Cristina profundiza en el último año de su gestión la pelea con el empresariado

Luego de las críticas hechas a la actitud ‘hiperpresidencialista’ y la política de ‘amigo-enemigo’, el Gobierno salió a acusar a los ejecutivos de ser voceros de la oposición

La prudencia parece haber quedado ya guardada en un cajón. Los modos lavados y hasta casi diplomáticos y en voz baja con los cuales los empresarios venían opinando sobre la gestión del Gobierno ya no serán los mismos de ahora en más. La edición 50 del Coloquio de IDEA que se desarrolla en esta ciudad balnearia y que convocó a los hombres de negocios de mayor peso del país, terminó siendo una bisagra en lo que será la relación futura del empresariado con el oficialismo.

Mas allá de las opiniones encontradas entre quienes creen en la llegada del ‘fin de ciclo’ y los que son mas escépticos y advierten que el kirchnerismo sigue manteniendo un fuerte protagonismo, lo cierto es que los ejecutivos parecen haber "salido del placard" en el que estuvieron escondidos por temor a represalias durante los últimos años y ahora se animan a expresar más libremente sus posturas. Obviamente, todas contrarias al modelo K.

Después del duro y fuerte discurso de apertura del tradicional evento, en el cual el presidente de IDEA se refirió a la gestión y a las actitudes ‘hiperpresidencialistas’ y de políticas de ‘amigo-enemigo’ de la presidenta Cristina Fernández y sus ministros, se cerró la poca esperanza de diálogo que aún quedaba entre los ejecutivos de las mayores compañías nacionales y multinacionales que operan en el país y el kirchnerismo.

Las palabras del también director Ejecutivo de Swiss Medical no fueron pensadas en soledad. Fueron consensuadas y avisadas por el empresario al resto de sus colegas, la mayoría de los cuales no pusieron objeciones a su discurso en el cual también criticó la "soberbia oficial", y rechazó las intenciones de reformar la Constitución "sin posibilidad de debate".

Su alocución causó enojo en el entorno de la Presidenta, a tal punto que por primera vez en casi 10 años buscaron un vocero para responder en lugar de seguir practicando la estrategia de la ignorancia y del vacío al foro empresarial.

Así, a primeras horas de la mañana de ayer, Cristina le ordenó al jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, responderle al vocero de IDEA y de los casi 1.000 ejecutivos que durante tres días se reúnen en el Sheraton marplatense para debatir una agenda de largo plazo mediante la cual creen poder ayudar a construir un futuro mejor para la Argentina. 

Una postura que comparten entre otros, Gabriel Martino, presidente del HSBC; Marcelo Figueiras, titular del laboratorio Richmond; Enrique Cristofani, del banco Santander Río; Cristiano Ratazzi, titular de FIAT, y el encargado de negocios de la embaja de Estados Unidos, Kevin Sullivan.

Fueron duros los términos usados por el gobernador con licencia del Chaco. Los acusó de formar parte de una estrategia conjunta con la oposición para que cambie el rumbo económico en 2015. Dijo que se trata de "grupos económicos concentrados" que "están en contra de los logros contundentes que ha tenido el Gobierno". Y les advirtió que "están equivocados si creen que el modelo está agotado, ya que tiene sustentabilidad en el tiempo". 

Agregó que desde IDEA se "emiten cifras falsas en materia de inflación y de resultado fiscal" y denunció que desde ese sector "pretenden socavar permanentemente al Gobierno que defiende el interés del Estado y del pueblo".

Nada tardó Blanco en responderle a Capitanich. Ayer por la mañana, antes del inicio de las sesiones del Coloquio, reafirmó sus palabras y dijo que al volcar críticas a la gestión está "exponiendo la opinión de los empresarios".

Fue aun más gráfico al confesar que intentaron llevar este documento a las autoridades. "No recibimos ninguna respuesta", se sinceró. También consideró que para los empresarios "el problema social del país es muy grave y es consecuencia de lo económico". Volvió a referirse a que el empresariado considera que el país "está en tiempos de cambio" y se quejó porque el llamado Foro de Convergencia Empresaria del cual participa la organización, nunca tuvo respuestas sobre las propuestas acercadas a las autoridades el año pasado cuando lanzaron el primer documento del grupo que conforman más de 53 entidades ligadas al mundo empresarial.

"Al primero que buscamos fue al Gobierno y no tuvimos ninguna respuesta para llevarle el documento", señaló Blanco, quien a pesar de las críticas dejó abierta una puerta al diálogo. En tal sentido, dijo que "tenemos que sentarnos a buscar coincidencias", pero reiteró su rechazo a la Ley de Abastecimiento y a la reforma del Código Civil y Comercial que, según su visión, "fueron hechas de un día para otro".

Blanco no estuvo solo en su embestida anti K. Aunque con un tono más conciliador, también la presidenta del 50 Coloquio de IDEA y titular de General Motors, Isela Costantini, hizo un llamado a la ‘acción’ para poder cambiar la realidad y mejorar la situación del país. "Nada de lo que podemos hablar hoy aquí, de entender donde estamos situados, podremos modificar si no hay acción. Hacemos un llamado a ponernos en acción", sostuvo.

Otro de quienes coincidió con el diagnóstico de Blanco fue el titular de la Cámara de Importadores, Diego Pérez Santiesteban, quien calificó al modelo de ‘agotado’. También el presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Héctor Méndez, fue por la misma línea quien se mostró disconforme con las declaraciones de Capitanich y aseguró que se trata de ‘amenazas’ y que ante este escenario "el único refugio es la Justicia". De esta forma, justificó las presentaciones en los tribunales que vienen haciendo o se encuentran preparando los industriales en contra de varias leyes aprobadas por el oficialismo en los últimos meses. Del mismo modo, Cristiano Rattazzi, titular de Fiat Ar gentina, calificó al modelo K de no ser sustentable y de basarse en una "alta inflación", además de advertir que las amenazas del Jefe de Gabinete se parecen mucho a una "caza de brujas".

Comentá la nota