Cristina Fernández de Kirchner y el presunto desmayo en el Otamendi

Cristina Fernández de Kirchner y el presunto desmayo en el Otamendi

La Presidente habría sufrido una descompensación en una de sus visitas a su madre, que está internada en el sanatorio Otamendi. Allí, fue atendida por el personal médico y trasladada a una habitación de cuidados intensivos. Según pudo saber Tres Líneas existiría la posibilidad de que la mandataria sea intervenida para la colocación de un marcapasos.

Comenzó con tristeza el 2014 para la Presidente. Al dolor por su estado de salud, la impotencia por no poder recuperar el protagonismo en los medios de otros tiempos, a los problemas económicos reales, a las internas políticas dentro del gabinete, ahora debe sumar el dolor por la enfermedad de su madre.

Ofelia Wilheim, de 84 años,  tiene cáncer ginecológico. Así de simple, y así de terrible. Internada en el Sanatorio Otamendi, la madre de Cristina fue trasladada el jueves desde  cuidados intensivos a la habitación 410. La habitación preparada permanentemente en ese sanatorio para atender urgencias de los Jefes de Estado. Ahora allí está Ofelia.

¿Estuvo Cristina siendo atendida allí días atrás? ¿La visita de la Presidente a su madre terminó en un desmayo?

Existen trascendidos indicando que Cristina, mientras aguardaba para encontrarse con su madre, se habría descompensado, y ante el sorpresivo: “Me desmayo”, fue asistida por las enfermeras que se encontraban allí.  Rápidamente trasladada a la habitación Presidencial.

Allí le habrían tomado la presión, y la habrían estabilizado. “Es urgente la necesidad de colocarle un marcapasos”, dicen que se habría escuchado en los pasillos del Otamendi. 

“En la Fundación Favaloro encontraron el coágulo cuando iban a revisar el tema cardíaco, y eso se convirtió en prioridad, pero la salud de Cristina es delicada y necesitará más licencias”, analizaba una fuente con conocimiento médico. Queda hoy claro, que la Presidente no puede volver al grado de exposición de otros tiempos. Pone en riesgo su salud, y su vida.

  • La sucesión y el destino de Boudou

 ¿Resiste hoy el gobierno otra licencia dejando a Boudou al frente? Por más que Amado tiene cada vez menos independencia para hacer o decir en esos tramos, por más que para algunos es peor que Chirolita sometido a varios Chassman (Máximo, Zannini, Capitanich, etc.) la sola exposición pública del Vice sospechado de corrupción espanta a todos. Propios y extraños.

¿Entonces qué? Esperar. ¿Cuánto? “Lo que se pueda… hasta llegar a febrero, igual falta poco”, deslizaba en off un analista político en los pasillos desiertos de un ministerio en verano.

¿Y por qué esperar a febrero? Chau feria judicial, vuelve la actividad, y parece que no habrá buenas noticias para Amado. “Renuncia, procesamiento, licencia, no sé, pero Amado no puede seguir más, es indefendible”, se sinceraba el mismo informante.

El menemato sacrificó una reina para el  escarnio público, y ante la justicia, por más que todo se demoró y al final, María Julia quedó absuelta. Amado es, sin ninguna duda, la María Julia de este gobierno. Y será inmolado. No son tapados de piel. Las  llamas llegarán a la Harley Davidson y a alguna Fender Stratocaster.

Nada es gratis en la vida, y el sacrificio de este alfil servirá para cerrar el frente judicial. El último nombramiento de jueces “amigos” es la primera muestra de esta estrategia. Un culpable en 12 años sonará a buen negocio en el 2015.

¿El precio? Priorizar para la sucesión el candidato que les cierra a todos. Al kirchnerismo, porque garantiza que no habrá desfiles por los juzgados. A Clarín, porque va a meter en el freezer a la Ley de Medios. Al campo, porque no lo controlará ni lo atacará. Al poder de siempre, porque seguirá siéndolo. Mucha gente contenta. Y mucho más los que están en los dos frentes. Cristobal, Marcelo Hugo y el establishment.

Meses atrás en Tres Líneas, te hablamos de una movida en la línea de sucesión. Elena Rojkés de Alperovich no puede, no tiene con qué, y debe explicar mucho de algunos sucesos tucumanos. Renunciaría luego del avance de la justicia sobre Amado. Miguel Ángel Pichetto y Julián Domínguez aparecen como hombres potables, cuadros fieles, peronistas verdaderos, con experiencia, para asumir ese desafío de ser las caras del gobierno mientras Cristina se recupera.

Otra opción aparece con fuerza en los sectores más cerrados del kirchnerismo es el radical K santiagueño, Gerardo Zamora. La Liga de Gobernadores no quiere arriesgar con hombres fuera del PJ. Las últimas experiencias no fueron buenas.

Tendrán el gran desafío de guiar la nave por aguas turbulentas, junto a la Liga de Gobernadores, para llegar al 2015. Y allí dejar que el pueblo se exprese por Scioli, Urribarri, Florencio Randazzo, Paco Pérez, Aníbal Fernández, o todos aquellos que se anoten en las primarias, desde el oficialismo o la oposición. 

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