Crítica con el gobierno nacional y local se refirió a un Estado ausente en materia de política cultural. La ausencia llevó incluso a que en nuestro municipio sea suprimida el pasado año la Dirección de Cultura. No obstante, Cristina consideró que el principal problema no es que se haya suprimido esa área, sino la falta de lineamientos políticos en materia de cultura por parte del Intendente que es quien debería fijarlos: “El problema no es no tener Dirección de Cultura en el organigrama municipal, sino no haber tenido durante muchísimos años y muchísimo menos ahora una política cultural, porque la política cultural no la hace el Director de Cultura, la marca el Intendente, la marca la conducción política de un lugar”, manifestó Cristina y agregó  “El Intendente debe dar los lineamientos de gestión para todas las áreas. En este momento yo no escucho que haya lineamientos políticos y muchísimo menos en cultura”.

A la falta de lineamientos, Cristina consideró, como otro problema, la falta de personas idóneas en el área de cultura y la denostación que, históricamente, han hecho los políticos de la misma, “Siempre se ha utilizado la Dirección de Cultura como moneda de cambio, para pagar favores políticos”, consideró.

Cristina también recordó su paso por la Dirección de Cultura bajo la gestión de Coco Taraborelli en la década del ’80 y rememoró lo que le pidió al nombrarla al frente de esa área: “Tenés que trabajar los barrios”. Así hizo desde su primer día de trabajo y así fue que logró crear una red de circuitos culturales acercando la cultura al pueblo: “Mi gestión se caracterizó por hacer casi únicamente el trabajo de barrios y de pueblos, porque trabajamos muy bien en el Distrito”.

Cristina, pieza fundamental en la reconstrucción de la Escuela de Arte Provincial, de la que fue Directora desde el 2003 hasta el 2012, años en los cuales logró abrir 17 nuevas carreras, se refirió también a la Ruta del Tango. Crítica con el gobierno municipal y el Entur, consideró que se trata de un gasto excesivo para un evento que no está destinado al pueblo sino a un grupo reducido de amigos y empresarios de la ciudad, “¿Para quién se hace esto? ¿Es para el pueblo? ¿Es realmente para que el pueblo esté mejor? ¿Va la gente del pueblo a esos lugares? No, yo creo que no”. En tal sentido, consideró que hay cuestiones mucho más urgentes que un evento destinado a un público reducido: “Yo lo que pienso excede el marco de lo cultural. La pregunta es, si no podemos solucionar el desagüe de nuestra ciudad, si tenemos un problema de contaminación extraordinario, si yo me vine a vivir al faro de Quequén pensando en alejarme de la gran ciudad para venirme a vivir en un marco agreste y natural, y resulta que ahora la playa también está contaminada, el río está contaminado, tenemos una ciudad absolutamente en decadencia, entonces yo no sé si hay que gastar millones de pesos en hacer la ruta del tango. No estoy de acuerdo”.

Más allá de eso, destacó que este año se hayan incorporado grupos locales y se les haya pagado cuando históricamente no hubo plata para artistas locales, aunque consideró que hay que apostar más a los artistas de nuestra ciudad ya que hay muchos y con muy buena formación. “No me parece necesario traer esos bicharracos de vieja data”, remarcó, y concluyó resaltando que hay mucha difusión privada y cooperativa de cultura por fuera de los circuitos culturales oficiales.