizarle los dos tercios necesarios en el Senado.

 

 

 

Nada de eso pasó y Cristina sintió el golpe, aunque trató de disimularlo. Los diputados crearonuna subcomisión para reunirse en secreto a investigar si Fayt está en condiciones de seguir.

 

 

 

Integrada por los kirchneristas Diana Conti, Luis Cigogna y Marcos, sólo se vieron tres veces para hablar con especialistas sobre las capacidades de un hombre de 97 años. Los encuentros fueron secretos y nadie sabe si pasó algo relevante.

 

 

 

Por si fuera poco, el proceso a Fernández Sagasti, que también incluyó a los 16 diputados kirchneristas de la Comisión, enfureció a la presidenta, quien obligó a Julián Domínguez a presentar una cuestión de privilegio contra Ercolini y a Diana Conti a darle curso en la Comisión de Asuntos Constitucionales.

 

 

 

La diputada camporista será senadora por Mendoza desde diciembre. Puede respirar tranquila: tendrá fueros por seis años.

 

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