Cristina Kirchner se reunió con los diputados del Frente para la Victoria y los instó a armar un "Frente Ciudadano" con prioridad en “la militancia social”, que se convierta en el aglutinador de todas las expresiones de oposición al gobierno de Mauricio Macri.

“Las democracias funcionan con oposición como válvula de escape. La gente siente que no la están cuidando”, dijo Cristina ante los más de 70 diputados que se acercaron a Rodríguez Peña 80, donde comenzará a funcionar el Instituto Patria, nuevo bunker para su etapa en el llano.

La ex presidenta llegó a las 17.50 junto a Oscar Parrilli, que recuperó su rol de secretario personal todo servicio. Estacionó frente al edificio tras atravesar un vallado de dos cuadras, protegido en forma conjunta por militantes de La Cámpora y policías federales, que una vez mas otorgaron a esa agrupación el control total de un espacio público. Cortaron el tránsito y hasta se arrogaron el derecho de decidir quien podía transitar por esas cuadras y quien no.

"Hay que cercarse a la gente, que siente que nadie la cuida, acercarse a ellos, ir a los lugares donde se juntan y armar un gran Frente Ciudadano que se oponga a Macri", propuso Cristina a sus diputados.

Cristina se sentó junto a Teresa García y Héctor Recalde, quien impartió instrucciones: “Hablará un diputado por provincia sobre la situación socioeconómica. Nada de cuestiones partidarias”, ordenó.

Y así fue: durante más de 3 horas los diputados fueron detallando los problemas de sus provincias. Los principales fueron del desempleo, parálisis de obra pública y caída del consumo.

Algunos de los elegidos son Alejandro Abraham (Mendoza), Gustavo Arrieta (Buenos Aires), Julio Solanas (Entre Ríos), Marcos Cleri (Santa Fe) y Sandra Mendoza (Chaco), entre otros.

El santafesino Cleri fue el único camporista que abrió la boca y muchos se quedaron con ganas de meter bocado, víctimas de la restricción de oradores a uno por provincia.

“Nunca pensé que iba a ver a Cristina sentarse a escuchar 3 horas seguidas”, bromeaba un diputado al salir. “Es lo mejor que hay. Imposible no seguirla”, se conformaba.

Pero al final le tocó hablar y Cristina explicó de qué se trata el Frente Ciudadano que presentó en el acto de ayer. “Tenemos que priorizar la militancia social. Los clubes barriales, cooperativas, empresarios. Hay que llegar a la gente”, exigió.

“Terminemos con la traición y las acusaciones. Es historia pasada. Hay que armar un Frente Ciudadano que llegue a la gente, que siente que no la cuidan y articular con ella”, remarcó, en un gesto que algunos interpretaron dirigido a Diego Bossio y Sergio Massa, entre otros dirigentes peronistas. Y curiosamente, los mismos que agitaban indignados el mote de traidor, ahora la aplaudieron con el mismo entusiasmo.