Cristina desembarca en el Senado bajo la sombra del desafuero

Cristina desembarca en el Senado bajo la sombra del desafuero

El kirchnerismo comenzará a definir hoy cómo se organizará en la Cámara alta

 

Una nueva etapa cargada de desafíos comienza en la carrera de Cristina Kirchner, que desde ayer volvió a ocupar un escaño en el Senado, el nuevo campo de batalla que se le presenta para mantener con vida su proyecto político de ser la principal opositora del gobierno de Mauricio Macri.

Su regreso al Senado (es su tercer período) comienza con una agenda que tiene como primera actividad una reunión con su tropa de la Cámara alta para analizar cómo responder a la jugada de Miguel Pichetto, que la semana pasada decidió excluir del nuevo Bloque Justicialista a la ex presidenta y a sus seguidores.

El encuentro se realizará en el despacho del tercer piso del palacio legislativo que hasta la semana pasada ocupaba la santacruceña Virginia García, cuñada de su hijo Máximo.

Por el momento, no hay una decisión definitiva y son varias las alternativas que se manejan acerca de cómo se organizará el kirchnerismo en la Cámara alta en esta nueva etapa.

Una de las posibilidades que se barajan es organizar un interbloque entre los senadores que "permanecerán" en el bloque del Frente para la Victoria (FPV) y un eventual monobloque de Cristina Kirchner, que llevará el nombre de Unidad Ciudadana, el sello con el que la ex presidenta compitió, por fuera del PJ, en la elección en suelo bonaerense.

Este interbloque estaría integrado por las senadoras de La Cámpora Anabel Fernández Sagasti (Mendoza) y Ana Almirón (Corrientes); Marcelo Fuentes (Neuquén); María de los Ángeles Sacnun (Santa Fe); María Pilatti de Vergara (Chaco), y Nancy González (Chubut). A ellos se sumaría Ana María Ianni (Santa Cruz), que acaba de asumir su banca.

Con estos números, el kirchnerismo podría alcanzar la condición de tercera minoría en el Senado y reclamar, en febrero, la vicepresidencia tercera de la cámara, que hoy ocupa el interbloque del Peronismo Federal.

Desafuero

La integración en un interbloque también le permitiría al kirchnerismo disputar lugares en las comisiones consideradas claves en la Cámara alta.

Una de las que cobran vital relevancia en este momento es la de Asuntos Constitucionales. Allí se dirimirá el pedido de desafuero contra la ex presidenta del juez federal Claudio Bonadio en el marco de la causa por la que investiga la firma del memorándum con Irán.

La comisión la preside el neuquino Fuentes, pero la decisión de Pichetto de excluirlo de su bancada mayoritaria le hará perder ese sitial una vez que se decida su constitución con los nuevos integrantes del Senado.

Según la ley de fueros, Asuntos Constitucionales tiene, desde el jueves último, 60 días para analizar el caso. Si en 180 días no lo hiciera, la Cámara alta podría discutirlo en el recinto sin dictamen. Todo indica que el proceso será lento. Desde el bloque del PJ ya anticiparon su escasa predisposición a poner en marcha el proceso en diciembre. En el oficialismo también quieren ir despacio, pero con la intención de tener a la ex presidenta en el ojo de la tormenta el mayor tiempo posible. Igual, Pichetto ya anticipó el final de la historia: dijo que su bloque no avalará el desafuero mientras no haya sentencia firme.

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