Ni Cristina ni Massa: PJ bonaerense sale a construir rival de Vidal

Ni Cristina ni Massa: PJ bonaerense sale a construir rival de Vidal

Cumbre peronista el viernes en San Bernardo. Fusión de tribus para aprovechar la ausencia de balotaje en elección provincial de 2019.

 

La consigna del General, ni yanquis ni marxistas, será resignificada este verano a la orilla del Océano Atlántico: ni kirchneristas ni massistas. El nuevo PJ bonaerense a cargo de los intendentes Gustavo Menéndez (Merlo) y Fernando Gray (Esteban Echeverría) apuesta a dar el batacazo electoral en 2019 a partir de dos factores: la ausencia de balotaje en la elección para gobernador/a en la provincia de Buenos Aires y el desdoblamiento masivo que impulsarán los gobernadores peronistas en sus provincias. 

A diferencia de la presidencial, en la elección para gobernador de PBA gana el/la candidato/a que saca un voto más. No importa la diferencia entre el primero y el segundo. Si bien la PASO actúa como una virtual primera vuelta, ahora el PJ bonaerense sale a la búsqueda de un postulante de consenso -ni Cristina de Kirchner ni Sergio Massa- que permita unir por abajo a todas las tribus peronistas. María Eugenia Vidal será candidata única a gobernadora del oficialismo. Por eso el PJ de Menéndez y Gray intentará no dividir votos en la PASO 2019. Ya sufrió la fragmentación del voto entre la expresidente, el exintendente de Tigre y Florencio Randazzo el año pasado, una división estratégica que le allanó el triunfo a Cambiemos. 

El bosquejo que los intendentes comenzarán a delinear este viernes en la primera reunión del Consejo Nacional del partido, en San Bernardo, apunta a comenzar a construir un candidato de unidad que no sea Cristina ni Massa. En ese lote emergen Martín Insaurralde de Lomas de Zamora y otros jefes comunales que todavía no blanquearon sus aspiraciones 2019. 

La ilusión peronista se basa en la más pura matemática. Cristina de Kirchner se impuso a Esteban Bullrich, el candidato de María Eugenia Vidal para el Senado, en las PASO del año pasado. En la general, Cambiemos arrastró votos del massismo y dio vuelta el resultado. Por eso en Casa Rosada ya advirtieron que las Primarias son vitales para la supremacía política de Cambiemos y desecharon eliminarlas a través del proyecto de reforma política que incluía la boleta única electrónica. Cerca del Presidente incitan a l tigrense para que sea candidato a gobernador bonaerense y divida votos peronistas con el kirchnerismo, un esquema casi idéntico a Scioli vs Massa de 2015 y Cristina vs. Massa de 2017.

En la legislativa 2017, Bullrich -vía Vidal- se impuso con 42% frente al 37% de Cristina. Necesitó del balotaje para dar vuelta el esquelético triunfo de la actual senadora en la PASO. En base a ese resultado, el nuevo Consejo del PJ con perfil renovador apunta a unir a los electorados pos kirchneristas en la provincia de Buenos Aires. Y se ilusionan con un batacazo electoral en provincia de Buenos Aires, más que en la Nación, siempre y cuando al 37% de Unidad Ciudadana logren sumarle al menos una porción del 11% que sacó Massa o el 5% que capturó Randazzo. 

Para eso necesitan reforzar el perfil opositor del PJ bonaerense. A la campaña para recolectar un millón de firmas contra la reforma previsional le siguió un rechazo -al menos declamativo- de diputados bonaerenses como Diego Bossio contra el mega-DNU de desburocratización del Estado. El próximo paso será una reunión con la CGT para intentar sepultar el proyecto de reforma laboral que debió bajarse de una agenda tentativa de sesiones extraordinarias que nunca llegó a convocarse. Ayer, un presidenciable del peronismo, Juan Manuel Urtubey, se bajó de la gira presidencial a Davos para atender un conflicto que afecta al ingenio San Isidro, el más antiguo de Salta. Tras agradecer la invitación del Presidente de la Nación, el mandatario salteño anticipó gestiones para que los trabajadores y la empresa lleguen a un acuerdo justo. El único gobernador PJ que se subió al avión de Mauricio Macri fue el entrerriano Gustavo Bordet.

Cristina sigue siendo la gran electora del peronismo de cara a 2019. Su volumen electoral no le alcanza para ganar pero tiene suficiente peso para hundir a cualquier peronista que no se siente a su mesa. Por eso al nuevo PJ bonaerense le urge encontrar un candidato que sea bendecido por la expresidenta pero que no huela a kirchnerismo explícito y que tampoco sea un detractor públcio de la expresidente. En ese esquema no encajan Massa ni Randazzo, Tampoco la actual senadora. Por ahora Menéndez y Gray avanzaron un casillero. Lograron deskirchnerizar al PJ bonaerense y con el apoyo en bloque de los intendentes, desde ortodoxos como Alberto Descalzo, multiterminales como Insaurralde o la nueva generación de Leonardo Nardini, desplazaron a Fernando Espinoza de la jefatura del partido. En cuanto a la posibilidad de encontrar un presidenciable entre los gobernadores, los intendentes confían en el desdoblameiento masivo de las elecciones en las provincias. Ese formato les daría tiempo para saber que mandatario gana con autoridad en su distrito y proyectarlo así para octubre 2019.

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