"Cristina busca que Macri no termine su mandato"

El jefe de la bancada de senadores de Cambiemos, Roberto Costa, no se calla nada. Las principales críticas apuntan al kirchnerismo, aunque también la ligan el peronismo y el FR. Por supuesto, para el oficialismo son todos halagos.

Cuando el entrevistado es Roberto Costa, no faltan posibles títulos. Probablemente, el problema sea elegir uno. Y eso fue exactamente lo que sucedió en este caso. El presidente de la bancada de senadores de Cambiemos no ahorró en críticas para el kirchnerismo y para el peronismo en general. Por caso, dijo, sin vueltas, que a Cristina Fernández y los suyos les conviene que el presidente Macri no concluya su mandato. 

Además, la ligaron fuerte el intendente de su pago chico (Escobar), Ariel Sujarchuk, y el ex diputado nacional Sergio Massa. También tuvieron su castigo la gran mayoría de los jefes comunales, en este caso, opositores y oficialistas, de quienes dijo que en vez de ejecutar las obras del FIM guardaron la plata en plazos fijos o Lebacs. Por supuesto, para Macri, Vidal y su flamante esposa,  fueron todos elogios. 

-¿Es un poco más aburrido cuando se tiene mayoría propia en el recinto (Cambiemos cuenta con 29 de los 46 senadores)?

-No, porque el objetivo es conseguir el mayor consenso posible, que es algo que hemos buscado siempre. Salvo al principio, por una necesidad en particular, no hubo que tratar na-da sobre tablas que genere reclamos en la oposición. Incluso se han aprobado proyectos por unanimidad. Tratamos de llevarlo de la mejor manera posible.

-¿Cómo se ve desde el Senado, con la aprobación adentro, el tema de la quita de impuestos a las tarifas que tiene que tratar Diputados y que en un primer momento perjudicaba a los intendentes?

-Los intendentes son empleados del pueblo, son votados para llevar adelante un gobierno. Se puede plantear que esto genera una menor recaudación para el municipio, pero, al mismo tiempo, es un gran beneficio para quienes pagan las tarifas. ¿Qué busca el intendente: tener dinero en caja o que la gente llegue mejor a fin de mes? Ahí está el tema. La mayor parte de las intendencias, sobre todo las del Partido Justicialista, tienen plata trabajando en el banco, en vez de hacer obras. Especulan con lo bien que la Provincia les gira la coparticipación.

-¿Con qué se encuentra en los timbreos, teniendo en cuenta que la situación en la calle no está fácil?

-Como en los mejores momentos, siempre hay gente que piensa distinto y lo plantea. Es muy fácil hablar con nosotros yendo con la verdad. Siempre vamos a escuchar a todo el mundo. Con el Gobierno anterior no se podía hablar mal, porque había inmediatas persecuciones. Pero lo más importante es que la sociedad entiende la necesidad de trabajar para achicar el déficit; empezó a entender que no se puede vivir de prestado, que hay que vivir con el dinero que uno tiene. El cambio y el gradualismo no se dan solamente en las acciones de gobierno, no pasa sólo por el aumento de tarifas o la acción transparente. También pasa por la idiosincrasia del argentino. No puede ser que estemos acostumbrados a gastar todo lo que tenemos en el bolsillo, que no tengamos capacidad de ahorro. Eso, también, hay que cambiarlo.

-La gente de clase media y baja la está pasando peor de lo que la pasaba con el Gobierno anterior. Y desde varios distritos llegan noticias de fábricas que echan gente porque no pueden afrontar la situación.

-Por supuesto que es muy difícil lograr ser objetivo. Cada uno opina a partir de lo que le pasa. Si cualquiera de nosotros perdiera el trabajo, atravesaría por una situación crítica, y el pensamiento, seguramente, también sería crítico. Pero, al mismo tiempo, hay que analizar las razones de la pérdida del trabajo con detenimiento. Hay gente que lo entiende inmediatamente y busca una salida, y hay otros que creen que todo pasa por culpa del Gobierno. Hay que imaginarse qué pasaría en la Argentina si el resultado de la elección de 2015 no hubiese sido el que fue. Hay que pensar un poquito cómo estaríamos si el Presidente fuera Scioli y si el gobernador bonaerense fuera Aníbal Fernández. Este cambio que votó la sociedad vino a salvarnos de eso.

-¿Y si Scioli y Aníbal Fernández hubieran hecho mejor las cosas? ¿Cómo puede estar seguro de que Cambiemos llegó para salvar al país, cuando, claramente, las cosas no están bien?

