Cristina estalló con Vallejos por la defensa de Boudou y le puso un cepo mediático

Cristina estalló con Vallejos por la defensa de Boudou y le puso un cepo mediático

CFK llamó a la número uno de la lista de Diputados y le pidió que “se ocupe de hablar de los problemas económicos que generó Macri”. Su designación generó fuertes diferencias internas.

 

La designación de la economista Fernanda Vallejos como primera candidata a diputada nacional por Unidad Ciudadana, el frente que encabeza Cristina Fernández, generó fuertes diferencias internas. Pero lo que el sábado a la noche eran recelos y quejas por lo bajo se transformaron en reprobación masiva el lunes después del mediodía, cuando la ex integrante de la agrupación La Gran Makro defendió en entrevistas radiales a su ex jefe Amado Boudou. Y hasta se animó a asegurar que el vice procesado por causas de corrupción era un perseguido político como Perón, Evita, Yrigoyen y los propios Néstor y Cristina Kirchner.

Los dichos de Vallejos enfurecieron a propios y extraños por dos razones: en primer lugar, porque Boudou fue una de las pocas personas que cerró la grieta entre el kirchnerismo y el anti-kirchnerismo. Operó como mala palabra incluso dentro del Frente para la Victoria (FPV), tanto que fue la propia ex presidenta la que ordenó correrlo de dos eventos de relevancia. Primero, la reunión queMáximo Kirchner mantuvo con intendentes en la sede del local de Caracas y Caretas, en San Telmo. Segundo, el acto del 20 de junio en el estadio de Arsenal de Sarandí, que marcó el lanzamiento de campaña de CFK a senadora nacional, evento del que también se excluyó al dirigente del partido Miles, Luis D´Elía.

Ante este escenario de desconcierto, según relataron a Letra P fuentes cercanas a la dirigente, Cristina llamó por teléfono a Vallejos y estalló en críticas por las opiniones vertidas en la nota que realizó con Ernesto Tenembaum en Radio Con Vos. “Te tenés que ocupar de hablar de los problemas que generó Macri en la economía, los problemas de la gente, las opiniones de otros temas no tienen nada que ver con la campaña”, le dijo en tono de pocos amigos. En esa línea, una vez que cortó el teléfono, Cristina se ocupó de ordenar dos cuestiones: primero, que Artemio López, el consultor de Equis y hombre que acercó a Vallejos, trabaje contrarreloj en un coaching. Luego pidió que le controlen las salidas en medios a Vallejos. Cuentan que molestó en demasía que sus dichos hayan llegado a todas las tapas de diarios del martes. Y que, además, supusieran un retroceso en la idea que CFK intentó construir en el acto de Arsenal: la presentación de un espacio centrado en las necesidades de la gente, “despolitizado” y “despartidizado”.

La movida de agenda descoordinada que generó la aventura mediática de Vallejos le pegó al kirchnerismo en su base de flotación. Si algo caracterizó al espacio fue la estricta obediencia y organicidad comunicacional, un esquema sólido, sin filtraciones. Algo que nunca en doce años se había quebrado. Hoy y desde el sábado a la noche, momento en el que se definieron las listas, todo fue confusión. Incluso la ex mandataria llamó a uno de sus hombres de más confianza, Axel Kicillof, para saber qué le parecía Vallejos. El ex ministro le dijo que no la conocía, pero la decisión ya estaba tomada. Kicillof fue quien, junto a Cristina, armó antes del 25 de Mayo la tabla de 15 “mandamientos”, las propuestas que funcionaron como dogma de Unidad Ciudadana. Y es, además, quien en el marco de la campaña saldrá a recorrer el interior del país y el conurbano bonaerense contando la propuesta.

¿Por qué sorprendió el nombramiento de Vallejos fuera de la mesa chica de CFK? Según reconstruyó Letra P, todos estaban al tanto de que la ex presidenta quería, sí o sí, una candidata mujer. Muchos de los que coincidían con esa premisa hoy confiesan que se habló de varios nombres, como el de la ministra de Economía de Daniel Scioli en la provincia, Silvina Batakis, y en un primer término se mencionó a Cristina Álvarez Rodríguez, pero no renueva banca este año. Batakis era la favorita de todos los que no estaban en el armado. Los que sí participaron confesaron que era prenda de negociación en los lugares del ex motonauta y que perdía ante la presión de intendentes en el armado.

Así es que lo de Vallejos cayó como un baldazo de agua helada porque, además, había sido una mujer muy cercana a Boudou en sus años en el Ministerio de Hacienda.

Ya las diferencias se habían plasmado en otro caso de exclusión en las listas. El del abogado laboralista Héctor Recalde, un defensor histórico del kirchnerismo que en los últimos meses quedó en el medio de una pelea con Cambiemos por la denuncia a las mafias de los juicios laborales. Los que lo aprecian aseguran que “él entendió que la política es así”. Los más enojados se quejan de que no era justo relegarlo, menos en el contexto actual, donde, además, Recalde es uno de los ordenadores del bloque FPV en la Cámara baja.

Efecto Vallejos: réplicas del cimbronazoEl temblor que provocaron las declaraciones de Fernanda Vallejos sobre Amado Boudou provocó réplicas en cada lugar donde se reunieron dos o más dirigentes del frente Unidad Ciudadana. Una de ellas se sintió en el anochecer agitado del lunes, en el Instituto Patria, el búnker porteño K desde la salida de Cristina del poder. Según pudo saber Letra P, estaba pautada una reunión de todos los candidatos a cargos nacionales por la provincia de Buenos Aires para una foto familiar con CFK. Pero el encuentro se suspendió: la ex presidenta decretó una suerte de duelo por las víctimas fatales del accidente ocurrido en Mendoza. No obstante, algunos integrantes de las nóminas mantuvieron una reunión informal en la que, según las fuentes, hubo bajada de línea sobre la necesidad de emprolijar el discurso de campaña. Como le dijo CFK a la primera candidata a diputada, la conveniencia de cerrar el foco en un puñado de temas debidamente seleccionados para castigar al Gobierno en sus puntos más flacos, con énfasis en la economía. Se habló, en esas conversaciones, de la urgencia de couchear a los voceros de la lista para que sean eficaces en la comunicación pero, sobre todo, para evitar errores como el que cometió la economista en el arranque mismo de su carrera al Congreso.

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