Cristina Kirchner, en Mar del Plata: asistencia casi perfecta en un acto que sorprendió hasta a los propios intendentes

Cristina Kirchner, en Mar del Plata: asistencia casi perfecta en un acto que sorprendió hasta a los propios intendentes

La mayoría de los intendentes peronistas de la provincia, sus segundas líneas y dirigentes sectoriales estuvieron en el teatro Radio City, colmado por casi 1400 personas; la ausencia más notoria fue la de Máximo Kirchner.

 

 Asistencia casi perfecta tuvo esta nueva presentación de Cristina Kirchner, ahora en busca de confirmar en las primarias de agosto la candidatura a senadora nacional para las elecciones legislativas de octubre próximo.

La ausencia más notoria fue la de Máximo Kirchner . A la vista en el acto del estadio de Arsenal, donde siguió el desarrollo desde una de las tribunas reservada para los invitados, esta vez no acompañó a su madre a la costa. "No es ir a estas manifestaciones, lo de Arsenal fue una excepción", lo excusó un intendente que lo conoce y bien. En línea directa con la organización, confiado en el aporte de la diputada Fernanda Raverta, el enlace local del kirchnerismo más puro, el diputado siguió todo a la distancia.

Salvo aquellos díscolos del movimiento que se dispersaron detrás de Florencio Randazzo, hoy decidido a ser competidor de su ex jefa desde el Partido Justicialista, la mayoría de los intendentes peronistas de la provincia, sus segundas líneas y dirigentes sectoriales estuvo en el teatro Radio City, colmado por casi 1400 personas y rodeado por otros 5000 militantes que acompañaron afuera, desde las cercanías.

La previa se programó de tal manera que los distintos candidatos, según cargos, se reunieron en distintas sedes. Para luego coincidir en el complejo de calle San Luis al 1700, propiedad del empresario teatral Lino Patalano.

Aun con nombres de peso, varios de los conocidos referentes de Unidad Ciudadana tuvieron que hacer cola para acceder por los carriles vallados, siempre controlados por militantes identificados con pecheras blancas. Pulsera celeste era el santo y seña para avanzar hacia la sala.

"No sabemos ni cómo es el ingreso ni qué nos vamos a encontrar", reconoció a La Nación un intendente del conurbano, sorprendido todavía por este restyling del partido que se bajó de las convocatorias multitudinarias para probar con esta experiencia a puertas cerradas y capacidad muy limitada. El formato final se definió en mesa chica.

Junto a colegas admitieron que estas novedades brotan de los nuevos estrategas y colaboradores de campaña de Cristina Kirchner. "El catalán movió todo", confió uno de ellos en referencia a Antoni Gutiérrez Rubí, que ya dio señales claras y notorias de este giro con el acto que hace poco menos de un mes devolvió a la ex jefa de Estado a las primeras planas. El resultado conformó a los invitados. Destacaron una propuesta muy cuidada, prolija, con la gente como protagonista y la líder bien resaltada.

Daniel Scioli llegó casi con el pasaporte en la mano, apenas arribado de Italia, donde estuvo durante los últimos días. Fue uno de los que pasó por la zona mixta que se montó en el hall de acceso al teatro, único punto de encuentro con la prensa. Dentro de la sala no se permitió el ingreso de periodistas ni de fotógrafos que no sean parte de la organización. La difusión fue enlatada, con televisación en vivo y fotos repartidas a los medios por mail y redes sociales.

A la carrera y en silencio ingresó Martín Insaurralde, intendente de Lomas de Zamora. Con ansias buscaron los micrófonos Martín Sabatella, Leopoldo Moreau y Verónica Magario, durísimos con el gobierno. También se acercó Fernando Espinoza, jefe del Partido Justicialista. Luis D´Elía y Amado Boudou, históricos miembros del núcleo duro kirchnerista, ya fueron corridos de la escena desde el acto anterior.

El paso de la ex Presidenta sirvió también para enfriar el tenso clima interno que vive Unión Ciudadana a nivel local. Aquí se habían presentado cinco listas para competir con precandidatos a concejales. Entre ellas, una encabezada por Carlos Cheppi, ex embajador argentino en Venezuela. El dedo de la líder solo dejó en pie a la línea que responde a Raverta, con el concejal Marcos Gutiérrez a la cabeza. Puede que esta semana la Justicia Electoral apruebe una segunda lista. Pero con una limitación: tendrá que ir suelta, despegada de la boleta de candidatos a senadores y diputados que encabeza Cristina Kirchner.

 

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