Cristina Kirchner lo sabe: los militantes que esperaron meses para volver a escuchar su discurso se fueron con ganas de más. Pero no habrá más. La senadora de Unidad Ciudadana dio indicios de lo que será parte de la estrategia de la campaña electoral en caso de que decida competir por un tercer mandato presidencial. Con una táctica de moderación, Cristina planea clausurar de manera definitiva la existencia de una tercera vía y se concentrará en hablarles a los votantes a los que aún no logró llegar. Pero no descuidará al núcleo duro, ya que el encargado de retenerlo será Máximo Kirchner.

“En la elección no habrá lugar para el tercer espacio”, repiten en el Instituto Patria. La meta de la ex presidenta es achicar al máximo el porcentaje de votos que puede conseguir Alternativa Federal de los ciudadanos que hoy eligen a alguno de sus candidatos y que está decidido a votar en contra de Cambiemos.

En una de las conversaciones que Máximo Kirchner mantuvo con un consultor con el que tiene diálogo fluido, el politólogo detalló que a pesar de que el universo de indecisos es amplio, aún hay más dudosos de los que registran las encuestas. “Hoy quienes eligen por candidatos que no tienen votos duros como sucede con Juan Manuel Urtubey, Roberto Lavagna y, en menor medida, con Sergio Massa, eligen una opción solo porque se la damos como opción en los llamados que hacemos,pero no están aún seguros sobre a quién votar”, fue parte del análisis de esa charla. A ellos apuntará Cristina.

“La moderación, la reconciliación y la posibilidad de avanzar en algo diferente de lo que hicimos durante el gobierno rodea a este espacio que no tiene una fuerte identidad y que solo se muestra con buenos modales”, dicen uno de los pocos dirigentes que por ahora está abocado a la pelea electoral que podría dar su jefa política.

Uno de los diputados nacionales del kirchnerismo agrega: “Todos los candidatos de ese sector tratan de bucear en los votos que tiene Cristina, pero es Cristina la que en campaña saldrá a buscar los que ahora eligen a ellos”. Por ello, la ex presidenta no se saldrá del libreto y pedirá construir algo diferente a todo. Incluso a su gestión. “Tenemos que ser mejores que Macri pero también mejores de lo que fuimos”, dirá la senadora. ¿Qué significa? Que convocará a todos los sectores para “hacer lo que no pudimos y nos faltó hacer”.

 

 

En Unidad Ciudadana repiten que la tercera opción está estancada. “Están esperando el último milagro que es Juan Schiaretti. Se entusiasman con que la elección de Córdoba les dé volumen y muestren como una verdadera opción, pero esta elección está muy lejos de agosto, su efecto dura apenas unos días y después vuelven a estancarse”, comentan en el búnker K.

Admiten también que incluso hay algunos que hoy señalan que votan por este espacio pero cuando vean que no crece, aun con la nariz tapada, la votarán para volver a hacer el viaje al exterior que hacían”.

Aliados. Cristina intensificará en las próximas semanas las reuniones políticas. Antes del cierre de listas deben definir la presentación de los frentes que se realiza el 12 de junio. Esta vez, la alianza contendrá al Partido Justicialista y se espera que apenas uno o dos partidos más formen parte de la primera anotación formal. Al mismo tiempo, los aliados que ya consiguió sumar Cristina harán lo mismo. Uno es el caso de Felipe Solá, quien se anota en la competencia presidencial. Ese mismo día presentará la alianza Red por Argentina, constituida por el partido Mejor, PTP, Somos, Intransigente y Verde. Harán lo mismo Fernando “Pino” Solanas y Victoria Donda, y hasta Alberto Rodríguez Saá. Una vez que la Justicia reconoce las alianzas, pueden formar parte del mismo frente.

Quienes están en los detalles de la presentación judicial son Alberto Fernández y Máximo Kirchner. “Asado y mate, asado y mate, asado y mate. Así se la pasa Máximo con distintos dirigentes hasta que finalmente puede sumarlos y ya es Cristina la que sella el acuerdo”, cuentan cerca del diputado.

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Además de estar en los detalles del cierre de alianzas y en las listas, Máximo es el encargado de hablarle al núcleo duro. Mientras que Cristina se muestra conciliadora hasta con el acuerdo con Mauricio Macri (no habrá más respuesta que la que dio en la presentación del libro Sinceramente), Máximo se muestra combativo y con un fuerte discurso contra sus políticas. Aunque los dos podrían estar en las boletas, harán las campañas por separado. El hijo de la ex presidenta vio el discurso del jueves en las oficinas del Patria. En los próximos meses serán pocos los actos políticos en los que se mostrarán juntos. “De los fanáticos se ocupará Máximo”, repiten en el kirchnerismo. Cuando se los consulta si eso significa que ya ambos son candidatos, aseguran que aún no está definido. Sin embargo, ya cada uno tiene su papel: habrá Cristina para los indecisos y Máximo para los militantes apasionados.