Cristina, nueva peregrina de Itatí

Cristina, nueva peregrina de Itatí
La Presidenta cumplió su promesa y entregó a la Basílica una bandera que flameó en Malvinas. Se declaró devota y aseguró que llegaba a los pies de la Virgen “como peregrina”. Sólo estuvo 3 horas en Corrientes y entregó subsidios, firmó convenios y bajó línea a nivel nacional. Miles de simpatizantes K de todo el NEA le manifestaron su apoyo.
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner (CFK) pasó ayer por Corrientes y cumplió con su promesa de entregar a la Basílica de la Virgen de Itatí una bandera que flameó en Malvinas, durante la "Operación Cóndor". La mandataria aseguró que llegaba a la sede de la fe correntina como "peregrina" y no desperdició la oportunidad para pedirle favores a la Virgen Morena.

Miles de simpatizantes kirchneristas de todo el NEA se agolparon ayer en Itatí para manifestar su apoyo a la Presidenta, quien por primera vez visitaba la localidad. La mandataria les retribuyó el acompañamiento con gestos carismáticos y algunos "mimos".

La mandataria entregó la bandera malvinera al obispo Andrés Stanovnik y luego se dirigió al escenario montado en las escalinatas de la Basílica.

Los cánticos y aplausos fueron ensordecedores, Cristina saludó con las manos al cielo. Miró a la multitud; los jóvenes eran mayoría, sonrió y con la mano derecha se tocó el corazón.

El acto institucional fue protocolarmente correcto, sin posibilidad de suspicacias políticas. El gobernador Ricardo Colombi se ubicó a su derecha y a la izquierda el intendente Carlos "Camau" Espínola.

La Presidenta firmó un convenio en representación del Estado argentino con víctimas de la represión a autoconvocados correntinos en 1999.

El acuerdo será refrendado en Washington, en la sede de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

Además, como lo anticipó El Litoral, la Presidenta entregó en mano a Colombi un cheque por 10 millones de pesos para los citricultores afectados por las heladas en junio.

El dinero beneficiará a 675 productores. También otorgó subsidios a una Organización No Gubernamental para la compra de maquinarias y se firmó la adhesión de un plan nacional de salud.

La visita presidencial fue una fiesta, Cristina se paseó entre la gente, repartió besos, abrazos y posó para las fotos. Todo en una peregrinación fugaz que sólo duró 3 horas.

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