Cristina en la línea sucesoria, el sueño húmedo del kirchnerismo

Cristina en la línea sucesoria, el sueño húmedo del kirchnerismo

Desde el entorno de la ex presidenta buscan posicionarla detrás de Michetti en la línea sucesoria. Según supo Tres Líneas, la idea no cuenta con el aval de la Liga de Gobernadores, quienes buscan constutuir una alternativa peronista para 2019 por fuera de Cristina. El antecedente 2001, la idea fija de los K. 

 

En lo más hondo de los sueños del kirchnerismo se esconde uno de los deseos latentes para estas elecciones: posicionar a Cristina como la única alternativa peronista de cara a 2019. El operativo clamor incluye a la militancia y el antecedente 2001. Si la ex presidenta gana en la Provincia de Buenos Aires, el kirchnerismo activará el “operativo clamor” para que Cristina ocupe el cargo de presidente provisional del Senado, quedando detrás de la vicepresidenta Gabriela Michetti en la línea sucesoria hacia el sillón de Rivadavia.

La idea no es nueva. La inspiración se remonta al 2001, año en el que el misionero Ramón Puerta fue impuesto por el peronismo en ese mismo cargo para catapultar a Fernando De la Rúa del poder. Sin embargo, la martingala que tiene el kirchnerismo en mente parece ser más complicada que lo pergeniado hace casi 16 años.

Pues los fervientes seguidores de Cristina tienen un escollo difícil de superar: la negativa de la Liga de Gobernadores para activar el operativo. Para que Cristina quede detrás de Michetti en la línea sucesora, los senadores del PJ deberían votarla para reemplazar al actual presidente provisional del Senado, Federico Pinedo.

Según supo Tres Líneas, la Liga de Gobernadores,nucleada en el Grupo Savoy a cargo de los mandatarios Juan Manuel Urtubey (Salta) y Juan Schiaretti (Córdoba), quiere limitar el poder de CFK en la Provincia de Buenos Aires. La intención de los gobernadores es clara: generar una alternativa peronista no kirchnerista con chances de volver al poder en 2019.

Por el momento, Cristina sólo tiene el apoyo de tres gobernadores que aportarían los votos en el Senado: su cuñada Alicia Kirchner (Santa Cruz), el histórico Alberto Rodríguez Saá (San Luis) y el ignífugo Gildo Insfrán (Formosa). Sin embargo, la ex presidenta no sólo contaría con poco respaldo de los mandatarios provinciales, sino que tampoco cuenta con el visto bueno del guardián del peronismo en el Senado: Miguel Ángel Pichetto. Lo cierto es que habrá que esperar hasta octubre para saber cómo será la composición de la Cámara alta y ver si el sueño húmedo del kirchnerismo se hace realidad.  

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