-De ninguna manera estaríamos mejor. El peronismo gobernó la Provincia durante 28 años, y durante esos 28 años, Aníbal Fernández tuvo injerencia. Nunca hicieron nada para mejorar las cosas. El único que intentó algo fue Duhalde, que sucumbió en la disputa con Menem y su intento no prosperó. También Solá buscó algo de transparencia. Pero los demás fueron deplorables. La administración Scioli, sin duda, son los peores ocho años de la historia de la Provincia. No hubo gobierno peor. Hoy se está viendo. 

-A pesar de que en Twitter suele pisar fuerte el hashtag #Novuelvenmás, hay encuestas que la dan a Cristina en levantada.

-En la política argentina, nadie puede decir que alguien o algo no vuelve más o que no puede ganar más una elección. Por ejemplo: en enero de 2015, ningún analista decía que nosotros íbamos a ganar las elecciones, y acá estamos. Muchas cosas pueden cambiar. Lo que sí sé es que Cristina no está subiendo, se sostiene en un techo bajo y un piso muy alto desde hace años.

-Estando Cristina callada, sin meterse en el tema del FMI, Macri la trajo a escena tildándola de loca. ¿Se puede decir que el Presidente necesita de Cristina en este momento de crisis?

-Cristina sabe que si habla, se hunde, por eso está callada. Pero, tras bambalinas, maneja toda la obra; no sólo la foto, la película entera. Se ve claro en la falta de reacción de muchos dirigentes del peronismo que no se animan a dejar atrás el inconveniente. ¿Cuál? Esa Cristina con techo bajo pero piso muy alto al que ninguno llega. Todavía la necesitan. Con respecto a lo de las locuras, no quiso decir que estaba loca o enferma. Cuando le decimos “boludo” a un amigo, no lo estamos insultando. Quedó claro eso. Para evitar esto, el Presidente tendría que haber dicho que siguen atrás de los caprichos, en vez de las locuras.

-¿Cuál sería el principal capricho de Cristina?

-Hoy es destruir. Tiene una desmedida capacidad para hacer daño. El kirchnerismo nació de una destrucción que se generó en el país; vivió combatiendo y tratando de destruir a todos aquellos que le hicieron frente; y ahora, lo que están tratando de hacer desde el 10 de diciembre de 2015 es que este Gobierno no llegue al final, destruirlo. ¿O acaso no armaron el “club del helicóptero”?

-¿Cristina está tratando de que Macri no llegue al final?

-Sí, sin lugar a dudas; que Macri se vaya antes, que no termine, es lo que más le conviene. Sabe que si un gobierno no justicialista se hace regular y llega al final del mandato, y genera, por lo tanto, una alternancia segura para el país, automáticamente a ella le quita toda posibilidad de tener peso en las decisiones, ni siquiera hablo de volver. 

“Muchos intendentes ponen la plata en plazos fijos y no hacen las obras”

-La gran queja de los intendentes, incluso de muchos oficialistas, es que los municipios están perdiendo autonomía...

-Es un planteo que hicimos durante los 28 años de gobierno justicialista. En el ‘94 se negaron. Con este Gobierno, las autonomías municipales se respetan a rajatabla. Han tenido durante estos dos años y medio muchos más fondos que todos los anteriores. Nunca 

existió un Fondo de Infraestructura Municipal (FIM), nunca existió un Fondo de Seguridad, y tampoco, un Fondo Educativo que se redistribuya como corresponde.

-Pero se cortó el FIM...

-Sí; creemos que, en su gran mayoría, en vez de ejecutar las obras, los intendentes guardaban la plata en plazos fijos.  La Matanza, el más grande de los municipios, es uno de ellos. Eso es especulación, eso es demorarles el beneficio a los vecinos. La Municipalidad no tiene que ganar dinero, tiene que hacer obras y atender las necesidades de la gente. No sirve de nada tener 2.800 millones de pesos en plazos fijos o Lebacs mientras la gente no tiene cloacas, asfalto ni agua corriente.

-No todos deben de haber hecho eso. ¿Pagaron justos por pecadores?

-Hay intendentes que hacen bien las cosas e intendentes que no. Pero hay que entender que desde hace 70 años, la Argentina tiene una enfermedad que se llama “inflación producida por el déficit” y que estamos haciendo todo el esfuerzo para mejorar y empezar a vivir con normalidad. En este juego que todos juegan, ahora toca “todos tienen que poner”, incluidos los intendentes. ¿O prefieren que ponga la gente? A veces suena como si fuera la Provincia contra los municipios. No, nada que ver; es la Provincia a favor del vecino que paga su tarifa de luz. Los intendentes tendrán que ver cómo readecúan sus presupuestos; ese es otro tema.

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